_
_
_
_

Celuloide se escribe con ‘Z’

El festival gijonés 'Peor… ¡Imposible!' reúne lo mejor de las películas más casposas de ciencia ficción de todos los tiempos

Carmen Mañana
Cartel de la película 'Monstruos hambrientos'
Cartel de la película 'Monstruos hambrientos'

Aunque a algunos diputados no les alcancen para llegar a fin de mes, 5.000 euros dan para pagar la mitad de un coche utilitario, la compra de todo el año de dos personas o poner en marcha un certamen de cine de serie Z. Porque ese es el presupuesto con el que el festival Peor… ¡Imposible! de Gijón, inaugurado ayer, ha organizado siete días de proyecciones, mesas redondas y charlas en torno a obras cumbre de la ciencia ficción más casposa como Frankenstein contra el monstruo del espacio (1965) o Roma 2072, los nuevos gladiadores (1984). “Nuestro proyecto mantiene la misma filosofía que las cintas que proyectamos: mínimo esfuerzo, máximo rendimiento”, bromea su coordinador Jesús Parrado. Aunque algo bueno debe de haber entre tanto escenario de cartón piedra cutre y diálogo alucinado para que esta iniciativa, única en su especie en España, vaya ya por su XIV edición. “La idea original era seleccionar películas europeas de los años cincuenta en adelante que por su impericia se han convertido involuntariamente en comedias con el paso del tiempo. Pero también aprovechamos para hablar de cine a secas a partir de estos patitos feos”, se defiende Parrado.

Peor… ¡Imposible! ahonda el viernes, por ejemplo, en las sinergias entre literatura y cine. O, más concretamente, en la prolífica relación que existió entre las novelas pulp y las películas de bajo presupuesto durante las décadas de los sesenta y setenta. Unos lazos que analiza también el libro Bolsilibro y Cinema Bis (VTP Editorial), que el festival presentará en el Centro de Cultura Antiguo Instituto. Además, se proyectarán tres adaptaciones de títulos de quiosco, entre los que destaca la inclasificable Chinos y minifaldas, una producción española de 1968 basada en la obra de Miguel Oliveros Tovar Muerte antes de la lluvia (Bruguera). La cinta cuenta la historia de dos espías que se enfrentan a una organización secreta china empeñada en apoderarse de la voluntad del secretario de Defensa estadounidense (ninguno va en minifalda). Estos títulos son rara avis en todos los sentidos posibles y encontrar las últimas —y a veces únicas— copias que aún existen resulta más difícil que no ver el hilo de pescar que sostiene los ovnis en sus escenas intergalácticas. “Una vez tuvimos una parte de King Kong contra Godzilla en vídeo, otra en Super8 y otra en Betacam. Fue una locura proyectarlo todo junto”, recuerda Parrado.

Cartel de 'No importa morir'.
Cartel de 'No importa morir'.

Pero, más allá de la curiosidad que pueden despertar estas joyas bizarras o del perverso goce que produce lo grotesco, ¿quién acudiría por su propio pie y en plenitud de facultades a una maratón de siete horas de cine malo, como el que propone el festival para el sábado? “Aquí la palabra friki, que está un poco devaluada, cobra todo su sentido. Hay cinéfilos y cinéfagos. Y el público de Peor… ¡Imposible! se inscribe dentro de este último grupo: gente a las que les gusta mucho un género y siempre quieren más y más. Vienen buscando rarezas y son muy fieles al certamen. Los reconocerás porque son casi todo hombres y visten camiseta de su peli preferida”, resume Tono Permuy, propietario de la librería, cafetería y videoclub Toma3, uno de los foros más emblemáticos para cinéfilos y cinéfagos de Gijón. Una fauna, la de los peores, muy diferente a la “gafapasta y muy arreglada” que puebla la ciudad durante el Festival de Cine en octubre. “Es como comparar el Sporting con el Barcelona”, sentencia Permuy.

Parrado concede orgulloso que el espíritu de su festival se asemeja más al de un cine de barrio, incluidos sus horarios: matinal, sesión doble y golfa. “Mucha gente acude por el ambiente festivo [la entrada es gratuita]. En las proyecciones se aplaude, se ríe a carcajadas, se comenta o se pita. Se vive en grupo, porque ver una de estas pelis solo en casa en DVD puede ser duro”.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_