La nueva ley del cine de Cataluña fuerza el doblaje de los filmes más comerciales
Los exhibidores y distribuidores consideran la norma "injusta".- La nueva medida no afecta a películas en castellano
El Gobierno catalán ha aprobado este martes su proyecto de Ley del Cine en Cataluña que, en su última versión, ha endurecido de forma considerable las exigencias de doblaje al catalán anunciadas hasta la fecha. Si el anteproyecto establecía la obligación de doblar al catalán la mitad de las copias de las películas que se estrenen en más de 15 pantallas, el nuevo texto especifica que esta excepción de las 16 copias se aplicará sólo a los filmes europeos. Es decir, las películas estadounidenses, las más taquilleras y comerciales, tendrán que doblarse todas desde la primera copia. También las chinas o las iraníes tendrán esta obligación, pero como recordó el consejero de Cultura, Joan Manel Tresserras, la mayor parte de esta filmografía ya suele exhibirse en el formato de versión subtitulada por lo que el impacto será menor. Los filmes en castellano o en catalán están exentos de cualquier obligación. Los exhibidores y distribuidores ya han calificado la nueva norma de "injusta".
Con esta vuelta de tuerca, el departamento de Cultura, impulsor de la ley, pretende evitar el boicot parcial por parte de las grandes distribuidoras estadounidenses, las majors, cuyos representantes amagaron a finales de diciembre con estrenar en Cataluña con menos copias para eludir la obligación del doblaje. Las principales asociaciones de distribuidores y exhibidores de cine han mostrado su rechazo frontal a la ley. Para los segundos se trata de una cuestión de supervivencia ya que afirman que no hay demanda de cine en catalán y esta obligación puede agravar el acusado descenso de asistentes a las salas de cine. Para los primeros, se trata no tanto de un tema económico como de una cuestión de principios ya que temen que si ceden en Cataluña se vean obligados después a tener que doblar las películas a otros idiomas minoritarios en España o en otros países europeos. Precisamente en este punto, Tresserras señaló hoy que la ley tiene el objetivo de ser pionero y abrir una punta de lanza para romper con el monopolio de las grandes distribuidoras que podría sentar precedente en otras comunidades. Para ello, además del tema lingüístico, la ley también prevé multas en el caso de que las distribuidoras obliguen a los exhibidores a comprar lotes de películas como condición para cederles los grandes taquillazos.
El proyecto de Ley, que entrará por el procedimiento de urgencia en el parlamento catalán con el objetivo de que pueda aprobarse a principios de verano, también introduce la obligación de que en todos los DVD que se distribuyan en Cataluña se incluya la versión en lengua catalana en el menú de idiomas. En principio, la ley establece que el coste de estos doblajes deberán asumirlo los distribuidores si bien abre una puerta a la negociación al explicitar claramente que la puesta en marcha de este proceso está abierto a los acuerdos que se firmen con el sector, lo que podría incluir la posibilidad de que la Generalitat asumiera parte del coste. El objetivo, insistió Tresserras, "no es perjudicar a un sector que ya se encuentra en una crisis profunda sino, al contrario, ayudarle con un cambio total de modelo". Promocionar la versión original subtitulada, garantizar el "derecho del usuario" a elegir el idioma en el que quiere ver la película y la salvaguarda de la diversidad cultural con el apoyo a la distribución de las filmografías minoritarias a través de la creación de una red concertada de salas de cine son, según el consejero de Cultura del Gobierno catalán, los principales ejes de esta ley que asegura pretende reforzar y relanzar el sector audiovisual catalán.
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