Las muñeiras pueden tener ‘swing’
La gaitera Cristina Pato apuesta por la fusión con ‘Migrations’ Es su primer disco con un sello de jazz estadounidense
Cuenta Cristina Pato (Orense, 1980) que su gaita siempre viaja con ella, así que cuando visitó Nueva York por primera vez a finales de los noventa la trajo consigo. Ya le rondaba la idea de instalarse en esta ciudad, pero la salida de su primer disco en 1999 y “los años del boom de la gaita en España”, dice, retrasaron sus planes. De hecho, fue un doctorado de piano, su otro instrumento, lo que la trajo definitivamente a EE UU.
Cerca de siete años después, sobre el escenario del histórico club Jazz Standard, Pato con una escotada camisa negra y pantalones del mismo color, agradeció al público “ser tan valiente de venir a escuchar un concierto de gaita en Nueva York un martes por la noche” y habló de la extraña sensación de encontrar “la voz de uno en un lugar que no es el de uno”. Esta experiencia ha quedado plasmada en Migrations, su primer disco editado en EE UU por el sello independiente Sunnyside Records, uno de los más prestigiosos del sector. “Es mi trabajo más personal, que recoge mi experiencia en esta ciudad y el mundo fascinante que aquí he encontrado con músicos persas o indios, de muchos lugares. Todas las raíces y culturas están de alguna manera unidas”, explicaba Pato el día siguiente de su concierto. La gallega, que ha colaborado con figuras del jazz latino como Paquito de Rivera, debutó con Yo-Yo Ma en 2006 en el Carnegie Hall y forma parte de su Road Silk Ensemble, cuyas giras la mantienen a menudo alejada de su apartamento en el West Village.
Calificada por la BBC como la “diva de la gaita gallega”, la reseña de Migrations publicada por The New York Times hablaba de su original aproximación a las formas tradicionales y su dinamismo en la improvisación. “No creo que haya un estigma en torno a este instrumento, pero la gaita se relaciona con distintas cosas, como por ejemplo con una tradición militar en Escocia. Sus raíces son pastorales en muchas otras culturas y yo lo que trato es de buscar la libertad de expresión con la gaita, tomo este instrumento de raíz e intento sacarlo de su zona de confort”, aseguraba la artista.
Además de la gaita, en el álbum y sobre el escenario, la polifacética Pato toca el piano, la flauta y la pandereta, y también canta. La presentación de su nuevo trabajo en la sala neoyorquina contó con el apoyo del Festival Jazz de Barcelona y ha coincidido con la celebración de la conferencia anual, Global Performing Arts Marketplace and Conference, que reúne en Nueva York a programadores y profesionales del sector, muchos de los cuales acudieron a la cita. Tras la primera sesión la gaitera recibía felicitaciones, entre otras, la de un joven de Wisconsin, Jay Loomis, que se acercó con una propuesta: “Hago flautas nativo americanas y tengo una para ti”.
Babelia
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