Los apaños de moda de doña Letizia

La princesa Letizia ha inaugurado hoy la 52 edición de la Cibeles Madrid Fashion Week. Durante dos horas ha hablado con diseñadores y representantes del sector de la moda, se ha detenido a charlar con periodistas y trabajadores de los stands que hay en el Cibelespacio. Y se ha ido a casa con una montaña de regalos para sus hijas, Leonor y Sofía.

A las diez en punto de la mañana, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el presidente del Consejo Ejecutivo de IFEMA, José Luis Cortés, recibieron a doña Letizia a la entrada del recinto de la Feria de Madrid. La princesa llevaba unos pantalones anchos blancos, un top de gasa malva y una chaqueta de punto de seda a juego. Todo de Adolfo Domínguez, según ha confirmado Tiziana Domínguez, hija del diseñador. La princesa ha comentado al modisto gallego y a su familia que, para que el top asimétrico que lucía se viese bien, había pedido que le pusieran una pinza en la espalda de la chaqueta y que le quitaran los botones, para que las solapas se metieran hacia dentro y no taparan la camisa. "Yo y mis apaños", ha comentado doña Letizia. La princesa ha utilizado el mismo tono distendido en sus continuos encuentros.

El primero de ellos ha sido con distintos representantes de la industria de la moda, entre los que se encontraban el mismo Adolfo Domínguez y el presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), Modesto Lomba. El creador vitoriano ha destacado el profundo conocimiento del sector que ha demostrado la princesa y la importancia que tiene su presencia en Cibeles para la proyección de esta pasarela y la difusión de la marca Moda España.

"Profesionalidad e inteligencia"

Un portavoz de la Casa del Rey ha explicado que doña Letizia ha preferido hacer una visita general a Cibeles en vez de acudir a un desfile determinado, ya que, de hacerlo, resultaría muy difícil elegir uno sin producir agravios. La directora de la Madrid Fashion Week, Cuca Solana, ha subrayado la "profesionalidad e inteligencia" de la princesa. Dos adjetivos que han utilizado también modistos como Domínguez.

Tras la primera reunión, doña Letizia ha vistado el showroom de El Ego, donde jóvenes diseñadores que no desfilan presentan sus colecciones. La princesa se ha detenido en varios puestos y se ha interesado por las piezas de varios creadores. Algunos de ellos le regalaron camisetas y colgantes. "Es más alta en realidad", "mucho más guapa" se oía cuchichear a su paso. Después se ha encontrado en una de las pasarelas de Cibeles con más de una veintena de diseñadores, entre los que se encontraban Juanjo Oliva, Miguel Palacio, Lemoniez, Antonio Alvarado o Elio Bernhanyer... junto a ellos ha vistado el vestidor de la diseñadora catalana Teresa Helbing, y el espacio de maquillaje y peluquería de L'Oreal, por dónde pasan las modelos antes de cada desfile. Ha charlado un rato con los estilistas, una conversación distendida en la que la princesa se ha mostrado muy interesada en los detalles de su trabajo. Interés sostenido en todos los encuentros y saludos (decenas) que ha protagonizado en su visita. Por ejemplo, en el stand de GHD, una famosa marca de planchas de pelo, ha comentado a las encargadas que le costaba mucho conseguir que su pelo ganase volumen o resistiese las ondas, ya que lo tiene muy liso.

Franqueada en todo momento por Esperanza Aguirre, también ha visitado el Kissing Room, la sala en la que los diseñadores se encuentran con prensa e invitados después de cada desfile. Allí ha aprovechado para tener un encuentro informal y hacerse algunas fotos con una representación de diseñadores españoles. A la salida, las últimas anécdotas. La firma Famosa le ha regalado dos muñecas Nancy azafatas, cuyos trajes habían sido diseñados por Elio Bernhanyer y Adolfo Domínguez. Doña Letizia también se ha llevado del puesto de merchandising de Cibeles dos bolígrafos luminosos de color rosa ¿tal vez para Leonor y Sofía?