Una fiesta muy movida
El Círculo de Bellas Artes inaugura los homenajes al primer movimiento artístico de la España democrática
El Círculo de Bellas Artes de Madrid recreó anoche el ambiente de la movida madrileña en una fiesta de inauguración que, con más conservadurismo de lo esperado, sirvió de pistoletazo de salida para las numerosas actividades de cine, música y arte programadas hasta febrero. Un viaje en el tiempo repartido en distintos espacios y escenarios, con más de 200 actos que se desarrollarán del 29 de noviembre a febrero de 2007.
La Comunidad de Madrid celebra los 25 años de la Movida y comenzó anoche su programación con una fiesta en la que, ocupando diversas plantas del Círculo de Bellas Artes, se presentó tímidamente este nuevo acercamiento a la revolución cultural de la primera España democrática.
El recuerdo de esa ebullición creativa y de la modernidad frente a la caspa predemocrática contó con notables ausencias. Tan sólo Fabio McNamara, Blanca Sánchez o Jaime Urrutia acudieron a una fiesta que se dividió en dos ambientes: el más discotequero del Salón de Baile y el chill out de la Sala de las Columnas. Sin embargo, y pese a que el DJ Magin prometía en el programa recuperar los temas que sonaban en la mítica y detonante sala Rockola, la selección de temas dio más apariencia de noche de fiesta convencional sólo rota por lo atípico del entorno y la comida y bebida gratuitas.
Así, se optó por las canciones más populares de Alaska y Nacho Canut, como Mil campanas o Mi novio es un zombie, o La chica de ayer, de Nacha Pop, los registros se abrieron a la música general de los años 80 en España, tomando el todo por la parte y sonando músicas improcedentes como las de Mecano, Hombres G e incluso Paloma San Basilio.
Conforme avanzaba la noche, el tecno fue haciéndose su sitio y, sin decoración ni recursos que ambientaran a los presentes en "la movida", todo se fue tiñendo de normalidad en un acto divertido y cómodo, pero desvirtuado en su significado original. De esta manera, tan solo el público, que fue heterogéneo y que llenó las salas hasta las tres de la madrugada, fue el objetivo netamente cumplido de esta ceremonia de presentación, en la que Dani Panulo mostró una coreografía de gran belleza pero, de nuevo, sin nexo con la temática de la fiesta más allá de unos pantalones de leopardo.
El homenaje a la movida tomará, hasta el 17 de febrero, distintos centros culturales de Madrid, como el propio Círculo de Bellas Artes, el Real Jardín Botánico o la emblemática Sala Sol para convocar a cantantes, pintores, cineastas o fotógrafos que definieron o que fueron testigos de esta corriente cultural que este año cumple los 25 años de su nacimiento.
Babelia
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