España inicia el proceso para declarar su primer parque nacional marino en la isla de El Hierro

Frente a La Restinga, el núcleo de población más meridional de España, existe una afilada montaña submarina con dos picos que no llegó a emerger por apenas un puñado de metros. Se le conoce como El Bajón y es una de las inmersiones míticas para los aficionados a la fotografía submarina. Porque esta escarpada pared sometida a las corrientes es el hogar de gran cantidad de especies, como enormes meros, abades y mantas. La montaña forma parte desde 1996 de la reserva marina pesquera del Mar de las Calmas, lo que ha contribuido en buena medida a mantener la enorme biodiversidad de esta área al sur de la isla canaria de El Hierro. El Consejo de Ministros ha dado este martes un paso más para ampliar su protección, superficie y reconocimiento: ha aprobado la propuesta de declaración del Mar de las Calmas como parque nacional. Ahora se inicia un proceso que debe concluir con una ley que tiene que ser ratificada por las Cortes. De culminarse de forma exitosa, será el primer parque nacional íntegramente marino de España, y el número 17 de esta red estatal de espacios protegidos de primer nivel.

El paisaje submarino del Mar de las Calmas está dominado por los veriles, cuevas, túneles y picos de origen volcánico en los que abundan corales de todo tipo, algas, esponjas y bellas gorgonias. La isla de El Hierro apenas cuenta con plataforma continental, lo que convierte a sus aguas circundantes en una zona de paso de grandes especies, como cachalotes y tiburones ballena. Además, como ha destacado este martes el Ministerio para la Transición Ecológica, en sus aguas reside una de las comunidades de zifios, un cetáceo de aguas profundas, más importantes del mundo. Dentro de la zona que se pretende proteger ahora con la nueva declaración de parque nacional se sitúa el volcán Tagoro, resultante de la erupción submarina que tuvo lugar frente a La Restinga en 2011 y cuya cima se quedó a 80 metros de emerger.

La declaración del Mar de las Calmas como parque nacional es una reivindicación de los grupos ecologistas desde hace más de una década. Pero ha contado con el rechazo de algunos sectores en la isla temerosos de que pueda suponer cortapisas a alguna actividad económica. Entre abril y mayo de este año, el Ministerio para la Transición Ecológica mantuvo abierta una consulta pública previa para que todos los interesados mostraran sus posiciones. Y a mediados de este mes el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, viajó a la isla para mantener contactos con diferentes actores para tratar de allanar el camino de esta declaración. Fuentes de Transición Ecológica sostienen que, tras esas reuniones, se ha avanzado mucho, aunque todavía quedan flecos por cerrar.

Entre los defensores de este parque están los pescadores tradicionales, que han seguido desarrollando su actividad a pesar de la declaración de reserva marina vigente desde 1996. Pero esa reserva apenas ocupa ahora 750 hectáreas. El futuro parque nacional, según el ministerio, abarcaría una superficie de 24.000 hectáreas al meterse bastantes millas mar adentro. La gestión del espacio, al ser íntegramente marino, sería del Gobierno central, a diferencia de lo que ocurre con los terrestres. Entre los colectivos que han mostrado más reticencias a esta nueva figura están las asociaciones de pesca deportiva y algunos clubes de submarinismo, temerosos de que puedan aumentar las restricciones.

El ministerio ha resaltado en una nota de prensa que la propuesta aprobada este martes, además de proteger la extraordinaria biodiversidad de la zona, “también contempla, de una manera acorde con su importancia, a los residentes locales y titulares de derechos con la visión económica necesaria y esencial para conseguir la integración y aceptación del parque nacional en su entorno”. El departamento que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera ha querido también resaltar “la gestión de la pesca profesional mediante artes tradicionales artesanales y altamente selectivas realizada por la población herreña” hasta ahora, gracias a la cual se han podido “conservar los recursos y la biodiversidad de la zona de forma extraordinaria”.

Tras el paso dado este martes, se abre un trámite de consulta pública. Luego se deberá elaborar el proyecto de ley para enviarlo al Congreso y el Senado para su ratificación. “No es un proceso corto”, admiten en Transición Ecológica. “Por lo menos, un año”. El último parque nacional que se ha aprobado en España es el de la Sierra de las Nieves, en la provincia de Málaga. Desde que se inició el proceso en febrero de 2018 hasta que se concluyó definitivamente en junio de 2021 transcurrieron más de tres años.

Este futuro parque contribuirá a cumplir con el compromiso de que “al menos el 30%” del espacio marino del país “cuente con alguna figura de protección en el año 2030″, ha valorado Ribera en una nota de prensa. Este entorno marino cuenta ya con otras figuras de protección y forma parte de la Red Natura 2000. WWF, una de las organizaciones ecologistas que junto con Oceana ha estado impulsando la creación del parque en la última década, ha insistido este martes en la necesidad de que el proceso que se abre ahora cuente con ”un amplio apoyo social que asegure el éxito de la iniciativa”.

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