_
_
_
_
BLACK IS BLACK | Un espacio para la novela negra, la música pop y otros vicios mayores

El 'bluesman' que nunca existió

Las noticias sobre las desdichas de John Lurie nos retrotraen a su último disco: el Grandes éxitos del legendario Marvin Pontiac. Hay una sabrosa historia detrás. Y Elmore Leonard estaba en el ajo.

¿QUÉ FUE DE...?

Cuando un artista desaparece durante años, conviene pensar que algo se ha torcido: lo de escaparse a la Polinesia no es una opción para los tiempos que corren. Estos días se han difundido malas noticias sobre John Lurie. El saxofonista de los Lounge Lizards (y actor habitual en películas de Jim Jarmusch), sufre la enfermedad de Lyme y ha dejado de tocar. Aparte, vive escondido, dicen que lejos de Nueva York: una bronca con su antiguo mejor amigo ha desembocado en amenazas, una campaña de acoso, denuncias en comisaría.

Más información
Masculinidad en crisis: el hombre enamorado del siglo XX
El hospital de los líos
Se recalientan 'los problemas'
Las Fantásticas bailan 'trance'
El lujo es el mejor afrodisíaco
Neil Young contra Hernán Cortés
La stripper y su socia
El policía putero
Un comisario caído en desgracia

DOS GRADOS DE SEPARACIÓN

En los años 80 y 90, Lurie era el arquetipo de bohemio del downtown neoyorquino. Un hipster arrogante y peleón, que ejercía de seductor aún antes de que el cine popularizara su cara. Perfectamente cool, arrasaba por donde pasaba. Después de su agitado concierto en solitario en Madrid, "intimó" con una conocida mía; ella pasó a ser la-chica-que-vaya-conoció-bíblicamente-a-John-Lurie. ¿Lo reconozco? Vale: creo que posteriormente yo también "intimé" con ella, aunque mis recuerdos de aquella noche sean vaporosos.

¿A QUÉ SONABA JOHN LURIE?

Los Lagartos de Salón debutaron en directo allá por 1979, con un repertorio de fake jazz y ambientes de cine negro. Lo de falso jazz fue una etiqueta ingeniosa pero les garantizó la antipatía del núcleo duro de la religión jazzera: a pesar de trabajar con el insigne Teo Macero (el productor de Miles Davis), nunca dejaron de ser considerados unos impostores. Lo de los Lounge Lizards era un be-bop tocado con filo punky, lo que tal vez explique las acusaciones de que estaban más atentos a la envoltura que a la sustancia. En Europa, por el contrario, fueron abrazados con efusión.

Con el tiempo, Lurie quiso enmendar y enriquecer su perfil de estrella del downtown: trabajó con orquestas sinfónicas y cuertetos de cuerda. También descubrió los aromas del kabarett, lo que le fue desplazando hacia el Territorio Tom Waits (ambos usaban al guitarrista Marc Ribot, asi que no se trata de una recriminación). Y ya llegamos a lo que nos interesa. Lo último que llegó de John como músico es que estuvo implicado en un disco publicado en 2000, The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits.

LO QUE SABEMOS DE MARVIN PONTIAC

Según Allmusic, se llamaba Marvin Touré y nació en Detroit el 30 de marzo de 1932, hijo de un natural de Malí y una neoyorquina de origen judío, una pareja que duró poco. Cuando su madre fue ingresada en un psiquiátrico, el padre recuperó al chico y le crió en Bamako. Bajo el nombre de Marvin Pontiac, retornó a Chicago donde sus conocimientos de la música de Malí quedaron eclipsados por el descubrimiento del urban blues que se estaba fraguando en la ciudad. Tocaba la armónica hasta que recibió una paliza de Little Walter, convencido de que el africano le estaba robando su sonido y sus temas.

Little Walter era peligroso cuando se enfadaba y Marvin se largó a Tejas, donde trabajó de fontanero y -según rumores- robó un banco. También actuaba por el Golfo de México y en 1952 comenzó a grabar para un sello regional, Acorn. Sus discos tenían ADN africano y algunos temas cruzaron el Atlántico, funcionando comercialmente en Nigeria. Sin embargo, Marvin se desilusionó con la música y mostró un comportamiento crecientemente excéntrico.

Sus choques con las instituciones proporcionan los escasos datos fiables. En 1963 fue arrestado cuando la policía californiano le descubrió circulando desnudo sobre una bicicleta. Ya en los setenta, pasó temporadas en un manicomio de Detroit. Contaba a los que le escuchaban que había sido secuestrado por alienígenas. Murió en 1977, arrollado por un autobús.

Y habría sido olvidado de no contar con admiradores blancos. Se supone que Jackson Pollock era un fan, hasta el punto de regalarle varios cuadros (nada impresionado por su arte, Marvin los tiró a la basura). En el 2000, nuestro John Lurie rescató sus grabaciones con un lanzamiento en su sello particular, Strange & Beautiful. Es el citado The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits.

ELMORE LEONARD RATIFICA SU GRANDEZA

El novelista Elmore Leonard es un residente de Detroit y también cayó bajo el embrujo de Marvin. En su Tishomingo blues (publicada aquí como Blues del Mississippi), aparece un negro embaucador, de nombre Robert Taylor, que da un curso acelerado de blues al protagonista, Dennis Lenaham, un ingenuo que se gana la vida como saltador de trampolín. Robert le pone discos y espera su reacción:

- "La armónica podría ser de Little Walter", dijo Denis, "pero realmente no sé."

- "Little Walter, mis cojones. Tío, es Marvin Pontiac y su éxito, I'm a doggy".

- "Nunca oí hablar de él".

- "Pues debería darte vergüenza. Marvin es mi favorito. Marvin Pontiac, parcialmente inspirado por Muddy Waters. Y otra parte suya fue robada por Iggy Pop. ¿A que sí conoces a Iggy?"

- "Sí, ya veo por donde vas. ¿Así que I wanna be your dog, la de Iggy, tiene su origen en, a ver, I'm a doggy?"

- "Algunas cosas que hacía las llamaba blues afrojudaicos", dijo Robert. "Marvin siempre llevaba túnicas blancas y un turbante como el de Erykah Badu, antes de que se rapara la cabeza. Tenía sus rarezas. Vivía solo...escucha esto. Un productor le imploraba un disco y Marvin Pontiac le dijo que vale, que lo haría si el productor le cortaba la hierba".

- "¿El césped?"

- "Sí, su hierba, su césped, y el hombre lo hizo para que Marvin entrara en el estudio. Eso es lo que estás escuchando, The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits. Aquí está Pancakes. Y Bring me rocks, con ese verso que dice: 'mi pene tiene cara y le gusta ladrar a los alemanes.' La gracia está en que nunca se fotografió la cara de Marvin. ¿Ves esas fotos tomadas desde lejos, donde está con la túnica blanca y el turbante? Pues no hay primeros planos."

LA CRUDA VERDAD

Otro día convendría hablar de la mala suerte de Elmore Leonard en nuestro país. En términos comerciales y de consistencia estética, Leonard es algo así como el Bruce Springsteen del noir estadounidense pero en España nunca ha impactado: las editoriales no suelen acertar con sus mejores títulos y, encima, cuesta traducir sus certeros diálogos.

Leonard coincidió con John Lurie durante la elaboración de la adaptación cinematográfica de uno de sus textos, Get Shorty, aquí rebautizado Cómo conquistar Hollywood . Y el novelista se sumó a la Conspiración de Marvin Pontiac. Al igual que Beck, David Bowie, Flea, Leonard Cohen, Iggy Pop ¡o Michael Stipe!, que declararon su pasión por Pontiac, lo importante que fue en sus carreras bla bla bla.

En realidad, The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits es sencillamente un disco de canciones de Lurie, con algunos guiños en letras y ritmos al ficticio Marvin. Rock-blues al estilo del downtown, muy disfrutable. Sólo los muy crédulos podían tragárselo. El sonido no se parece a nada que hubiera grabado un bluesman en los años cincuenta o sesenta. Y las pistas están en los créditos: obviamente, John Medeski, Marc Ribot, Calvin Weston o el propio John Lurie no eran profesionales en aquellas décadas.

SINCRONICIDAD

Las ideas están en el aire. Al mismo tiempo que Lurie confeccionaba el montaje de Marvin Pontiac, los gallegos de Siniestro Total estaban grabando La historia del blues, donde recreaban piezas procedentes del repertorio de Jack Griffin. Sí, otro bluesman mítico. Pero era un proyecto aún más ambicioso (y demasiado fuerte, ay, para el mercado español) que se merece otro reportaje.

El saxofonista John Lurie
El saxofonista John Lurie
Portada del disco 'The Legendary Marvin Pontiac's Greatest  Hits', publicado en 2000
Portada del disco 'The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits', publicado en 2000

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_