Ramón Pernas aborda el poder redentor de los libros en su novela 'Del viento y la memoria'

El periodista y escritor Ramón Pernas ha presentado hoy su novela Del viento y la memoria, en la que reivindica el poder redentor de los libros a través de la mitología gallega. Su sexta obra se inspira en una leyenda que nació tras el incendio de una biblioteca durante la Guerra Civil y que tiene entre sus protagonistas al diablo.

El argumento de la novela, publicada por Espasa, se inicia con la quema de la biblioteca de una ciudad costera gallega provocada por una pandilla de cinco falangistas, quienes lanzan al mar los pocos volúmenes que se salvan de las llamas. Este hecho da lugar a la leyenda de los "libros peregrinos", de los que se dice que han de regresar algún día allí.

El autor gallego explicó que su obra está plagada de "referencias supersticiosas" en homenaje a su "maestro", Alvaro Cunqueiro, y manifestó que está en la línea de "los escritores gallegos en castellano, como Valle o Cela, con todos los que hemos contribuido a poner eslabones en el español, el activo más grande que tenemos".

Clásicos redentores

El narrador -un niño del pueblo que se convierte en periodista-, a quien acompaña el demonio Luciano Bello, un diablo castigado a vivir en la Tierra y que invitará a su amigo a conocer el infierno, reconstruye las vidas de los cinco autores del incendio, cuatro de los cuales recibirán una obra maestra de la literatura, cuya lectura les servirá para redimirse de la barbarie que causaron.

Se trata de El Quijote, la Ilíada, las Metamorfosis de Ovidio y El contrato social, de Rousseau, cuatro obras que enloquecen, castigan, ajustician y redimen, en su caso, a los personajes. Un quinto falangista, sin embargo, un sociópata asesino y sanguinario, no recibe libro alguno, "porque no encontré nada que pudiera curarlo", apuntó el autor.

Y es que la obra, en su conjunto, es "un canto de amor a los libros", reiteró Pernas, quien cree "en el poder curativo y redentor, como bálsamo de la literatura, frente al horror y al dolor". El telón de fondo de la novela es la Guerra Civil, pero podría ser cualquier otra contienda, pues, para el autor, "una guerra es siempre la misma, la del fanatismo y la intolerancia", de ahí que, en su opinión, las "obsesiones" por recuperar recuerdos e historias sean "totalmente legítimas".