Richard Rodney Bennet, músico de mil prismas
La obra del compositor e intérprete británico, autor de grandes bandas sonoras, abarca desde el jazz al serialismo
El compositor Richard Rodney Bennet, fallecido en Nueva York el 24 de diciembre a los 76 años, desarrolló múltiples vidas musicales con un éxito extraordinario. Fue uno de los compositores de bandas sonoras más distinguidos, puso música a más de 50 películas y fue nominado al Oscar por su trabajo en Lejos del mundanal ruido (1967), Nicolás y Alejandra (1971) y Asesinato en el Orient Express (1974).
Es difícil de creer que sus dotes para escribir con un estilo melódico y romántico para un público amplio coexistieran con el dominio del serialismo y la técnica dodecafónica. De 1957 a 1959, Bennet estudió con Pierre Boulez y absorbió sus técnicas de serialismo total, así como su fascinación por la vanguardia musical alemana. Su tremenda facilidad como pianista le atraería las invitaciones de Boulez y Stockhausen para que interpretara sus composiciones más exigentes, estrenando algunas de ellas. Pero además, Bennett fue capaz de asimilar lo que había aprendido de estos rigurosos maestros y fusionarlo con sus inclinaciones musicales, de corte más lírico.
Posteriormente, aportó un lenguaje tonal a sus técnicas serialistas, tal como se evidencia, por ejemplo, en sus Cinco estudios para piano (1962-1964), donde se puede apreciar cómo desarrolla un vocabulario musical propio que seguiría explorando a lo largo de las dos décadas siguientes. Otras piezas clave en este estilo fueron su ópera Las minas de azufre, su Concierto para piano, sus Comedias o su Concierto para guitarra, escritos entre 1965 y 1970.
En paralelo a todo esto, Bennett desarrolló y mantuvo una prolífica carrera primero como pianista y más tarde como cantante de jazz, interés que se remonta a sus años de estudiante, cuando se ganó el sustento como intérprete de música ligera. En los noventa realizó giras por todo el mundo con un número de cabaret en solitario.
Bennett nació en 1936 en la localidad de Broadstairs (Reino Unido). Su madre, Joan, pianista y compositora, fue una discípula de Gustav Holst que cantó en el estreno profesional de la obra más conocida del compositor, Los planetas. Su padre, Rodney, era autor de libros infantiles. Desde niño, Bennet tuvo un ecléctico gusto musical, que le permitía gozar tanto de la música popular que escuchaba en la radio igual como de las grandes partituras orquestales que oía en las salas de cine. Posteriormente, sostendría que la auténtica edad de oro de las bandas musicales fueron los años treinta, cuando compositores europeos de primera fila, como Prokófiev, Shostakovich, Poulenc, Hindemith o Britten colaboraron con la industria cinematográfica.
En su adolescencia, Bennet mostró un precoz talento para la composición. A los 19 años ya había escrito tres cuartetos de cuerda y en 1954 publicó su primera obra, Sonata para piano. En 1953 se matriculó en la Royal Academy of Music, en la que no encontró el estímulo que necesitaba. En esa época empezó a escuchar las retransmisiones radiofónicas de Stuttgart, que le traían noticias de la vanguardia más avanzada. “Eran apenas audibles por el ruido de la electricidad estática”, declaró, “pero a pesar de todo resultaban apasionantes”.
Pero incluso en los mismos años en los que estudiaba con Boulez y se adhería al movimiento serialista europeo ya empezaba a brillar como compositor cinematográfico. Entre sus primeros éxitos en el género están sus colaboraciones en la película Indiscreta (1958), de Stanley Donen, autor de alguno de los títulos más emblemáticos del género musical, como Cantando bajo la lluvia. Trabajó para directores como John Schlesinger, Joseph Losey y Sidney Lumen, y en 1994 lograría uno de sus éxitos más resonantes con su banda para Cuatro bodas y un funeral.
Su colosal producción como compositor incluye cinco óperas, tres sinfonías, numerosas piezas concertantes, un concierto para el saxofonista Stan Getz (que moriría antes de poder estrenarlo) en el que funde música clásica y jazz, amén de numerosas obras corales y piezas para orquestas de cámara e instrumentos solistas.
© Guardian News & Media 2012
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