El Príncipe, en su salsa

Mientras los príncipes de Asturias recibían en audiencia previa a los premiados, los jurados y los patronos de la Fundación que otorga los galardones, el vestíbulo del Hotel Reconquista en Oviedo era un guirigay y una feria de canutazos, cámaras y declaraciones cruzadas. Había que hacer estómago ante el piscolabis de la fabada, los quesines y el arroz con leche que se sirvió a partir de las 14.00.

Con toda naturalidad se colocó don Felipe en la cola de la barra y fue rulando entre los corrillos, saludando a diestro y siniestro.Feliz, en su salsa, mientras la reina se sentaba a comer con don Manuel Fraga y la princesa Leticia atendía amigos en otro salón contiguo.

Los invitados de toda España fueron llegando a partir de las 10.30 de la mañana. A falta de los futbolistas de la selección -que aterrizan por la tarde, rozando la ceremonia-, los periodistas esperaban a salvo de los gaiteros pero prestos a meter cámara y micrófono en quien apareciera con ganas de cháchara. En el ranking del 'canutazo' -ese absurdo método periodístico en el que no se consiguen más que buenas palabras y sonrisas falsas- hubo claros vencedores.

Congregaron más focos que nadie Luis Aragonés: "Muy contento, de verdad"; el portero del Liverpool, Pepe Reina -primer jugador en llegar esta madrugada y que recibió junto con el presidente de la Federación Española de Fútbol el pin que da el príncipe por la mañana a los premiados- y arrasaron, por este orden, Sara Carbonero y Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria.

El político cántabro es un auténtico oráculo. Pero hoy tocaba valorar los últimos cambios en el Gobierno: "Muy contento por el ascenso de Rubalcaba. Un cántabro". También sacudir un poco al PP tras las declaraciones del alcalde de Valladolid sobre LeirePajín: "Está enfermo, hombre".

Hubo fotos también para la copa del mundo, expuesta hoy en Oviedo y en el Reconquista. Y como el centro mediáticofundamental de esta edición de los Premios es la Selección, fue muy celebrada la foto del guerrero de Xi'an vestido con la roja. En mitad del jolgorio, Richard Serra no perdía detalle, Zygmunt Bauman, hombre de poco fasto y mucha reflexión, se echaba las manos a la cabeza: "¡My god, the ceremony!", y Amin Maalouf sonreía en mitad de la feria.

Foto de familia de don Felipe, Doña Letizia y los galardonados