A falta de 'furgos', buenos son 'Alsas'
La banda de pop electrónico Ellos se echa a las carreteras en el autobús de línea La compañía ha patrocinado su Gira Indi
Ellos son así. Si no hay pasta, se buscan la vida. Sin que se les caigan los anillos. "La realidad de la música es esta: en el panorama independiente español nunca ha habido mucho dinero, pero ahora además se nota la crisis”. Un buen día, entre compañeros, se les ocurrió la idea: “Comentamos cuánto cuesta tener un grupo en gira, y cómo a muchos amigos no nos da el dinero”. Y como ellos, que son el grupo de pop electrónico Ellos, son solo dos -lo que facilita la logística-, se decidieron a montar su tour por su cuenta, a la manera en que viaja cualquier hijo de vecino: en autobús de línea.
“Ya habíamos ido a más de 20 conciertos en el Alsa, y en uno que volvíamos, alguien dijo que por qué no nos patrocinaban”, cuenta Guille Mostaza, el líder de la formación, que completa Santi Capote. Tuit mediante, la empresa de transporte no tardó en responder: “Una chica encantadora nos escribió un mail y nos dijo que sí, que nos pagaban los viajes”. Y así, como quien no lo quiere, encontraron espónsor para la Gira Indi, que ya les ha llevado por locales de media España y que les llevará a la otra media en lo queda de año. “Es un Indi que no es ese indie de hoy de gran presupuesto, sino del de verdad”.
Para poder caber en los asientos -eso sí, de clase Supra-, los músicos han reducido el set del directo al mínimo imprescindible. Si antes llevaban una furgoneta con una banda de tres músicos, un técnico y un conductor, ahora son ellos dos mano a mano quienes montan todo el espectáculo. “Llevamos una guitarra eléctrica con su funda, una mochila con el aparato de la programación y la proyección, un teclado pequeño y el equipaje”, explica Mostaza. A menor dispendio, menor precio de los conciertos, que cuestan siempre ochos euros. Y así la gente se anima. “Ahora llenamos o casi llenamos, lo que no pasaba desde hacía un tiempecillo”, asegura. “Llevamos 13 años en esto y este es el que más conciertos estamos haciendo de nuestra historia”.
O sea, que lo que empezó casi de guasa, ha acabado convirtiéndose en un modelo de negocio adaptado a los tiempos del recorte. “Yo creo que es porque la gente se identifica con el rollo que llevamos. La gente está harta del falso glamour”, opina. “Conozco a muchos grupos que no tienen cuatro duros y se los gastan en alquilar una furgoneta, porque parece que queda mal decir que vas en autobús. Pero en realidad es muy guay: te sale muy barato y vuelves a casa con dinero”. Y al final, tener un grupo sigue siendo una profesión. “Yo quiero seguir dedicándome a esto, y ahora mismo, esto es lo que hay”.
Babelia
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