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CRÍTICA DE 'LA PEQUEÑA VENECIA'
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Mafias chinas en Europa

Historia de amor imposible, tanto por la edad como por la procedencia de sus protagonistas: una joven china y un pescador eslavo 30 años mayor

Javier Ocaña

Para los que aún se preguntan cómo es posible que una red de extorsión, blanqueo, importación ilegal, empresas tapadera y no se sabe cuántas cosas más, como la recientemente descubierta en Madrid y comandada por un hasta entonces impoluto ciudadano chino amante del arte, hiciera su trabajo ante el silencio de cientos, quizá miles de implicados en mayor o menor medida, ya fueran delincuentes o atrapados en el engranaje laboral, solo tiene que ver La pequeña Venecia, película de la italiana Andrea Segre, ambientada en Chioggia, en la provincia de Venecia, localidad con la pinta de hermosa ciudad de su hermana mayor, pero con verdades interiores mucho menos atractivas, que son retratadas por su directora con delicado humanismo.

Apariencia y realidad, tradición y modernidad, se unen ya en la magnífica primera secuencia: dos mujeres chinas montan en la oscuridad un homenaje a un mítico poeta chino; deseos, velas rojas, honras fúnebres, planos cortos. Y, sin embargo, la tenue luz, la tranquilidad, el sosiego, dan paso a una puerta abierta como un estallido, al plano general, a una gélida luz de tubo fluorescente que muestra un diminuto cuarto de baño, a un hombre chino que orina en el váter de espaldas a las mujeres y que espeta con desprecio: “Pero, ¿qué hacéis? ¡Si estamos en Italia!”.

La pequeña Venecia es una historia de amor imposible, tanto por la edad como por la procedencia de cada uno de ellos (una joven china y un pescador eslavo 30 años mayor), pero sobre todo por las imposiciones mafiosas, por la tiranía social. En su primera obra de ficción después de tres documentales, Segre despliega con cadencia exquisita sus numerosos subtextos (la soledad tras la jubilación, la importancia de la tradición y del legado, la moderna esclavitud, la amistad, la universalidad del trabajo bien hecho…) y el relato, sencillo pero nunca simple, sin discursos, con la sutileza en el diálogo de frase corta pero intensa, impone una calma que contrasta con el volcán de sentimientos. Una película preciosa.

LA PEQUEÑA VENECIA

Dirección: Andrea Segre.

Intérpretes: Rade Serbedzija, Zhao Tao, Marco Paolini, Roberto Citran, Giuseppe Batiston.

Género: drama. Italia, 2011.

Duración: 100 minutos.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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