La 'Azoka' levanta el telón
La 44ª edición ofrece 459 novedades editoriales en sus 292 puestos - Los escolares fueron los protagonistas de la jornada inaugural
La Feria del Libro y el Disco vasco de Durango nació en 1965 con el objetivo de dar a conocer el material cultural que se producía en Euskadi. Con los años, esa primera exposición, que sólo congregó a 19 participantes, ha mantenido el propósito de promocionar las últimas novedades editoriales y discográficas de la comunidad autónoma, aunque se haya ampliado el abanico de disciplinas que presenta y el número de expositores interesados en acudir a la cita. En su 44º edición, inaugurada ayer y que se prolongará hasta el martes, se presentaron 459 novedades editoriales repartidas entre 292 stands.
Cientos de jóvenes de centros escolares cercanos acudieron ayer en masa a estrenar la primera jornada de feria, en la que también se pudo disfrutar de una sesión de bertsos, break-dance y hip-hop en euskera, como la que ofrecieron los guipuzcoanos XD Fucking y New Generation, en el edificio Elkartegi. En la sala no cabía ni un alfiler.
El público pudo probar los e-books, o nuevos ejemplares electrónicos
Cientos de estudiantes de colegios cercanos atestaron el recinto central
La mayoría de los estudiantes hacían cola en los expositores del edificio central, donde podían adquirir lo último —y también los temas clásicos— de sus grupos favoritos. Gatibu, Ken Zazpi, Su ta gar, Negu Gorriak y Kortatu acapararon buena parte de la atención juvenil.
Entre el nutrido público asistente también había adultos que quisieron hacer sus primeras compras navideñas, aprovechando que los precios eran parecidos —incluso algo más bajos en el caso de los libros— que el año pasado. La oferta es muy variada y abarca un amplio espectro de gustos y bolsillos. Los clásicos libros de cocina de Karlos Argiñano, puzzles, videojuegos, series y películas dobladas al euskera —Heidi y Barbie incluidas—, se codean con fondos documentales cedidos por el Parlamento vasco, manuales sobre setas, textos históricos, técnicos y el primer libro impreso en euskera (1545).
Los ejemplares a la venta, o bien están escritos en euskera o tienen temática vasca. El 40% de ellos están redactados en inglés, francés y castellano, según señaló el director de la feria, Jon Irazabal.
Cataluña también tiene este año una presencia destacada en el evento, ya que su cultura es la invitada de honor de esta edición. De hecho, el escritor Andreu Carranza (Ascó, 1957) fue el encargado de inaugurar la feria con una conferencia sobre la virtualidad en la literatura. Aunque él se confesó más cercano a los libros de papel —"me gusta tocarlos, sentirlos"—, también está abierto a las nuevas versiones electrónicas, que ayer cosecharon una gran expectación entre los asistentes. El grupo editorial Elkar permitió probar tres modelos de este nuevo soporte digital, que ya se pueden adquirir a través de Internet.
La novedad de este año es el espacio Ahotsenea, donde músicos, escritores y poetas compartirán en directo sus obras con el público.
Babelia
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