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Enfrentamiento entre la Generalitat y el Gobierno por la escolta de Torra

El Ministerio de Interior veta que el presidente catalán viaje a Bruselas con protección de los Mossos al no ver riesgo

El 'president' Quim Torra pronuncia su conferencia con Puigdmont en la primera fila, este lunes en un hotel de Bruselas. En vídeo, declaraciones del conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch.Vídeo: Delmi Álvarez| europa press

La escolta del presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha abierto una nueva brecha con el Gobierno central. Torra ha viajado a Bruselas sin protección oficial de los Mossos después de que el Ministerio del Interior lo vetase, al entender que no era necesario. El consejero del Interior, Miquel Buch, reprocha el “cambio de criterio” de Fernando Grande-Marlaska. El ministerio alega que si hasta ahora Torra salía de Cataluña de forma regular con escolta era sin su conocimiento.

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Las malas noticias para el presidente catalán llegaron el 14 de febrero en forma de correo electrónico. La Secretaría de Estado de Seguridad denegaba, de manera escueta y esgrimiendo una instrucción de 2012, que Torra pudiese viajar a Bruselas acompañado del equipo de mossos que le protege. El ministerio explica que no había ningún motivo excepcional que justificase que el presidente catalán saliese del territorio español acompañado de su policía.

Eso ha hecho que Torra se encuentre en Bélgica, en una visita oficial, sin su equipo habitual de escoltas. Buch alega que supone un peligroso precedente. El ministerio insiste en que el criterio para las autoridades españolas es siempre muy restrictivo, y que solo los ministros del Interior y de Exteriores acostumbran a viajar con sus equipos de seguridad, además del presidente del Gobierno. El país que se visita puede poner protección a la autoridad política si es necesario, insisten desde Interior.

El problema, asegura el Gobierno catalán, es que hasta ahora no había ningún inconveniente con los viajes internacionales de las autoridades catalanas, que se hacían siempre con los escoltas de Mossos. El conducto que se utilizaba era sencillo: se comunicaba a través de una sala de coordinación interpolicial en Cataluña —donde hay agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos— de que la autoridad en cuestión viajaba fuera de Cataluña. Era una comunicación que no requería una autorización, explican fuentes policiales. Únicamente se dejaba constancia. El permiso explícito se solicitaba al Ministerio de Asuntos Exteriores para que los policías pudiesen salir armados. En ese proceso, no había una solicitud expresa al Ministerio del Interior. 

Ahora el método ha cambiado. Desde hace unas semanas —en una fecha no concretada— el ministerio exige el envío de un correo electrónico por parte del secretario de Interior de los Mossos, Brauli Duart, a la secretaria de Estado de Seguridad, Ana María Botella, informando de las salidas de las autoridades con escolta. La primera petición, la del viaje de Torra a Bruselas, fue denegada.

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Suspicacias

Ni el ministerio —que ha declinado aclarar detalles de los procedimientos usados hasta ahora— ni el Departamento de Interior explican qué ha provocado el cambio en la manera de funcionar. Fuentes policiales subrayan como uno de los desencadenantes la nueva área de escoltas que ha creado el presidente Torra, que dependen directamente de él y no de la cúpula policial de los Mossos. “Ha generado suspicacias, y en Madrid ni siquiera saben si ya funciona o todavía no”, indican fuentes policiales. La nueva área aún no ha entrado en funcionamiento, a la espera de ultimar algunos detalles, indican esas mismas fuentes.

“Solo faltaría poner en riesgo la seguridad de las personas en función de quién dependa el área de escoltas”, criticó este lunes Buch, preguntado por el tema. El consejero pidió al Ministerio del Interior que permita los viajes con escoltas de las autoridades catalanas al menos hasta el 4 de marzo, cuando está prevista una reunión de la comisión mixta de seguridad, donde debatirán el espinoso asunto. “A nadie se le escapa que hay un auge de la extrema derecha en España y que puede haber alguna persona que se exceda, se extralimite en su protesta y quiera acudir al apartado físico”, aseguró.

Buch insistió también en que ningún mosso a sueldo de la Generalitat viajó a Bruselas con el presidente Torra. Otra cosa, indican fuentes del cuerpo, es que los agentes que en sus horas libres hacen tareas de seguridad para Carles Puigdemont en Bélgica hayan extendido su manto de protección a Torra.

El temor a una ‘guardia pretoriana’

La Generalitat cambió en enero, de un decretazo, la estructura de Mossos. Lo hizo a espaldas de su cúpula policial, que se encontró que el área de escoltas de Presidencia dejaba de depender de los mandos policiales y se transformaba en un equipo de policías que rendían cuentas a Presidencia. El rediseño está todavía gestándose, y el Departamento de Interior tiene previsto convocar un concurso de libre designación para elegir a los mossos de Torra. El Govern alega que su estructura es calcada a la de los escoltas del presidente Sánchez. La cúpula de Mossos mira con recelo la iniciativa porque pierden el control de los agentes, que orgánicamente dependen del director de la policía catalana, un cargo político.

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