Cómo ver el eclipse total del 7 de septiembre: la Luna prueba que los terraplanistas se equivocan
Este domingo, la sombra de la Tierra cubrirá la luna llena y le dará un tono rojizo cuando salga, a partir de las 20.10, en las zonas de la península Ibérica con mejores condiciones para observar el eclipse


Más de 7.000 millones de personas podrán ver con sus propios ojos que la Tierra es esférica. Será este 7 de septiembre, si las nubes lo permiten. En la noche que va del domingo al lunes, un eclipse total de Luna será visible en la mitad de la Tierra; y esta vez, tiene la particularidad de que esa mitad será justo la parte más poblada del planeta: toda Asia, Oceanía, África y Europa podrán ver al menos una parte de este eclipse lunar. Es en la fase parcial cuando la sombra del planeta, que se proyecta sobre su satélite durante un eclipse lunar, muestra una forma circular que desmiente a los terraplanistas. Cazar esa luna parcialmente eclipsada será uno de los grandes alicientes para salir a observar este fenómeno astronómico en España, donde será el segundo eclipse lunar total visible en 2025, en una muy inusual racha que se prolonga con tres eclipses solares de máxima categoría en 2026, 2027 y 2028.
En casi toda la península Ibérica, la luna saldrá ya totalmente eclipsada. Así, la parte final del eclipse total será visible durante el crepúsculo que comienza con la puesta de sol y hasta que la fase de totalidad concluya a las 20.53 (hora peninsular española). Hasta entonces, Palma de Mallorca tendrá 45 minutos para intentar ver la luna teñida de rojo: así se manifiestan estos eclipses totales, en los que nuestro satélite no desaparece del todo, sino que le llega un residuo de luz roja y naranja que logra atravesar la atmósfera terrestre. En Madrid ese fenómeno durará 18 minutos y en Oviedo serán tan solo 7 minutos. En cambio, a la hora del fin de la totalidad, la luna todavía no habrá salido ni en Galicia —salvo en sus comarcas orientales—, ni en el oeste de Portugal ni en las islas Canarias, por lo que en esos territorios el eclipse solo se podrá ver como parcial.
Hora y consejos para ver el eclipse total
El Instituto Geográfico Nacional facilita en su web los horarios de cada fase del eclipse, que concluye a las 21.56, y su visibilidad en función de la hora de salida de la luna, en las capitales de provincia españolas. Los expertos recuerdan que un eclipse lunar es un fenómeno que puede observarse a simple vista, sin necesidad de material astronómico y también sin necesidad de equipos de protección como las gafas de eclipse que sí son imprescindibles en un eclipse solar. “Aunque este es un eclipse que en España no tiene unas condiciones idóneas de observación, porque la luna acaba de salir y está aún cerca del horizonte —y así es fácil que lo tapen los edificios, las montañas o la bruma del mar—, también esa particularidad lo puede hacer más atractivo por otros motivos, y más aún en estas fechas“, afirma Germán Peris, gestor cultural del Planetario de Castellón.
En Castellón de la Plana, en la parte oriental del país, anochece antes y por eso las condiciones son mejores para la observación de este eclipse en concreto. La luna siempre está llena en los eclipses lunares y, en esa fase, nuestro satélite natural sale justo cuando el sol se está poniendo. Peris anima a la población española a buscar un punto sin obstáculos en el horizonte hacia el este, al atardecer del domingo y “llevarse un bocata, relajarse y a partir de la puesta de sol en el oeste —que en Castellón es a las 20.22—, jugar a intentar cazar la luna en el lado contrario del cielo. A medida que comience a oscurecer, será más fácil poder observar un ligero tono del color rojo que caracteriza da un eclipse lunar total”. En estas condiciones, este experto prefiere evitar el nombre popular de estos eclipses: “La llamada ‘luna de sangre’ puede despertar unas expectativas que no se corresponden con lo que, con suerte, podremos ver en España”.

Peris destaca que, pese a la dificultad de ver un eclipse tan bajo, “esa ubicación, cerca del horizonte, provoca la ilusión óptica de la que la luna es mucho más grande; y además, quien tenga una cámara adecuada, puede lograr unas espectaculares composiciones fotográficas de esa luna eclipsada y aparentemente gigante junto al paisaje”. Donde la ubicación y las condiciones meteorológicas lo permitan, concluye Peris, “el eclipse lunar de este 7 de septiembre será muy accesible, al suceder al principio de una noche todavía de verano; y conseguir verlo sería poner un broche de oro a las vacaciones, para los escolares que comienzan el curso al día siguiente”.
Jaque al terraplanismo
En la otra punta de España, en A Coruña, las posibilidades de ver el eclipse total son nulas. Allí, el astrofísico Borja Tosar anima igualmente a salir a ver el fenómeno, “aunque en nuestra zona, cuando la luna salga, ya será en la fase de eclipse parcial. Igualmente, será algo muy interesante de ver, porque en esa hora final del eclipse pasaremos de ver un pequeño arco de luna —como si fuera muy menguante— a ver la luna completamente llena: será algo parecido a rebobinar, a cámara rápida, lo que sucede en casi 15 días durante cada ciclo lunar”.
Tosar destaca el dinamismo de esa fase parcial con la que concluye el eclipse: “A quienes se acercan a observar el cielo, las primeras veces les suele impacientar que todo se mueve tan lento que parece estar quieto. Sin embargo, este domingo tendremos la posibilidad de apreciar cómo la luna se va llenando rápidamente; y también cómo se va elevando, pues al estar cerca del horizonte, lo percibimos mejor”.
En las actividades públicas de observación de eclipses lunares, este divulgador astronómico siempre destaca a los asistentes que tienen ante sí una de las pruebas más contundentes de que la Tierra es esférica: “En la fase parcial, podemos ver claramente que falta un trozo circular y oscuro: es la sombra que la Tierra proyecta sobre la luna, eclipsándola; y esa forma circular de la sombra sería imposible si nuestro planeta fuera plano. Y no, tampoco pasaría eso aunque la propia Tierra fuese circular como una moneda; entonces, su sombra sobre la Luna la veríamos con una forma elíptica”, explica Tosar.
Un eclipse centrado en Asia
Asia, la parte más poblada del planeta, será el centro de este fenómeno. Allí se verá como total y, en casi todo el continente, coincidirá en mitad de la noche: podrá verse de principio a fin. Más de 5.800 millones de personas —un 71% de la población mundial— tendrán esa posibilidad de eclipse completo, si las nubes no les tapan el fenómeno. Las fases de un eclipse total de luna ocurren de manera simultánea en la mitad del mundo en la que en ese momento es de noche.
La fase de eclipse parcial comenzará a las 18.27, hora peninsular española. Aunque en España aún sea de día, desde Nueva Zelanda hasta Arabia sí podrá verse el comienzo de esa fase en la que parece que a la luna llena le han dado un mordisco. El eclipse total —cuando la luna se tiñe de rojo— comenzará al filo de las 19.31, con el satélite en lo alto del cielo en el este asiático, alcanzará su máximo a las 20.13 y terminará a las 20.53, cuando esté en su apogeo sobre la India —mientras aún está baja sobre el horizonte en la mayor parte de España—. A partir de entonces, comenzará una fase parcial de despedida del eclipse, que durará hasta las 21.56, cuando la luna volverá a recuperar el aspecto propio de una luna llena normal.
Serán en total tres horas y media de un eclipse lunar que, al menos en algún momento de esas tres fases visibles, alcanzará a más de 7.000 millones de personas, un 86% de la población mundial. Solo América entera, y una parte de la Antártida, se perderán tanto las fases parciales como la total del eclipse, que sí se verá como penumbral en la punta este de Sudamérica y en la punta oeste de Alaska. Todos los eclipses lunares empiezan y terminan con una fase de penumbra, en la que la parte exterior de la sombra de la Tierra oscurece ligeramente la Luna, con un efecto que es demasiado sutil para poder apreciarlo bien a simple vista.
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