Avedon y Lebeck, duelo de fotógrafos en Berlín
El Museo Martin Gropius Bau reúne dos retrospectivas sobre los dos grandes retratistas berlineses
El fotógrafo alemán Robert Lebeck presentó hoy sus Fotografien 1955-2005, una retrospectiva con imágenes de "toda una vida", en las que desafía al rompedor Richard Avedon desde la misma plaza, Berlín, y en el mismo museo, el Martin Gropius Bau. Lebeck, en la segunda planta, y Avedon, en la planta baja, comparten escenario y ofrecen un desafío de maestría y estilo, en dos exposiciones paralelas que convierten el Martin Gropius en el placer fotográfico del invierno berlinés.
"Lo mío son fotos de toda la vida. De la Alemania de los 50 a la Latinoamérica que vi en los 60, el Africa que se libera del colonialismo y la España de Franco", explicó Lebeck, quien se siente "reportero gráfico", más que "cien por cien artista", donde sí situaría a su colega estadounidense.
La exposición de Avedon (1923-2004), abierta en octubre, recorre el glamour hollywoodiense y la América bastante más oscura de los granjeros y obreros. Lebeck repasa con su cámara medio mundo, también el de las celebrities, con paradas en un par de personajes -el antiguo canciller Willy Brandt y Romy Schneider-. "A veces pienso que no me acerqué tanto a ellos como parece. Algunos eran inabordables. Como Brandt. Lo tenías delante, pero él seguía en su nube", explica Lebeck, para quien fotografiar implica también captar a esos personajes "en sus alturas".
Franco, Juan Carlos y El Cordobés
Francisco Franco en Barcelona, en 1957; Juan Carlos de Borbón pilotando un avión, bajo la mirada incrédula de sus "niñas", las infantas; una corrida de toros con el Cordobés, en Sevilla, más el Valle de los Caídos, también en los 60. "Fue un largo viaje, seis semanas. Entonces se podía aún fotogrfiar en silencio, sin verse envuelto entre un barullo de equipos de televisión. Ahí los tuve a todos: a los obispos, a la Guardia Civil, a Franco...", recuerda ahora Lebeck. De este escenario, al África en su año cero, también 1960, en que de pronto accedían a la independencia 17 colonias británicas, francesas y belgas. Una misionera en el estadio de fútbol de Lomé, en Togo, y un jovencísimo Joseph Mobutu en su casa de Kinshasa, con su hija en el regazo, son algunas de las imágenes de entonces.
Lebeck, nacido en Berlín en 1929, ha recorrido medio planeta y captado con su cámara a Jackie Kennedy, en el entierro de su cuñado, Robert Kennedy. "En su mirada había la tragedia de dos asesinatos", explica el fotógrafo, respecto al magnicidio que se llevó al presidente John F. Kennedy y luego a su hermano y frustrado sucesor. La melancolía de la viuda, la mirada resignada de un rostro comido por la bomba atómica de Hiroshima, junto al arranque de un Günter Grass convertido en torbellino danzante junto a su esposa, Ute, en batín, en 1982.
Reportero privilegiado
También están Maria Callas, Alfred Hitchcock y Elvis Presley, sirviendo como soldado en la Alemania de los 50 que empezaba a sentirse de nuevo viva, mientras llegaban de los campos de prisioneros del Este de Europa los últimos presos alemanes. Lebeck cumplirá 80 años en marzo del año que viene y se declara un privilegiado "por haber visto y recorrido tanto y encima estar vivo". Consciente de que ni su aspecto ni su voz son los de un octogenario, el fotógrafo explica que su secreto es "hablar despacio", "tal como he tratado de hacer siempre mi trabajo: con cierto reposo". Está entre los maestros que se han pasado a la cámara digital -"en el fondo es práctico, eso de trabajar sin película..."-. A esta última etapa dedica también uno de los espacios de su exposición: al Berlín actual.
El blanco y negro domina toda la retrospectiva, hasta que llega al mundo de lo digital y berlinés. Avedon, en la planta baja, recibe al visitante también en blanco negro, con un autorretrato, rompedor como su propio estilo. "Un gran honor, semejante vecino", decía Lebeck, el reportero gráfico que compartió avión con el ayatolá Jomeini y fotografió a Franz Beckenbauer y Pelé chapoteando en una piscina en Santos (Brasil).
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