La lluvia empapa a 18.000 seguidores del hip-hop y del mestizaje en Festimad
Public Enema, Audioslave, Asian Dub Foundation y Molovtov, protagonistas de la última jornada
La lluvia hizo acto de presencia en la segunda y última jornada del Festimad pero no consiguió aguar la fiesta. 18.000 personas, según los organizadores, seguidores del grunge, el hip-hop y el mestizaje se congregaron hasta bien entrada esta madrugada en el parque El Soto de Móstoles (Madrid) para presenciar los conciertos de grupos como Audioslave, Asian Dub Foundation o Molovtov.
La tormenta arreció durante el concierto de Asian Dub Foundation en el escenario principal. Pero el público, en vez de huir despavorido, jaleó aún más a los anglo-hindúes, uno de los grandes triunfadores del festival. Su música, "imposible de definir o encuadrar en un estilo determinado", según sus propias palabras, paseó del drum'n bass a las melodías tradicionales de la India, pasando por el hip hop, faceta ésta potenciada por la sustitución de su antiguo vocalista por dos poderosos MCs.
Los británicos mostraron su satisfacción por compartir escenario con Ojos de brujo y con Public Enemy, "la verdadera revelación del hip-hop en los 80, pues fueron los primeros en contar los problemas de su comunidad con una verdadera radicalidad sonora". Tan contentos estaban que acabaron su actuación con dos temas clásicos de su repertorio, Naxalite y Free Satpal Ram, insuficientes para un público que les obligó a hacer un bis.
Pacifismo crítico
Así que Public Enemy arrancó la noche con todo el mundo pendiente de su actuación por la suspensión de la actuación de Radio 4 en el escenario de El Lago. Los veteranos Chuck D y Flavor Flav, acompañado éste de su clásico reloj al cuello, pusieron los puntos sobre las ies a aquellos que pretenden arrebatarles el trono del hip-hop. Con un contundente Make love, fuck the war (Haz el amor, jode a la guerra), los neoyorquinos se situaron en la misma orilla que Asian Dub Foundation, Audioslave y, en definitiva la totalidad de grupos asistentes, la del pacifismo crítico con la actuación de Estados Unidos.
Molotov volvían a actuar en el mismo lugar y en las mismas condiciones que su bautismo de fuego en España hace cinco años: el escenario El Lago y con un diluvio sobre los asistentes. Su actuación alternó las canciones, convertidas ya en himnos, de su álbum de debut, Donde jugarán las niñas, con las del último, titulado Dance and dense denso, nombre también del tema que abrió su demostración de gamberrismo punk-rock. Alcanzaron el delirio con Gimme tha power, la primera canción coreada por el público de principio a fin en todo el festival.
Audioslave, cabezas de cartel en el segunda día, se presentaban como una intromisión de rock duro en esta jornada mestiza. Los temas de su disco homónimo, como Cochise cobraron nueva vida en directo gracias a la voz de ultratumba de Cornell, pese a los problemas técnicos que sufrió el grupo. Tras su actuación, se dio paso a la ración electrónica, protagonizada por los DJs de Asian Dub Foundation y Public Enemy, que despidieron a los asistentes a la más multitudinaria edición de Festimad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.