El botín de 'La Mercedes': 'Sixteen tons' y mucho más
"Podía haberse sabido mucho más del pecio si se hubiera excavado con método arqueológico"
El exitoso final del botín de la fragata N. S. de las Mercedes ha hecho poca justicia al inicio de un procedimiento laborioso, serio y tenaz sin el que los caudales que, zarpando de Montevideo, se fueron a pique en 1804 frente al Algarve, antes de llegar a Cádiz, nunca hubieran retornado a España. Gracias al estricto control de los movimientos del barco Mini Bex con el que la empresa Odyssey se hacía a la mar desde Sotogrande con rumbo a Gibraltar, cuando estaba autorizada para realizar búsquedas relacionadas con el pecio británico Sussex (1694) que transportaba 200 toneladas de oro y plata, la Junta de Andalucía advirtió exploraciones abusivas en aguas territoriales españolas que llevaron en 2002 a cancelar la autorización oficial de que hasta entonces disponía. A continuación Odyssey desplazó su actividad hacia la costa portuguesa, a sabiendas de que allí había naufragado La Mercedes (1804), con un cargamento igualmente rico en oro y plata.
Odyssey empezó a filtrar por Internet hallazgos para atraer inversores
Como Odyssey busca inversores que participen en sus proyectos ofreciéndoles lucrativas aventuras subacuáticas, empezó a filtrar por Internet hallazgos alentadores para captarlos, principalmente monedas. En ese momento Carmen Marcos Alonso, numismática del Museo Arqueológico Nacional, inició un estudio que acabó siendo la prueba fehaciente de que se estaba saqueando La Mercedes. La especialista comparó dicho cargamento con el de otras fragatas de estado españolas de la época, hasta establecer un modelo indudablemente español. En el caso de La Mercedes, no solo se trata de reales y escudos de Carlos IV acuñados en Lima, sino que también documentación que obra en el Archivo de Indias y, muy particularmente, en el Museo Naval de Madrid, viene a demostrar que el engañosamente apodado Black Swan es, en efecto, un buque concreto de la Armada Española. La dotación de cañones y lo que se conoce del material de a bordo, también lo confirman.
Podía haberse sabido mucho más de este pecio si se hubiera excavado con método arqueológico. Detalles técnicos de su arquitectura naval, de su dotación defensiva; aspectos del suministro de moneda a España, del comercio entre España y América de aquellos tiempos y, en suma, datos históricos de tales relaciones, fechadas en un momento en el que todavía eran una base importante para el país, se podrían haber obtenido de conocerse el contexto de un botín que asombra a la opinión pública.
El trabajo en equipo de expertos, instituciones y abogados y la perseverancia y coordinación de España en la reclamación de los bienes, ha logrado el respaldo de los tribunales estadounidenses que, definitivamente, han ratificado el fallo a favor de España de 16 toneladas largas de plata acuñada. La dudosa legalidad de las poderosas empresas cazatesoros, recibe con este fallo, un golpe en la línea de flotación.
Carmen Aranegui Gascó es Catedrática de Arqueología de la Universidad de Valencia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.