Concedido el tercer grado al promotor de la fiesta del Madrid Arena
El magistrado estima así el recurso interpuesto por el recluso contra la decisión de Instituciones Penitenciarias de mantenerlo en segundo grado
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Valladolid ha concedido la semilibertad o tercer grado a Miguel Ángel Flores, el empresario condenado por la tragedia del Madrid Arena de Madrid en 2012. Flores cumple una pena de cuatro años de prisión en Segovia como autor de cinco homicidios por imprudencia grave, que le fue impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid en 2016 y ratificada por el Tribunal Supremo dos años después.
El magistrado estima así el recurso interpuesto por el recluso contra la decisión de Instituciones Penitenciarias de mantenerlo en segundo grado y le otorga el régimen de semilibertad al que se opuso la Fiscalía.
No obstante, la decisión del titular de Vigilancia Penitenciara, notificada este martes en un auto al que ha tenido acceso EL PAÍS, no será ejecutada de forma inmediata porque es recurrible, en este caso ante la Audiencia Provincial de Madrid. Un eventual recurso tiene efectos de suspensión.
Según recuerda el juez, el Reglamento Penitenciario establece que, para clasificar a un preso, se ponderan su personalidad e historial individual, familiar, social y delictivo, la duración de las penas, el medio social al que retorna, los recursos, facilidades y dificultades existentes en cada caso y momento para el éxito del tratamiento.
En el caso de Flores, dice el juez, "se trata de un interno primario, normalizado, condenado a una pena de cuatro años de prisión por homicidio imprudente, que sale regularmente de permisos". "Visto su historial de actividades y valoración, es factible la libertad condicional anticipada", subraya.
Flores era presidente y administrador de la empresa Diviertt, promotora de la fiesta de Halloween celebrada en el pabellón Madrid Arena la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2012, en la que perdieron la vida, aplastadas y asfixiadas, cinco jóvenes de entre 17 y 20 años, tres de ellas en el acto y otras en el hospital días más tarde: Belén Langdon, María Teresa Alonso, Katia Esteban, Rocío Oña y Cristina Arce. Otras 29 personas resultaron heridas.
En la avalancha humana del Madrid Arena, propiedad del Ayuntamiento de Madrid y que no tenía licencia de funcionamiento, influyeron un sobreaforo de unas 6.000 personas y la falta de medidas de seguridad. Flores fue condenado como autor responsable de cinco delitos de homicidio y 14 de lesiones por imprudencia grave. Además, el tribunal lo inhabilitó para el ejercicio profesional de cualquier actividad en relación con la organización y celebración de eventos durante el tiempo de la condena.
Junto a él fueron condenados el responsable de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, Francisco del Amo; el director de Diviertt, Santiago Rojo; el jefe de personal de esta compañía, Miguel Ángel Morcillo, y un socio de la firma de seguridad Kontrol 34, Carlos Manzanares. El médico que atendía el dispensario del Madrid Arena, Simón Viñals, fue absuelto por la Audiencia, pero el Supremo lo condenó a un año de prisión.
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