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VOTOS PARA UNA REFUNDACIÓN

Antón Reixa tendrá que pactar para ser presidente de la SGAE

La lista AUNIR, liderada por el músico, gana las elecciones pero no alcanza la mayoría absoluta Sus miembros ocuparán 14 de los 39 puestos en la nueva junta directiva

Daniel Verdú
Antón Reixa, candidato a la presidencia de la SGAE.
Antón Reixa, candidato a la presidencia de la SGAE.CARLOS ROSILLO

Los autores suelen tener inclinaciones progresistas pero, al final, las actitudes son a menudo conservadoras. Lo explicaba ayer uno de ellos. La teoría dice que la ideología no se negocia, pero que el miedo a perder lo que tanto ha costado juega su propio partido cuando se vota. Por eso el jueves por la tarde muchos pensaban que la sombra de la era Bautista iba a transformarse de nuevo en una representación clara en la nueva Junta directiva de la entidad. Que muchos sentirían vértigo ante la posibilidad de cambiar de régimen y se inclinarían por las opciones nostálgicas. Pero no ha sido así. Al contrario. Más allá del resultado, excelente para el candidato Antón Reixa y su equipo, y de la baja participación (un 18%), los comicios son el certificado de defunción del teddysmo en la SGAE.

Esa es la única clave que ahora une a los miembros de la nueva Junta Directiva y que nadie, ni siquiera Sabino Méndez, portavoz del equipo saliente y que entró de la mano del anterior presidente, ponía en duda: “El resultado es bueno. Lleva a la sensatez y a la necesidad de pactos. Las candidaturas que reivindicaban los viejos modos solo tienen un representante: Manuel de la Calva, de Centrados”. “Lo importante es que no ha entrado quien no tenía que entrar”, dijo el candidato Sastrón. Por lo demás, y hasta que el 8 de mayo se celebre la primera reunión de la junta de donde saldrá el nuevo presidente, quien quiera serlo tendrá que demostrar sus habilidades para pactar. Cualquier excusa es buena para acercar posiciones. La primera, los Premios Max del próximo lunes, que pocos se perderán.

El partido esta de la siguiente manera. Contra pronóstico, la candidatura liderada por el músico y artista polifacético Antón Reixa (AUNIR) tiene 14 de los 39 asientos en juego (mayoría simple). Su candidatura es 100% rupturista y ha cargado abiertamente contra los desmanes del pasado, llegando incluso a proclamar que litigará para que Bautista devuelva la millonaria pensión con la que se marcha.

José Miguel Fernández Sastrón (DOM), que en las anteriores elecciones se enfrentó al antiguo régimen y partía como favorito, obtuvo nueve asientos. El grupo liderado por Jaume Sisa (Autores Más que Nunca) —que, por cierto, no ha salido elegido— tiene seis. Los editores cuentan con sus ocho representantes y Miguel Ríos, único candidato independiente, ha conseguido uno. La candidatura de Iván García-Pelayo solo ha colocado en la junta a uno de sus miembros: Manuel de la Calva. Es decir, Reixa es el que tiene más votos y más asientos, pero no suficientes para ser nombrado presidente. Y aquí empieza el baile del cortejo.

Tanto Reixa como Sastrón se sienten legitimados ahora mismo para liderar el cambio de rumbo. Reixa por motivos obvios: tiene más votos y más escaños que nadie. El segundo, porque ha obtenido más representación que ninguno en el colegio de pequeño derecho, es decir, entre los músicos. A esa sección le corresponden 16 miembros de la junta y el ganador puede elegir a cinco de los 10 representantes en el consejo ejecutivo, el órgano que se encarga del día a día de la entidad. Sastrón, hábil negociador, se ve con fuerza para conseguir el apoyo de los ocho editores (que representan a grandes empresas como Sony, Warner, EMI o Universal), a quienes conoce mejor que su rival y que suelen ir de la mano en la toma de decisiones. Pese a las coincidencias en el programa —y por si no estaba claro—, su equipo no piensa apoyar la presidencia de Reixa, a quien verían como un “mal presidente”.

Pero en Aunir hacen un lectura en clave de afinidades. Eliminado de la ecuación Sisa —con quien Reixa estuvo a punto de compartir candidatura y terminaron considerablemente enemistados— el nuevo clima permite acercarse a sus seis representantes. Dos de ellos, además, los cineastas José Luis Cuerda (vive en Galicia, como Reixa) e Imanol Uribe, comparten una cercanía profesional en el apartado audiovisual.

Miguel Ríos, piensan también en Aunir, podría sentirse más cómodo con ellos que con Sastrón, aunque sea en nombre del rock and roll (Reixa dice que se metió en la música por admiración a él). Y Manuel de la Calva, excomponente del Dúo Dinámico, tres cuartos de lo mismo. “El escenario es de los más deseados. Hubiera sido terrible una junta fragmentada con acuerdos imposibles. Ahora hay que acordar y consensuar. Es una directiva de cambio. No seremos presidentes a cualquier precio. Hay que acordar un programa”, dice el exmiembro de Os Resentidos. Un viejo punk que podría acabar en el trono de la SGAE.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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