Atacan un cuardo de Picasso de un museo de Houston con un spray

Los responsables de la Colección Menil de Houston todavía no se explican cómo, la semana pasada, un hombre pudo pintar con un spray dorado sobre el cuadro de Pablo Picasso Mujer en sofá rojo y salir después por la puerta tan tranquilamente. Tampoco aciertan a comprender el por qué. Gracias a que un visitante grabó la escena con su teléfono móvil, la policía de la localidad tejana quizá pueda aclarar esas cuestiones y averiguar la identidad del vándalo. La pintura de 1929 podrá recuperarse, ha asegurado a este periódico el propio museo.

El hombre, con americana negra y gafas de sol, según las imágenes captadas en el móvil, dibujó con un spray dorado sobre el lienzo una figura de un toro y la palabra “conquista” debajo. “Afortunadamente disponemos de un laboratorio de conservación en el mismo museo por lo que los técnicos pudieron limpiar el destrozo inmediatamente”, ha señalado el portavoz de la galería, Vance Muse, en conversación telefónica. “Brad Epley, el responsable de conservación, ha asegurado que el Picasso no ha sufrido daño alguno”, insiste.

La Colección Menil, que posee otros 14 cuadros, esculturas de terracota y más de 100 dibujos del pintos malagueño, dispone de varios guardas de seguridad y videovigilancia. “Sin embargo, ninguna de las cámaras captó el momento de la agresión”, explica Muse. El museo asegura que desconoce el valor exacto de Mujer en sofá rojo y su portavoz no ha aclarado si la pintura estaba asegurada. La cadena ABC ha señalado que otros Picasso similares han llegado a venderse por “decenas de millones de dólares”.

John y Dominique Menil adquirieron Mujer en sofá rojo en 1956. “La obra lleva aquí desde 1987 y ha sido cedida al Museo de Arte de Los Ángeles, al de Arte Moderno de San Francisco y al MET de Nueva York. Nunca le ha pasado nada hasta ahora”, comenta Muse. Aunque el ataque ha evidenciado un fallo grave en las medidas de seguridad de la galería, sus responsables prefieren hacer hincapié en la excelente noticia que supone para el mundo del arte que el cuadro vaya a ser reparado por completo. No es la primera vez que una pintura de Picasso ha sido atacada. En 1974, el artista Tony Shafrazi garabateó sobre el Guernica en el MoMA de Nueva York.