Obama, enemigo del Imperio Galáctico

Al Imperio Galáctico le ha surgido en los últimos días un nuevo enemigo: la Administración Obama. El Gobierno de Estados Unidos se ha negado a construir la Estrella de la Muerte, estación espacial que, en la saga de La guerra de las galaxias, es capaz de destruir planetas enteros. La disputa entre las dos instituciones, si bien una ficticia, comenzó a finales del año pasado, cuando más de 34.000 personas firmaron la petición ciudadana a la Casa Blanca para construir la emblemática nave, ideada para sembrar el terror por toda la galaxia. La demanda ha sido declinada por el Gobierno estadounidense.

Ahora han contratacado los cerebros de Disney, productora que está detrás de las películas tras comprar Lucasfilm en octubre del año pasado. En una nota de prensa enviada desde el planeta Coruscant, y reproducida en la web de la saga, creen que tras el rechazo rotundo de Obama se esconde un reconocimiento de la “aplastante superioridad militar” del Imperio Galáctico. Aprovechan, además, para ridiculizar a los habitantes terrícolas: “Queda fuera de toda duda que tal terror tecnológico, en manos de tan primitivo mundo, sería usado para alterar la paz y la santidad de los ciudadanos del Imperio”.

En el amenazante comunicado, el oficial Conan Motti –que también aparece en la saga– cree que los costes para la construcción de la nave han sido “sobrestimados”. Los creadores de la iniciativa pensaban que en 2016 podría iniciarse la estación por 850.000 billones de dólares. “Aunque debemos tener en cuenta que este minúsculo planeta no tiene nuestros medios de producción masivos”, asegura Motti.

A principios de la semana, un portavoz de la Casa Blanca rechazaba el proyecto, al considerarlo demasiado caro. El Gobierno de Obama aseguró que están “trabajando duro para reducir el déficit, no para aumentarlo”.

Aducían, también, razones humanitarias (“la Administración no apoya la destrucción de planetas”), a la vez que se referían, de forma irónica, al desarrollo de la trama de la saga. Al parecer, Obama no apoyaría la construcción de una estación con una “flaqueza tan importante” como para que una nave tripulada por un solo hombre –en este caso Luke Skywalker– sea capaz de acabar con ella.

Puede que detrás de esta polémica con el gobierno más poderoso del mundo haya toda una maniobra de marketing que anticipa los nuevos episodios de la saga, en los que ya trabaja la factoría Disney. Lo que está claro, es que no habrá, al menos de momento, una Estrella de la Muerte en esta galaxia.