Lo nuevo no tan nuevo del rock argentino

El rock argentino ha estado a la vanguardia del de Latinoamérica. Y este sonido del sur del mundo ha tenido sus padres: Lito Nebbia, Charly García y Luis Alberto Spinetta. Este último falleció este año y es por eso que el rock argentino ha comenzado a contar huérfanos. Algunos se preguntan por qué no aparecen hijos que destaquen tanto como aquellos padres. Tal vez suceda lo mismo que con el boom de la literatura latinoamericana.

Pero la música argentina sigue generando su arte. Prueba de eso ha sido la última entrega de los premios Gardel, los máximos galardones locales, la semana pasada en una pequeña sala de Buenos Aires, en la que fueron distinguidas desde figuras ya consagradas desde hace décadas hasta otras que han venido ganando terreno en los últimos años. En una entrega de estatuillas con homenaje a Spinetta incluido, los más premiados fueron una banda de jazz, Escalandrum, cuyo batería es el nieto del renovador del tango Astor Piazzolla, Daniel, más conocido como Pipi, y el sexagenario rockero León Gieco, con su álbum Desembarco, que se refiere a la expresión que usaron las Madres de Plaza de Mayo cuando se hicieron cargo en 2004 de crear un espacio de la memoria en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros clandestinos de detención de la última dictadura de Argentina (1976-1983). “Hay quienes desembarcan ardiendo con un grito, sin barcos y sin armas”, explicó Gieco al recibir el premio al mejor álbum de un rockero solista. Este músico, que no se cansa de organizar conciertos solidarios, también recibió galardones por el mejor álbum de canción testimonial y de autor, por ingeniería de grabación y por el mejor vídeo, por el tema Hoy bailaré. Gieco tocó en el homenaje a Spinetta junto con otros monstruos del rock argentino: el propio García, Fito Páez y David Lebón.

Por primera vez desde que se entregaron los premios Gardel, el galardón de Oro no fue a parar a manos del rock. En esta oportunidad lo ganó Escalandrum, sexteto de jazz, tango y fusión que integran Pipi Piazzolla, Damián Fogiel, Nicolás Guerschberg, Gustavo Musso, Martín Pantyer y Mariano Sivori. Por Piazzolla plays Piazzolla ganaron también los premios al mejor álbum de jazz, a la producción del año y al mejor disco del año. Esta obra ya había sido nominada al Grammy latino a la mejor obra instrumental de 2011.

¿Pero hay hijos de los padres del rock argentino? El Gardel al mejor álbum de un grupo de rock fue a parar a manos de Catupecu Machu, banda nacida en 1994, muy popular en Argentina y cuyo último disco ha sido El mezcal y la cobra. El premio al rock y pop alternativo fue para el francouruguayo Luciano Supervielle, integrante del grupo de tango electrónico Bajofondo y que ha sacado su propio disco Reverie, y el galardón al nuevo rockero quedó en poder de Baltasar Comotto, que fue el último guitarrista que tocó con Spinetta y que ahora se ha destacado con su obra Blindado. Babasónicos, una de las bandas más seguidas de Argentina y el resto de Latinoamérica, se llevó solo el premio al mejor diseño de portada, por A propósito. En reggae, un género que ha recobrado popularidad en este país sudamericano en los últimos años, triunfaronLos Cafres, con El paso gigante.

El pop también tuvo sus ganadores. Como artista femenina, Hana, con Palabras gastadas y como masculino, Axel, con Nuevo sol. En grupos triunfó una de las bandas más innovadoras y populares del género en Argentina y el resto de Latinoamérica, Miranda!, con Magistral. Como nueva artista pop fue premiada alguien que no es tan nueva en el género, la exmodelo Déborah de Corral, con Nunca o una eternidad. Diego Torres ganó por el mejor DVD, por Distinto, y Vicentico, el exlíder de Los Fabulosos Cadillacs, por la canción del año, por Paisaje. El mejor álbum instrumental, fusión y world music (música del mundo) fue para el uruguayo Rubén Rada.

Los Gardel también hicieron honor a su nombre y entronaron a los mejores del tango. Se llevaron premios Liliana Felipe, por Tangos de Discépolo, Susana Rinaldi y Leopoldo Federico, por Vos y yo, el alternativo Tanghetto, con Vivo Milonguero, y La Fábrica de Tangos, por el disco homónimo. Los galardones para el folklore argentino se repartieron entre un disco conjunto de Los Nocheros y Los Tekis, el dúo Malosetti-Goldman, la dupla de Nadia Szachniuk y Eva Solda, Liliana Herrero y Peteco Carabajal, considerado por algunos críticos como el sucesor del mítico Atahualpa Yupanqui.