_
_
_
_
CRÍTICA: 'BONSÁI'
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Al final muere ella

El largo del chileno Cristián Jiménez cuenta no solo una historia de amor juvenil, también juega con la narrativa autorreferencial

Javier Ocaña
Natalia Galgani y Diego Noguera, en 'Bonsái'.
Natalia Galgani y Diego Noguera, en 'Bonsái'.

La primera frase, pronunciada en off por su narrador recién iniciada la historia, provoca perplejidad: “Al final de esta película ella se muere, y él queda vivo”. En tiempos de lucha contra el llamado spoiler (ya saben, el chivatazo del desenlace de un relato), va el propio autor y rompe todos los esquemas provocando al mismo tiempo desconcierto emocional e ilusión metalingüística.

Porque en Bonsái, segundo largo del chileno Cristián Jiménez, no solo se va a contar una historia de amor juvenil; también se va a jugar con la narrativa autorreferencial, con la ilusión óptica de la ficción, destrozada desde la primera frase con un aviso a navegantes de que deben despegarse del relato para abordarlo como un ejercicio estilístico. Metaficción, a la manera de Borges y Unamuno. Y, sin embargo, a pesar de las ínfulas narrativas, la (en realidad doble) historia de amor sigue funcionando como tragicomedia generacional, con sus toques literarios y musicales, como si fuera la prima hermana de Todas las canciones hablan de mí, de Jonás Trueba: acordes independientes de rock chileno del cambio de siglo, mientras todos los textos que leen los protagonistas, con Proust y En busca del tiempo perdido como libro de cabecera que en realidad cuesta sudores leer, juegan ese papel de retrato de una edad determinada.

Conscientemente rudimentaria, como una rememoración imposible de la eclosión de la Nouvelle vague, Bonsái cae a veces en la falsa distinción, como los personajes de la novela que escribe su protagonista masculino, que no son sino ellos mismos, en otro juego autorreferencial. Sin embargo, al momento, Jiménez casi se disculpa por ello. “¡Son unos esnobs!”, dice ella. “No, se trata de una búsqueda juvenil”, replica él. “Sí, la búsqueda de su propio ombligo”, contrarréplica ella. Esnobismo, ombliguismo, sí. Pero, al fin y al cabo, también historia de amor.

BONSÁI
Dirección: Cristián Jiménez.
Intérpretes: Diego Noguera, Natalia Galgani, Gabriela Arancibia, Trinidad González, Hugo Medina.
Género: drama. Chile, 2011.
Duración: 95 minutos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_