Cultura en crisis en la web de EL PAÍS
Hoy comienza una serie sobre los efectos de los recortes presupuestarios públicos y privados en las distintas disciplinas
El mundo de la cultura vive en vilo ante un nuevo recorte, otro más, con la llegada de los Presupuestos Generales del Estado a finales de abril. Llueve sobre mojado, desde el comienzo de la crisis en 2008, las artes, como el resto de los órdenes de la vida, han sufrido un traumático golpe de realidad, tras años de plenitud económica y de espejismos culturales.
La reconversión no se está demostrando una tarea fácil. El paisaje de las infraestructuras y las programaciones presenta un aspecto cada vez más desolador: festivales de música que cierran, teatros líricos que presentan expedientes de regulación de empleo, museos que quedan vacíos de contenido y alargan las exposiciones para tapar la falta de dinero, rodajes cinematográficos que se cancelan antes incluso de arrancar, librerías que desaparecen y Ayuntamientos que no pagan lo que deben a promotores de conciertos y compañías escénicas.
Hoy empezamos una serie en la web de Cultura en la que repasaremos durante cinco días el paisaje después de la batalla (y, por qué no, de años de derroche incontrolado). El panorama quedará distribuido en las distintas áreas sensibles: arte, música, libros, artes escénicas y cine.
Para ayudar a esbozar el gran dibujo de la situación, hemos pedido a un agente cultural de relieve en cada uno de esos campos que, mediante un vídeo, desgrane las circunstancias de los recortes, qué cabe esperar del futuro, qué se hizo mal en el pasado y cuáles son las alternativas que quedan a creadores y mediadores ante el nuevo orden cultural.
En el primero de los vídeos, José Guirao, director de La Casa Encendida y hombre de larga trayectoria en la gestión cultural (estuvo también al frente del Reina Sofía y fue director de Bellas Artes), comparte su visión de una coyuntura de crisis que, en su opinión, esconde una preocupante realidad sistémica. También observa en los recortes una oportunidad para replantear dispositivos y formas de acercarse a la producción artística desde todos los ámbitos implicados.
Al final de la semana reuniremos en un solo texto en la edición impresa el diagnóstico de una situación preocupante.
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