Cientos de ganaderos claman contra el lobo en Madrid
La manifestación ha reunido a unas 400 personas ante el Ministerio para la Transición Ecológica para pedir a Teresa Ribera que pare la orden ministerial que impedirá cazar al cánido
El malestar que existe en el colectivo ganadero por la intención del Gobierno de aumentar la protección del lobo y prohibir de esa forma su caza en todo el territorio nacional aumenta. Unos 400 ganaderos se han concentrado hoy ante el Ministerio para la Transición Ecológica para recordar a Teresa Ribera, titular del departamento, que no están dispuestos a ceder ni un milímetro para evitar lo que consideran un ataque a su modo de vida y al mundo rural. Los ganaderos han pedido respeto a Ribera, porque no quieren “dar de comer al lobo, sino a los humanos”. A los políticos y urbanitas, los ganaderos les han gritado que “el lobo es muerte y ruina” y a los ecologistas, a los que consideran “financiados por el Gobierno”, que “el mayor sufrimiento de un ternero es un ataque de un lobo”, por lo que no se pueden acordar de unas especies sí y de otras no.
Los convocantes piden que se revoque la orden ministerial que permitirá blindar al lobo al norte del río Duero, área que cuenta con el 95% de los entre 2.000 y 2.500 lobos que viven en España, y donde ahora se permite cazar a la especie comercialmente o que sea controlada por las comunidades autónomas. Al sur del Duero, el cánido está estrictamente protegido y solo se pueden capturar ejemplares con permisos especiales. Los ganaderos saben que no tienen mucho tiempo, porque el Gobierno anunció en mayo que la orden entrará en vigor en toda España en una fecha “no posterior al 25 de septiembre de 2021”.
También han criticado los planes del ministerio, que consideran que solo tienen en cuenta una parte del problema: “Nos han vacilado. Solo satisfacen [por el Gobierno] a ecologistas y animalistas de sofá”, ha asegurado Mercedes Fernández, portavoz de la plataforma Convivencia Lobo–Ganader@ Viv@, formada por más de 30 organizaciones, entre las que se encuentran ganaderos y cazadores. Porque “¿vamos a poder sobrevivir en el campo con 5.000 lobos?”, ha preguntado, poniendo una cifra en la que ya incluye el posible crecimiento de las manadas.
la ganadera Marta García, ha añadido desde el atril que La ministra “ha declarado la guerra al medio rural de España, blindando al lobo para hacerlo intocable”. Una decisión que se ha tomado “lejos de nosotros” sin tener en cuenta sus tradiciones de las que “no saben nada”. García ha recordado también que si el ministerio continúa adelante quedará “comprometida toda la actividad socioeconómica del medio rural”.
División en la estrategia
La manifestación ha evidenciado la división de las organizaciones agrarias y ganaderas en cuanto a la estrategia a seguir para impedir el aumento de la protección del animal, un punto en el que están todas de acuerdo. Del acto se ha desmarcado la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), una de las principales en el sector, que, sin embargo, ha publicado este miércoles un comunicado pidiendo la dimisión de la ministra Teresa Ribera, porque ha dado “la callada por respuesta” a la petición de los ganaderos de retirada de la orden que incluirá al lobo en el listado de especies de protección especial. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha asistido con una representación de agricultores, pero sin sus siglas.
Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) y la Unión de Uniones, una escisión de COAG con la que no tiene ningún trato, han participado en la concentración. Pedro Barato, presidente de Asaja, ha indicado que para él sigue prevaleciendo el acuerdo que mantiene con COAG y UPA en cuanto a la lucha por impedir que la orden ministerial entre en vigor. “Creo que está funcionando y que debemos seguir insistiendo en que primero hay que elaborar una estrategia en las comunidades con lobo”, ha apuntado.
Los cazadores han ido de la mano con los agricultores en la convocatoria, en la que ha estado presente la Real Federación Española de Caza como miembro de la plataforma. El lobo ibérico es un trofeo muy codiciado. En España se abaten más de 100 lobos con permisos legales cada temporada de caza. Este año, en pleno debate sobre la prohibición de la caza de la especie, la Junta de Castilla y León sacó a subasta en la reserva de caza de la Sierra de la Culebra permisos para abatir a 12 lobos ibéricos, entre ejemplares de otras especies. Por cada individuo, se puede llegar a pagar unos 6.000 euros, lo que supone una importante inyección económica para los pueblos que se encuentran en la zona.
La gota que ha colmado el vaso
Ignacio Martínez, presidente de ASCEL (Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo), sostiene que es muy fácil criticar a la especie y culpabilizarla de la situación a la que se enfrenta el mundo rural y los ganaderos, sin tener en cuenta otras consideraciones. “Pero realmente es el último de sus problemas, es como matar moscas a cañonazos”, añade. El conservacionista considera que hay que tener en cuenta además que agricultores y ganaderos cobran importantes cantidades de la Política Agraria Común (PAC) vinculadas a la preservación de la biodiversidad, a las que se suman las ayudas de las comunidades autónomas por los daños que sufren cuando se producen ataques.
Desde ASAJA explican que el lobo es “la gota que ha colmado el vaso”. Las incursiones del lobo se juntan a los bajos precios de la leche y de la carne, a la subida de las materias primas y “por si eso fuera poco a las injustas y desproporcionadas críticas del presidente del Gobierno” en la presentación del plan España 2050 de que se consume demasiada carne. “Pedro Sánchez culpó al sector de contribuir a una catástrofe medioambiental sin precedentes [por las emisiones de gases de efecto invernadero]”, concreta un portavoz de la organización.
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