‘Argo’ y ‘Los miserables’, grandes triunfadoras en los Globos de Oro
El musical sobre Francia se lleva tres premios, incluido mejor comedia o musical Dos estatuillas obtiene la historia de los estadounidenses liberados en Teherán
Ben Affleck no es candidato al mejor director en los Oscar, y sin embargo ha sido el ganador en esa categoría en la 70ª edición de los Globos de Oro, los premios que otorga la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), por Argo. Más aún, en el último momento de la noche, su filme, la historia de la liberación de unos diplomáticos estadounidenses tras la toma de la embajada de su país en el Teherán revolucionario de 1979 -con ese increíble rescate- ha sido escogido el mejor drama en una ceremonia llena de sorpresas, que parecía intentar deshacerse del típico latiguillo de "antesala de los oscar". Aun así, bastantes de los premiados repetirán más que previsiblemente el 24 de febrero en la ceremonia de la Academia de Hollywood. Mal tienen que estar las cosas para que allí no repitan premio Daniel Day-Lewis (mejor actor de drama por Lincoln), Jessica Chastain (mejor actriz dramática por La noche más oscura) y Anne Hathaway (mejor secundaria por Los miserables). Más difícil lo tendrán Christoph Waltz (mejor secundario con Django desencadenado), que dentro de un mes puede que tenga que rendirse ante Tommy Lee Jones (Lincoln), derrotado esta noche. En el patio de butacas puede que se queden dos intérpretes que esta noche han recogido trofeo: Hugh Jackman, mejor actor en comedia o musical con Los miserables, y Jennifer Lawrence, mejor actriz en comedia o musical por El lado bueno de las cosas.
Por cantidad, la triunfadora ha sido Los miserables con sus tres globos de oro: mejor comedia o musical, Jackman y Hathaway. Con dos premios se han quedado la ya mencionada Argo y Django desencadenado (mejor guion para Tarantino y secundario para Waltz), y con uno Lincoln (tremenda la cara de Spielberg cuando ha ganado en dirección Affleck), La vida de Pi (a mejor banda sonora por la labor del canadiense Mychael Danna), Skyfall (para la canción de Adele, que volvía por primera vez a un acto público tras su maternidad, y que así logra el primer Globo de Oro en la historia para un tema bond).
Brave, la película producida por Disney con, como es normal, el ojo escrutador detrás de John Lasseter, y con la dirección de Mark Andrews y Brenda Chapman, se ha llevado el premio a mejor filme de animación. Y la austriaca Amor, de Michael Haneke, ha sido la mejor película de habla no inglesa en un momento surrealista de la noche: Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone han sido los que han entregado el trofeo -dos tipos de inglés dificultoso- y Haneke ha mencionado lo curioso que un austriaco le dé el premio a mejor filme de habla extranjera a otro austriaco en un galardón concedido por la prensa extranjera en Hollywood. Vivir para ver. Por cierto, Amor es otra de las grandes favoritas a los Oscar que han recibido el espaldarazo de los Globos.
Entre los momentos sorprendentes de la noche, dos apariciones: el del auténtico Tony Méndez, el agente de la CIA protagonista de Argo, y el del expresidente Bill Clinton, que presentó el vídeo introductorio de Lincoln. Clinton estuvo en Los Ángeles gracias al buen hacer de Spielberg. Lo que si estaba claro es que los premios recayeron sobre grandes servidores a los EE UU: hubo un exagente de la CIA, un expresidente, ganó un actor encarnando a un presidente, dos actrices (Chastain en Argo y Danes en Homeland) y Homeland fue escogida mejor serie dramática.
El acto ha tenido lugar en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles y lo han presentado con acierto las cómicas Tina Fey y Amy Poehler, que ya empezaron muy cañeras en la presentación, cuando dijeron que Kathryn Bigelow sabía de que hablaba en el tema torturas en La noche más oscura, ya que "ha estado casada tres años con James Cameron". También estuvieron estupendos los cómicos Will Ferrell y Kristen Wiig, en el momento de entregar el premio a las actrices secundarias. Los caretos largos los pusieron Tommy Lee Jones y Mel Gibson, que asistió para ver como su amiga Jodie Foster recogía el premio de honor Cecil B. De Mille por su carrera. Foster hilvanó un gran discurso sobre vida pública y derecho a la privacidad, sobrevolando sobre su lesbianismo y su longeva carrera -empezó a los tres años y ya ha cumplido medio siglo-.
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