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Los murciélagos ‘conversan’ sobre sexo, sueño y comida

El análisis de las ‘charlas’ y de los distintos ‘dialectos’ de estos animales puede servir como modelo para estudiar la sociabilidad y la comunicación en los mamíferos

Secuencia fotográfica de un murciélago bebiendo agua en una charca durante la noche.
Secuencia fotográfica de un murciélago bebiendo agua en una charca durante la noche.Javier Aznar González de Rueda
Juan Miguel Hernández Bonilla

Yossi Yovel, neuroecólogo de la Universidad de Tel Aviv en Israel y director del proyecto GPS-Bat, lleva 15 años estudiando el comportamiento social de los murciélagos. Su trabajo ha revelado, por ejemplo, que estos mamíferos alados usan puntos de referencia y mapas cognitivos similares a los de los humanos para moverse, que los cachorros aprenden sus vocalizaciones en función de cómo y con quién se crían, y que las hembras eligen su pareja de apareamiento dependiendo de los lazos de alimentación.

Pero quizás uno de los hallazgos más interesantes de los años de investigación del equipo de Yovel ha sido descubrir que los murciélagos frugívoros egipcios con los que trabaja conversan entre sí: “Nos dimos cuenta de que tienen cuatro temas principales de charla: comida, sueño, sexo y otras cosas”, cuenta el investigador por correo.

Los científicos usan dispositivos GPS en miniatura de dos gramos de peso desarrollados en el laboratorio para ponerlos sobre los murciélagos. En el sistema de monitorización también hay acelerómetros, cámaras de vídeo de alta resolución, tecnología de ubicación por radiofrecuencia y pequeños micrófonos de ultrasonido que registran las conversaciones de los murciélagos durante todo el día. Los datos emitidos por estas herramientas son procesados por algoritmos de inteligencia artificial usados normalmente para el reconocimiento de la voz humana.

Uno de los murciélagos frugívoros egipcios estudiados por el doctor Yovel. / GPS-Bat
Uno de los murciélagos frugívoros egipcios estudiados por el doctor Yovel. / GPS-Bat

En conjunto, este sistema permite revelar cómo funcionan las interacciones sociales y acústicas entre murciélagos. El objetivo es distinguir y clasificar los chillidos y las llamadas que al oído humano parecen iguales, pero en realidad significan cosas distintas. “Tenemos nuestra colonia de murciélagos en la Universidad de Tel-Aviv, donde pueden entrar y salir libremente. Esto nos permite rastrear a los mismos murciélagos desde el nacimiento hasta la edad adulta y tratar de entender sus conversaciones”, dice Yovel.

La base de este trabajo es que los murciélagos se comunican vocalmente y pueden reconocerse entre sí. En la página web del proyecto GPS-Bat se lee: “Los murciélagos pueden servir como modelos ideales para estudiar la sociabilidad en los mamíferos. Creemos que este sistema experimental único en el que decenas de individuos son monitoreados continuamente en su colonia y en la naturaleza proporcionará una nueva perspectiva sobre la sociabilidad de los mamíferos”.

En una entrevista con The Guardian, Yovel afirma que la búsqueda global de su proyecto es comprender de dónde proviene el lenguaje humano. “Para hacer esto, debemos estudiar la comunicación animal“, dice Yovel. Y añade: “Una de las grandes preguntas en la comunicación animal es qué y cuánta información se transmite”.

El equipo de Yovel ha creado una base de datos pública de casi 300.000 archivos que representa el repertorio completo de vocalizaciones de murciélagos estudiado en su laboratorio. Según Yovel, esta herramienta que sirve actualmente para la investigación de distintos grupos científicos “es probablemente una de las bases de datos más grandes jamás recopiladas para un animal”.

“Los murciélagos frugívoros egipcios, comunes en África y Oriente Medio, son criaturas sociales”, dice Yovel. Y concluye: “Ahora estamos trabajando en formas de manipular a los murciélagos del resto del mundo. Específicamente, nos gustaría ofrecerles comida para ver si podemos controlar sus procesos de decisión”.

Murciélago frugívoro de la colonia de la Universidad de Tel Aviv. / GPS-Bat
Murciélago frugívoro de la colonia de la Universidad de Tel Aviv. / GPS-Bat

Mirjam Knörnschild, ecologista de comportamiento animal en el Museo de Historia Natural de Berlín, y directora del proyecto Cultsong, dedicado a examinar los dialectos del canto de murciélagos, afirma por correo que en su investigación de campo en las selvas de Panamá y Costa Rica ha descubierto que los murciélagos de líneas blancas que estudia tienen dos tipos distintos de canto, uno para la defensa territorial y otro para el cortejo.

De acuerdo con Knörnschild, quien aclara que su trabajo está aún en fase de investigación, uno de los principales propósitos del proyecto es confirmar si los distintos dialectos, adquiridos culturalmente, pueden generar un proceso de especiación, la aparición de diferencias entre dos especies próximas que motivan su separación definitiva. En un reportaje de la revista Horizon, de la Unión Europea el periodista Gareth Willmer afirma que el trabajo de Knörnschild “puede tener implicaciones importantes para investigar cómo la cultura, o el aprendizaje adquirido a través de la conducta de transmisión social, afecta a la evolución”.

La investigadora insiste en que el análisis de estos dialectos distintos y el aprendizaje vocal se ha descrito poco en otros mamíferos. “Por eso creemos que nuestras investigaciones podrían ayudar a aclarar cómo evoluciona el lenguaje en los animales”, dice Knörnschild. Y añade: “Los murciélagos son animales inteligentes, con una rica vida social, por lo que necesitan una comunicación sofisticada”.

“Los murciélagos son animales inteligentes, con una rica vida social, por lo que necesitan una comunicación sofisticada”

Durante el análisis de las grabaciones recopiladas el año pasado en Centroamérica, el equipo de Knörnschild descubrió, por ejemplo, que las hembras adultas de los murciélagos de líneas blancas usan una forma específica de charla para comunicarse con sus cachorros. “Las charlas de bebés tienen un timbre y un tono diferentes de las que se usan entre murciélagos adultos”, dice la investigadora.

Según Knörnschild, este proceso podría desempeñar un papel similar al del tono de voz que usan las madres humanas cuando quieren enseñar o explicar algo a sus hijos pequeños. La científica, que espera volver a las investigaciones de campo una vez termine la pandemia, dice que esta forma de comunicación tal vez aumenta la atención y facilita el aprendizaje vocal al ayudar al bebé a seleccionar elementos del habla.

El equipo de Knörnschild busca estudiar las diferencias en los dialectos de las canciones que se producen antes o después de una divergencia genética significativa. “Creo que es una de las pocas especies en las que tenemos una buena oportunidad de desentrañar si las diferencias culturales preceden a las diferencias genéticas o si las suceden”, concluye la investigadora.

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Sobre la firma

Juan Miguel Hernández Bonilla
Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.

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