El fin del mundo, por Botto & Bruno
El Instituto Italiano y la galería Oliva Arauna, de Madrid, recogen la denuncia ecologista de la pareja de artistas turineses
Gianfranco Botto (1963) y Roberta Bruno (1966) son una joven pareja de artistas turineses que trabajan juntos desde 1992. La periferia de la ciudad con sus pesadillas y poesía constituye el tema central de su obra. Las piezas más recientes se puede ver en Madrid por partida doble. El Instituto Italiano de cultura y la galería Oliva Arauna exhiben un conjunto de obras recientes en las que junto a su personal militancia ecologista se reconoce la herencia del arte Povera o el neorrealista cinematográfico.
En los renovados salones del Instituto Italiano de Cultura, Botto y Bruno han ocupado los techos y paredes coronados de escayola y oro. El espectador se adentra en una instalación titulada Ocaso (inspirada en un cuento de James Ballard) en la que fotografías pintadas reproducen barriadas en las que la vida ha desaparecido. Bajo cielos plomizos, las ruinas arquitectónicas se mezclan con troncos de árboles secos. Son fotomontajes en los que cada motivo retratado ha sido agrandado a escala 1/1 sobre papel o PVC. Pese a ello, el efecto no es deprimente. La naturaleza moribunda mezclada con el fantástico espacio en el que se exhibe evoca la poesía más intensa. “Ponemos la ciudad al límite”, reflexiona Botto “para denunciar la violencia que ejercemos contra la Naturaleza y como ella se venga contra los agresores con sus propias armas (terremotos, tsunamis…).
Roberta Bruno explica que el proceso de trabajo es muy minucioso. Tiene mucho de artesanal. “El cielo del paisaje, que aquí parece único, está hecho con fotografías de cincuenta cielos diferentes. En cada proyecto utilizamos un archivo fotográfico creado expresamente para ese tema.” No recurren a la magia del ordenador. Todos los toques son manuales.
En el centro del salón, unas simples deportivas usadas señalan al responsable de el desastre ecológico. Es el depredador que ha cerrado escuelas y fábricas. Es el mismo que ha terminado con los pasos a nivel e infectado los ríos.
La instalación se completa con un vídeo titulado L´enfant sauvage, donde durante dos minutos se ve a un niño corriendo por la calle , y con una escultura, Sueño de periferia, formada por dos colchones encontrados en la calle y reconstruidos para la pieza.
En la Galería Oliva Arauna, exponen Camminando sul fango, un conjunto de obras cuyo hilo conductor está en la narración Deserto d´ acqua, también de James Ballard. Las piezas, (fotografías, collages y fotomontajes) colocadas de manera que ocupan cada rincón de la galería, denuncian también las consecuencias del despiadado paso del hombre sobre la Naturaleza.
Babelia
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