De la princesa de Asturias al rey de la hamburguesa
Doña Letizia inaugura la 52 edición de la Cibeles Madrid Fashion Week. Maya Hansen se lleva el premio L'Oreal a la mejor diseñadora joven
Su oda al corsé y sus infinitas interpretaciones le han valido a Maya Hansen el premio L'Oréal al mejor diseñador joven de la Cibeles Madrid Fashion Week. La primera jornada de la pasarela madrileña, dedicada a los nuevos creadores, estuvo marcada por falta de riesgo de unas firmas que parecían dirigidas por abuelas en vez de por veinteañeros. Dos visitas robaron, por distintos motivos, todo el protagonismo a los desfiles. La primera, la de la princesa Letizia, que inauguró esta 52 edición, y la segunda, también regia a su manera, la de la mascota de Burguer King, que ocupó la primera fila de varios desfiles.
La princesa Letizia inauguró a las diez de la mañana esta 52 edición. Escoltada en todo momento por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y vestida por Adolfo Domínguez, comenzó la jornada reuniéndose con varios representantes de la industria de la moda. Luego recorrió el recinto y mantuvo un encuentro informal con más de una veintena de diseñadores españoles encabezados por el presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), Modesto Lomba, que destacó el profundo conocimiento del sector que tiene doña Letizia.
El rey de la hamburguesa
Y tras la princesa, llegó el rey de la hamburguesa. Tal cual. La cadena de comida rápida Burguer King es patrocinadora de El Ego y premiará a uno de los jóvenes creadores con una beca en la prestigiosa escuela londinense de diseño Central St. Martins. Así que su mascota, una especie de cabezudo coronado, presenció en primera fila varios de los desfiles del día. ¿Alguien imagina a la directora de Vogue USA, Anna Wintour, sentada junto al payaso Ronald McDonalds en la semana de la moda de Nueva York? Una pasarela que aspira a que se la tome en serio, debe empezar por actuar seriamente.
Ante los ojos de El king de Burguer King desfilaron 10 firmas que, en contra de lo que se suele esperar de la juventud -locura, riesgo, transgresión- fueron poco conformistas y, en el peor de los casos, aburridas. Tan maduras intentaron ser las propuestas de algunas firmas como Bohento o Diana Dorado que terminaron demasiado hechas. Aunque haber, hubo cosas interesantes, como el traje con el punto de Cati Serrá o los tejidos serigrafiados de Esther Lebrato.
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