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Niños de colegios del centro protestan con mascarillas por la retirada de Madrid Central

El nuevo alcalde ha anunciado la próxima suspensión de las multas por entrar al área de tráfico restringida en la capital

Concentración de padres y alumnos junto al colegio público Santa María, en Embajadores. En vídeo, imágenes de la protesta.Foto: atlas | Vídeo: V. Sainz | ATLAS

La primera protesta contra la paralización de Madrid Central —anunciada por el nuevo alcalde, José Luis Martínez Almeida (PP)— la protagonizaron los más jóvenes. Familias y niños de seis colegios del centro acudieron el martes 19 de junio a clase con mascarilla y se concentraron en la puerta de sus centros. El Consistorio quiere aprobar una moratoria a partir del 1 de julio —suspender de facto la medida—, pero no ha concretado la duración del receso. La red municipal de sensores de polución registró  en mayo los niveles más bajos de óxidos de nitrógeno en una década.

[Guía: qué es Madrid central y cómo funciona]

 “Los menores son el colectivo más débil frente a la contaminación. Queremos un Madrid limpio y saludable y que nuestros hijos e hijas puedan ir con autonomía al cole, bien sea en bici, bien sea caminando, pero sin peligro y sin polución”, reivindicó Camilo Jené, presidente de la federación regional de asociaciones de padres y madres del alumnado —la FAPA Giner de los Ríos—, que representa a los progenitores de más de 900 centros de toda la Comunidad.

Protesta de alumnos por la paralización de Madrid Central.
Protesta de alumnos por la paralización de Madrid Central.V. SAINZ

Ante el temor de que Madrid Central se revierta, los padres y madres de los distritos de Centro y Arganzuela (ambos dentro de Madrid Central) convocaron una concentración antes del inicio de las clases para reivindicar “coles sin humo”. Finalmente, familiares, alumnos —con edades entre los 3 y los 12 años— y profesores de seis centros de la zona se unieron a la cita. En la simbólica protesta también participaron representantes de CC OO y de UGT.

Lo cierto es que el PP no ha definido aún cuál será el futuro de Madrid Central. Mientras en el acuerdo firmado con Ciudadanos habla de modificarlo o reformarlo; en el que comparten con sus otros socios, la ultraderecha de Vox, se comprometen a “acabar con la política de restricciones" y recuperar “la libre circulación en vías estructurantes”.

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“No queremos que se eche para atrás Madrid Central porque sería un retroceso”, explicaba Sandra Arostegui a las puertas del Colegio Santa María, cerca de El Rastro, donde estudia su hijo de cinco años. “Quiero que mis hijos lleguen al cole sin sufrir la contaminación que había antes de Madrid Central”, incidía Ana Galdo, de 35 años, y cuyos hijos (Mario, de 5 años, y Candela, de 4) estudian en el mismo centro. “Las ciudades no están pensadas para los niños: Madrid debe peatonalizar más sus calles”, añadía.

No es la primera vez que padres y madres de niños cuyos centros están dentro de la zona de bajas emisiones (ZBE) Madrid Central se manifiestan a favor de la medida: también lo hicieron en noviembre del año pasado para mostrar su apoyo al área que restringe el tráfico a los no residentes e impide la circulación de los vehículos más contaminantes. Una medida que ya se venía aplicando en otras zonas de Madrid —con las denominadas APR: Áreas de Prioridad Residencial— y que también funciona en las principales ciudades europeas, donde más de 200 urbes tienen ZBE.

Pulsa para ampliar y ver el plano de Madrid Central.
Pulsa para ampliar y ver el plano de Madrid Central.

Para Inés Sabanés, exdelegada de Medioambiente y Movilidad, paralizar Madrid Central así como las afirmaciones de que ha sido un fracaso responden a “una política de mentiras”. “Es un elemento clave para luchar contra la contaminación”, dijo Sabanés en el programa matutino Espejo Público (Antena 3). Los datos de la red de control municipal de la polución avalan la efectividad de Madrid Central: el pasado mayo, 14 de las 24 estaciones de la capital registraron los niveles más bajos de óxidos de nitrógeno en una década. “Nosotros hemos notado el cambio. Ahora hay menos coches en la calle y mirando los datos [de contaminación] se nota que está funcionando”, relata Vinicio Colín. Por eso participó con su hijo en la concentración de los colegios.

“Los ataques a Madrid Central son un atentado contra la salud y el sentido común”, agregó Sabanés en su intervención para después argumentar que si Almeida retirase el plan, debería presentar una alternativa, “pero no solo a la ciudadanía sino también a la UE”. Gracias a Madrid Central, España evitó una multa de Europa; fue clave para que España evitara ser denunciada en 2018 por la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de la UE. Desde Bruselas ha advertido de que vigilan “estrechamente” el cumplimiento de las medidas contra la polución. Por su parte, Ecologistas en Acción ha dicho que llevará al Ayuntamiento ante la justicia si se revierte el plan.

¿Qué va a pasar con Madrid Central?

M. Á. MEDINA

El 1 de diciembre de 2018 se puso en marcha Madrid Central, una de las medidas estrella de Manuela Carmena. Se trata de un área de bajas emisiones a la que solo pueden acceder los vehículos de los residentes y los  ecológicos (ECO y Cero); los demás coches pueden acceder siempre que tengan etiqueta (B o C) y aparquen en un aparcamiento de uso público. Las cuatro Áreas de Prioridad Residencial (APR) puestas en marcha por el PP quedaron integradas dentro de Madrid Central. La medida ha reducido la polución en la capital hasta niveles históricos.

El acuerdo total para una revisión de Madrid Central no parece sencillo y necesitará de mayoría absoluta en el pleno para cambiar la Ordenanza de Movilidad Sostenible. De momento, el alcalde del PP ha anunciado una moratoria que suspenderá las multas durante un periodo no determinado y, en principio, a partir del 1 de julio. Esto supone levantar la veda a las restricciones de tráfico en el centro, puesto que no habrá ningún elemento sancionador que lo evite. Los coches podrán acceder a todo el centro, incluyendo las antiguas APR (Embajadores, Cortes, Ópera y Las Letras).

La postura del partido ultraderechista Vox, por ejemplo, es eliminar completamente Madrid Central. En el bloque de la derecha, solo Ciudadanos ha sido respetuoso con la iniciativa de Carmena, no se plantea eliminarlo y solo ha matizado que cambiaría “todo aquello que no haya funcionado y mejorarlo, pero siempre teniendo en cuenta la opinión de los afectados”, sin especificar qué cambios serían estos. Más Madrid y PSOE apuestan por mantenerlo e incluyo ampliarlo. Los comerciantes, que han sido críticos con la medida, tampoco piden eliminarla, sino más permisos para poder acceder con sus vehículos y atender a sus negocios y clientes.

Entre los planteamientos del PP figura que los coches podrían circular libremente por algunas de las arterias principales del centro, como Gran Vía, Atocha o Toledo, si bien las dos primeras tienen ahora aceras más anchas y menos espacio para los coches. Otra de las medidas que plantea Almeida es instalar paneles informativos en las entradas del área restringida para informar de las plazas libres en los aparcamientos de uso público, a las que pueden acceder libremente los vehículos con etiqueta ambiental (todos, salvo los más antiguos). En este tema no parece que vaya a haber ninguna polémica, ya que el plan inicial de Carmena ya incluía esta medida, aunque no se ha llevado a cabo.

Mientras, la Comisión Europea continúa monitoreando la calidad del aire en Madrid. Si finalmente se eliminara Madrid Central, el procedimiento sancionador no se activaría automáticamente, pero podría obligar a tomar medidas alternativas, dado que Bruselas intervendrá si los niveles de partículas contaminantes superaran los límites permitidos. Además, varias asociaciones llevarán el asunto a los tribunales si finalmente se deroga Madrid Central.

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