Un libro académico captura la mirada imprevisible y libre de Gutiérrez Aragón

Un viaje sin cartas de navegación ni sextante, en la oscuridad de la sala de cine, con un final siempre imprevisible. La aventura de transitar por las películas de Manuel Gutiérrez Aragón es un ejercicio de libertad personal, y su particular forma de narrar le ha convertido en un clásico del séptimo arte en España.

El director cántabro (Torrelavega, 1942) ha sido homenajeado hoy por sus pares durante la presentación del libro Las fábulas del cronista (publicado por la Sociedad General de Autores y Editores y la editorial Ocho y Medio), una recopilación de ponencias y debates académicos que sobre su obra se realizaron en la Universidad Menéndez Pelayo de Valencia durante el verano de 2002.

"Un clásico involuntario"

Escoltado estaba hoy Gutiérrez Aragón por los únicos predadores que tiene un hombre de cine, que además se habían congregado en manada a su alrededor. Hasta cuatro críticos (Diego Galán, Mirito Torreiro, Carlos Heredero y Antonio Weinrichter) han desgranado sus opiniones sobre el director cántabro, que ha salido del acto convertido en "un clásico involuntario".

Así lo cree Torreiro, crítico de EL PAÍS, que considera a Gutiérrez Aragón "un cineasta imprevisible" que permite al espectador ejercer su libertad personal para explorar sus películas. El libro no es, según este especialista, "un estudio exhaustivo de su obra, sino un retrato caleidoscópico de las facetas más relevantes de su personalidad".

"El cine es vida"

Gutiérrez Aragón tiene en cartel en estos momentos La vida que te espera, protagonizada por Juan Diego, Luis Tosar y Marta Etura. El próximo domingo leerá su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes.

"Es el modelo de autor que hace cine en España. En el panorama de un cine bastante precavido hay gente como él que se arriesga a pedir un esfuerzo al espectador", ha señalado Galán, que considera sus películas "imprevisibles" por "su especial forma de narrar".

Sin nostalgia

¿Y qué opina el homenajeado? Pues que el cine es, en sí mismo, vida. "Cuando era pequeño y paseaba por mi pueblo la realidad era muy pobre y muy gris, muy inferior a la del cine. Hoy ya no es así. El cine ya no es como la vida, es vida, y cada vez la vida copia más del cine". Y aunque reconoce ser "imprevisible", "permanece [en todas las películas] siempre el estilo", porque "es el carácter" y "lo que hace que un creador sea lo que es, más allá de los temas, que pueden cambiar".

Así, el libro no recoge sólo "retazos de historias que quedan detrás de la películas", sino, en su conjunto, "un resumen de la historia de España más reciente", aunque sin nostalgias, que él no siente, porque la vida, como el cine, es "tan apasionante que no hay tiempo para mirar hacia atrás".