Algunas obras que hablan de Foster
Un repaso a las construcciones más emblemáticas del nuevo premio Príncipe de Asturias de las Artes
1- Edificio del Reichstag (1999). Esta obra de rehabilitación y sede del Parlamento alemán, se puede considerar un modelo de arquitectura simbólica, en el sentido de que une esta disciplina a un momento histórico clave, la caída del muro de Berlín, y la nueva Alemania unificada. Este edificio une admirablemente su vertiente pública (una nueva forma de hacer política que nace) con la privada, en el sentido de conectar con el nuevo espíritu y las nuevas ilusiones que surgen en la sociedad alemana.
2- Banco HSBC Hong Kong (1986) . Es una apuesta decidida de Foster por la modernidad. Esta obra resume muy bien su manera de entender la arquitectura, porque une su faceta de investigador sin renunciar a la resolución de los problemas arquitectónicos. Aquí Foster hace una declaración de principios: no es un arquitecto entregado sólo a la técnica. Este edificio derrocha el uso de nuevas tecnologías, pero destinadas a lograr un excelente juego de espacios.
3- Aeropuerto Internacional de Hong Kong (1998) . Nadie duda de que Norman Foster es un maestro en construir este tipo de obras. Ese afán suyo por ser resolutivo y estudiar todos los factores que intervienen en el uso del edificio, este aeropuerto es un ejemplo de convertir los grandes movimientos de masas en proyectos con mucho interés arquitectónico. Este aeropuerto tiene capacidad para trasladar hasta 35 millones de viajeros y su construcción en la pequeña isla de Chef Lap Kok, está considerado uno de los proyectos de ingeniería más costosos de la historia.
4- Metro de Bilbao (1995) . Es el ferrocarril de Bilbao y de su aérea metropolitana, extendido en ambas márgenes de la ría, que concentra aproximadamente a un millón de habitantes. Es la cuarta red de metro de España. Como en la obra anterior, Foster no se olvida de quien todos los días tiene que utilizar ese medio de transporte y logra hacer de ello un hecho agradable. Ha logrado que sea una obra muy querida por quienes todos los días tienen que hacer uso de él. Aquí, el arquitecto ha logrado convertir algo antipático (el hecho de enterrarse en un Metro) y doméstico, en algo muy confortable. Y por si fuera poco es una obra estéticamente admirable.
5- Torre Swiss Re en Londres (2004) . Conocida como "el pepinillo" tiene 180 metros de altura y su exterior son 24.000 metros cuadrados de cristales de vidrio. Pero esta obra gigante habla de otra de las facetas de Foster, su interés por el medio ambiente, más allá de las etiquetas. Su forma aerodinámica cubierta de paneles de vidrio reduce a la mitad el consumo de energía de un edificio convencional. Y si hay alguien del que se pueda decir que ha cambiado el perfil del cielo de Londres, sin duda es Foster que lo logró de nuevo con esta obra radical arquitectónica y espacialmente.
6- Torre La Collserolla (1992) . Es una torre de comunicaciones, situada en el Pico de la Vilana, de 350 metros, justo al lado del monte emblemático de Barcelona, el Tibidabo. Mide 280 metros y tiene 30 pisos. Pero esta obra se puede considerar, más que una construcción, una escultura, es decir, está más cerca de este arte que de la arquitectura y donde Foster hace un derroche de su total dominio sobre la forma. Y, pese a que su actividad está más cerca de lo prosaico (realizar los enlaces audiovisuales de Barcelona, incluso tiene hasta un cátering) que de la poesía, algo que logra hacer con esta escultura.
7- Torre Caja Madrid (2009) . Es el edificio español más alto y está entre los más altos de Europa. Está dentro del complejo de las cuatro torres construidas en los antiguos terrenos de la ciudad deportiva del Real Madrid y que han cambiado el perfil del cielo de Madrid, algo a lo que Foster está muy acostumbrado en Londres. Tiene un total de 250 metros de altura donde se reparten 45 plantas y su estructura de acero pesa 11.000 toneladas. El vidrio y las plazas de acero son los protagonistas de este edificio que habla de otro momento de Foster, el actual, que es cuando desarrolla obras más corporativas, por decirlo de algún modo, más mecánicas y en colaboración con otros socios. Esto tiene que ver con la configuración de su estudio de Londres, en el que ya no es el propietario absoluto, sino que vendió parte a otras entidades. Pero de las cuatro, su torre ya es valorada por los ciudadanos como la más emblemática. Porque si algo tiene Foster, es que logra unir en su persona la admiración de los profesionales y del público en general.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.