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Costa-Gavras y el supermercado europeo

El cineasta vuelve a alzar su voz más crítica y comprometida con ‘Le capital’

Rocío García
El director Costa-Gavras en la rueda de prensa tras el estreno de 'Le Capital'.
El director Costa-Gavras en la rueda de prensa tras el estreno de 'Le Capital'.RAFA RIVAS (AFP)

Costa-Gavras, pelo blanco, bufanda roja, recibió ayer por la tarde una de las más sonoras ovaciones que se han escuchado en esta edición en el Kursaal de San Sebastián, tras el pase de Le capital, uno de los filmes que se presentaron en la sección oficial del festival. El público, puesto en pie, dio la espalda a la pantalla y dirigió su mirada complaciente y entusiasta hacia este realizador greco-francés, que se encontraba en la sala junto al actor Gad Elmaleh, el autor de la novela en la que se basa el filme, Stephane Osmon y la productora Michele Ray-Gavras.

Considerado una de las voces más críticas y comprometidas del cine europeo, Costa-Gavras no ha defraudado con esta historia sobre la voracidad del mundo financiero y los banqueros. "Los perdedores cada día pierden más y los ganadores cada día ganan más. Esto es esencialmente lo que está ocurriendo en nuestra sociedad", ha dicho el director de clásicos como Z (con el que consiguió un Oscar a la mejor película de habla no inglesa), Estado de sitio o Desaparecido. Ha rechazado Gavras la idea de que él solo hace cine político. "Todas las películas son políticas. Yo no me levanté un día y dije ‘voy a hacer cine político’, sino ‘quiero contar historias con imágenes’. No condeno las películas de diversión u ocio, pero yo hago el cine que quiero hacer. Tengo la suerte de que solo hago las películas que realmente deseo, de que mi mujer y yo podemos organizar la vida de nuestra familia y esperar dos o tres años para lanzarnos a lo que de verdad queremos. Yo no hago cine para ganar dinero", ha explicado el cineasta, mientras a su lado, su esposa denunciaba las dificultades enormes que han encontrado en Francia para producir Le capital. "Ningún distribuidor francés, y digo ninguno, ha querido meter dinero en nuestra película. Afortunadamente en España hemos encontrado distribuidor", ha dicho Michele Ray-Gavras.

El director se ha confesado optimista porque, ha dicho, "la particularidad del hombre es buscar soluciones en medio del drama y las dificultades", aunque ha reconocido que todo está explotando ya. "Aquí, en su país", ha señalado, "y en Grecia y quizás mañana en Francia". "Ya hay miles de personas que están viviendo un drama". Las soluciones, ha añadido, tienen que venir de los políticos, a los que Gavras ha criticado duramente. "Los políticos europeos, de derechas o de izquierdas, han hecho de Europa un gran supermercado. Solo han pensado en la economía y han dejado a un lado la política y lo social. Vivimos una situación de horror por la deriva que está jugando la economía. Son ellos, los políticos, los que tienen que rectificar, son ellos, los políticos, los que tienen que dar soluciones". En este contexto, Gavras también ha reflexionado sobre el papel de la política para regular a la banca. "Ningún gobierno del mundo ha conseguido establecer reglas con los bancos, que lo único que hacen es poner a trabajar el dinero para producir más y más dinero. Son los bancos norteamericanos quienes de momento están impidiendo esas reglas bancarias. Una buena globalización sería conseguir la regulación mundial de la banca".

"No condeno las películas de diversión, pero hago el cine que quiero"

Gad Elmaleh, actor conocido en Francia por sus papeles cómicos y aquí en España más por su romance con la princesa Carlota Casiraghi, acomete en Le capital uno de sus primeros personajes dramáticos. Después de mostrar su satisfacción por estar en el Zinemaldia, —"es la primera vez que vengo"—, Elmaleh ha criticado la avaricia y el poder de los banqueros. "A los banqueros les gusta el dinero pero no tanto como las cifras, el poder y su posición. Eso es lo que de verdad les excita", ha dicho para lanzar inmediatamente: "Pero con esta película vamos a ganar mucho dinero".

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