Martirio: "Me gustaría haber escrito 'Ne me quitte pas"
El pianista cubano José María Vitier (La Habana, 1954) -autor, entre otras cosas, de las bandas sonoras de películas como Fresa y chocolate- y Maribel Quiñones (Huelva, 1954), más conocida por su personaje, Martirio, presentan estos días su primer disco juntos. Es El aire que te rodea, con poemas de autores iberoamericanos como San Juan de la Cruz, Gabriela Mistral, Rubén Darío y Fina García Marruz, madre del poeta y reciente Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Sus mundos musicales reflejan ese puente entre las músicas de este y el otro lado del Atlántico.
1. La primera canción que aprendiste a cantar.
Martirio: Yo empecé a cantar con fandangos de Huelva, fue lo primero que canté. El primero que me aprendí, es uno que dice: Que ausentándote te olvidaba / Yo creía inocentemente / Y cuanto más me ausentaba / Más te tenía presente / Porque contigo soñaba.
Vitier: Mis primeros pasos fueron tocando una armónica y unas maracas, cosa rara, porque son dos instrumentos con los que actualmente no puedo hacer nada. Pero hay una leyenda familiar, dice la familia que, en una fecha que no puedo recordar, yo acompañaba a mi abuela, la madre de mi madre, que era una excelente pianista profesional. Y empecé a acompañarla en un clásico cubano: Cachita. Y que a partir de ahí me buscaron una profesora de música para comenzar.
2. El primer disco que compraste.
Martirio: El tamborilero, de Rafael.
Vitier: Me gustaban los discos de pianistas, claro, debe haber sido, quizás, La Orquesta Cubana de Música Moderna. Mi hermano [Sergio Vitier, guitarrista] estaba en esa orquesta y quizás por eso lo compré. El único disco que hizo esta orquesta, una banda de jazz de primerísimo nivel.
3. Lo último que has descubierto.
Martirio: El disco de Raimundo Amador, Medio hombre medio guitarra, me tiene fascinada. Pero tengo también otro, En la imaginación, de Javier Colina con Silvia Pérez Cruz.
Vitier: Fátima Guedes, una cantante brasileña.
4. La canción que te gustaría haber escrito
Martirio: Ne me quitte pas [compuesta por el músico belga Jacques Brel, en 1959].
Vitier: El milagro, de Juanito Márquez.
5. Una canción que te hace bailar.
Martirio: Cualquier canción de buen son.
Vitier: A mí los discos de son tradicional, o los de son actual que reverencian a los tradicionales, son los que más intentan, sin lograrlo, que yo saque a mi esposa al ruedo a bailar.
6. Una canción que te hace llorar.
Martirio: Si te contara.
Vitier: Hay una canción que me hizo llorar en su día y cada vez que la vuelvo a escuchar vuelvo a llorar. Es Hombre preso que mira a su hijo, un poema de Mario Benedetti al que puso música Pablo Milanés. Quien no llore con eso, ¡madre mía!.
7. Una canción que te pone de buen humor.
Martirio: A mí me ponen de buen humor casi todas las canciones de Kiko Veneno.
Vitier: Day Tripper, de The Beatles.
8. Una canción que detestes.
Martirio: Muchas. Demasiadas. Yo no puedo soportar la música que va más ligera que el corazón. Cuando machacan de una manera reiterativa sin ningún tipo de creatividad...
Vitier: Yo estaba pensando en el regetón, pero claro, tú me estás preguntando por canción (risas). Es una plaga esa música.
9. Una canción que odias que te guste.
Martirio: Todas las canciones que no sé por dónde, pero se me pegan a lo largo del día. Y cuando me doy cuenta de que las vuelvo a cantar pienso: "¿Otra vez estoy cantando esto?". Hay canciones que se filtran y te llevas todo el día con ellas.
Vitier: Eso me pasa a mí exactamente, pero después es como los sueños, tal como vienen luego no me puedo acordar de ningún nombre. Me pasa mucho al amanecer, con una melodía cuanto más estúpida, más persistente.
10. Una canción sobrevalorada.
Vitier: A mí me pasa lo contrario, canciones que he valorado con los años. Hay canciones que uno de tanto oírlas, mal cantadas, y en ámbitos... lo que decimos en Cuba canciones de borrachos, y de repente he descubierto por ejemplo que Quiéreme mucho, que es una canción de Gonzalo Godoy, es una joya, y me sumé a la larga lista de gente que la ha grabado.
Martirio: Yo también me meto en esta vuelta que le ha dado José María a la pregunta. Yo me he encontrado también con muchas canciones que hasta que no les he quitado el polvo, de arreglos oportunistas, temporales absolutamente, mediáticos, de pronto he podido rescatar la esencia y he alucinado con el mensaje que tenía esa canción. Como por ejemplo, Bésame mucho.
Vitier: Pero a mí me pasó también, ahora me he acordado, que yo hice una música que yo estaba muy feliz y después de que la hice y la grabé en mi casa, mi esposa que estaba trabajando conmigo fue la que me advirtió de que la música que yo acababa de componer y que a mí me gustaba tanto, era la música de una película que yo estaba viendo en televisión, de Milos Forman, que se llama Rag Time y me creí que me la había inventado. Entonces fue una música sobrevalorada por mí.
Martirio: Eso es de arte.
11. La canción que siempre llevas contigo, por si acaso.
Martirio: Yo la última.
Vitier: Yo siempre ando viajando ahora con una canción que se llama Quiero cantar.
Martirio: Pero es de las últimas, seguro.
Vitier: Sí sí, es de las últimas
Martirio: Claro, a mí me pasa igual. Ahora estoy que tengo que viajar a Uruguay y ahí estoy loca con el Spotify a ver qué encuentro, cuál cojo que me venga bien, que yo la sienta mía, porque a mí me gusta cantar en cada país que voy algo suyo. Y en eso estoy.
12. Una canción para empezar una revolución.
Martirio: Te doy una canción, de Silvio Rodríguez.
Vitier: Amor, de José María Vitier. (con letra de su padre, Cintio Vitier)
Babelia
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