David Delfín sube el tono en Cibeles

El mejor David Delfín ha proporcionado un subidón de energía en la tercera jornada de desfiles de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Y no ha sido solo gracias a la diversión suplida por la actuación de Alaska, Mario Vaquerizo y Bimba Bosé: el trío que ha saltado a la pasarela de andamio para interpretar Absolutamente al final de la presentación. Lo más importante es que la colección otoño/invierno 2012 que antes se ha visto ha sido una de las mejores que el diseñador andaluz ha presentado hasta la fecha.

Delfín ha llamado a su criatura Will. “Porque significa voluntad y expresa mi deseo de continuar y mi compromiso con todos los que me han apoyado”, explica. Es también el título de una canción que ha escrito y que, producida por Diego Postigo y grabada con la voz de Bimba, ha acompañado el desfile. “No me abandones nunca/ Dime que no lo harás/Hazlo por mí/ Dime que lo harás/ Yo lo haré/ ¿Y tú?” se oía mientras los modelos exhibían variaciones de la cazadora de motorista. Faldas, abrigos y hasta vestidos de noche se han realizado con sus formas y cremalleras. Una colaboración con Elena Benarroch ha proporcionado una versión fabricada en mouton y en un tejido tecnológico que parece piel sin serlo.

El escenario simulaba una zona en obras con luces intermitentes y las prendas mostraban pequeños detalles sacados tanto de la consulta de un fisioterapeuta como de un edificio en construcción: látex, cuerdas de rehabilitación, material reflectante.... “Porque tenemos que hacernos ver en esta oscuridad”, según Delfín. No hay que ser un lince para darse cuenta que su compañía no atraviesa su mejor momento. “Las ventas han bajado mucho y, cuando pones la televisión, lo que ves es deprimente”, argumenta. “Pero yo quiero celebrar que puedo continuar. Con todas las limitaciones del mundo, pero sigo adelante. Nos faltan muchas cosas, pero lo que no faltan son ganas y alegría”.

Ese espíritu de superación ya estaba presente en su colección anterior, hecha a partir de coloristas retales. Esta vez, sin embargo, todo ello se traduce en ropa que no solo narra el momento que atraviesa su creador. Además es apetecible para el que la lleva y favorece. No es un detalle no menor. Por ejemplo, un vestido simple y bien cortado, en un estampado animal oscuro, es la clase de prenda que consigue que las ideas paseen por las calles y no solo por las pasarelas. “Ejercicio y rehabilitación en blanco, gris y negro”, decía el programa. Parece una descripción de lo ocurrido difícil de mejorar.

El subidón de Delfín se ha agradecido especialmente porque el certamen andaba bastante alicaído tras los irregulares desfiles de ayer de Miguel Palacio y Lemoniez. No ha ayudado que Teresa Helbig haya presentado esta mañana una colección tan bonita como intrascendente. Una propuesta casi íntegramente formada por livianos vestidos y micropantalones se antoja poco apropiada para la temporada de otoño. Por mucho que la meteorología esté cambiando con esto del calentamiento global.