Al final muere ella
El largo del chileno Cristián Jiménez cuenta no solo una historia de amor juvenil, también juega con la narrativa autorreferencial


La primera frase, pronunciada en off por su narrador recién iniciada la historia, provoca perplejidad: “Al final de esta película ella se muere, y él queda vivo”. En tiempos de lucha contra el llamado spoiler (ya saben, el chivatazo del desenlace de un relato), va el propio autor y rompe todos los esquemas provocando al mismo tiempo desconcierto emocional e ilusión metalingüística.
Porque en Bonsái, segundo largo del chileno Cristián Jiménez, no solo se va a contar una historia de amor juvenil; también se va a jugar con la narrativa autorreferencial, con la ilusión óptica de la ficción, destrozada desde la primera frase con un aviso a navegantes de que deben despegarse del relato para abordarlo como un ejercicio estilístico. Metaficción, a la manera de Borges y Unamuno. Y, sin embargo, a pesar de las ínfulas narrativas, la (en realidad doble) historia de amor sigue funcionando como tragicomedia generacional, con sus toques literarios y musicales, como si fuera la prima hermana de Todas las canciones hablan de mí, de Jonás Trueba: acordes independientes de rock chileno del cambio de siglo, mientras todos los textos que leen los protagonistas, con Proust y En busca del tiempo perdido como libro de cabecera que en realidad cuesta sudores leer, juegan ese papel de retrato de una edad determinada.
Conscientemente rudimentaria, como una rememoración imposible de la eclosión de la Nouvelle vague, Bonsái cae a veces en la falsa distinción, como los personajes de la novela que escribe su protagonista masculino, que no son sino ellos mismos, en otro juego autorreferencial. Sin embargo, al momento, Jiménez casi se disculpa por ello. “¡Son unos esnobs!”, dice ella. “No, se trata de una búsqueda juvenil”, replica él. “Sí, la búsqueda de su propio ombligo”, contrarréplica ella. Esnobismo, ombliguismo, sí. Pero, al fin y al cabo, también historia de amor.
BONSÁI
Dirección: Cristián Jiménez.
Intérpretes: Diego Noguera, Natalia Galgani, Gabriela Arancibia, Trinidad González, Hugo Medina.
Género: drama. Chile, 2011.
Duración: 95 minutos.
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