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Torra y Puigdemont cargan contra la UE por no intervenir en el juicio del ‘procés’

Los líderes independentistas acusan al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, de tomar medidas "antidemocráticas"

Álvaro Sánchez
Torra interviene en un hotel de Bruselas mientras Puigdemont revisa sus notas.
Torra interviene en un hotel de Bruselas mientras Puigdemont revisa sus notas.Delmi Álvarez

Un Yo acuso dirigido contra las instituciones de la Unión Europea. El presidente catalán, Quim Torra, y su antecesor en el cargo, Carles Puigdemont, retomaron este lunes en Bruselas los ataques contra la Comisión y el Parlamento Europeo, esta vez por su posición en el juicio del procés, en una dialéctica que recordó a la estrategia seguida tras las cargas policiales del 1-O. Desde aquel día, los mandamases comunitarios han repetido que confían plenamente en el sistema judicial español y en la separación de poderes. Puigdemont y Torra, que no han logrado de momento el apoyo público de ningún Gobierno de los Veintiocho, emplearon artillería contra ese relato. "La mayoría de catalanes no puede entender el silencio de las instituciones europeas, especialmente de la Comisión, tras la violencia ejercida por la policía española cuando votaban en el referéndum. No es comprensible que prolonguen ese silencio cuando hay demócratas que siguen encarcelados", ha afirmado Puigdemont en una sala del hotel Steigenberger de la capital belga, repleta con unas 250 personas, en su mayoría fieles.

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El silencio al que se ha referido Puigdemont no ha sido tal. Bruselas ha respondido por activa y por pasiva que respeta el marco constitucional español. Y no se ha movido un ápice de esa posición. Torra y Puigdemont buscaban erosionar ese mensaje desde el interior del Parlamento Europeo este lunes, donde habían sido invitados a hablar por europarlamentarios afines, pero la negativa de su presidente, Antonio Tajani, a autorizar el acto por "motivos de orden público", ha convertido al político italiano en la principal diana. Torra le acusó de tomar una medida "antidemocrática" que viola el derecho a la libertad de expresión y de reunión,  y de promover un "boicot contra Cataluña" al impedir también otro evento en defensa de la lengua catalana y dar su aprobación a una conferencia de Vox el próximo 6 de marzo. La Eurocámara aclaró que el acto programado por Vox no ha sido todavía autorizado.

"En lugar de defender los derechos de todos los europeos, Tajani ha convertido el Parlamento Europeo en una marioneta de los partidos de la derecha española y del señor Borrell, el ministro de Exteriores, siempre contrario al diálogo con Cataluña", reprobó Torra.

La arenga de los cabezas visibles del independentismo, íntegramente en inglés, ha tratado de movilizar unas voces discordantes que, de momento, siguen ausentes fuera de España más allá de un puñado de eurodiputados. "Llamo a todos los demócratas que trabajan en la UE a no permanecer callados", pidió Torra. "La presión internacional debe llevar al Gobierno español a negociar. La opinión pública debe ser decisiva", insistió Puigdemont. El expresident criticó a la UE por tratar la crisis como un asunto interno español. Y amplió el campo de visión del juicio del procés a todo el continente. "El conflicto entre España y Cataluña es un asunto europeo. Hoy tenemos prisioneros políticos en cárceles europeas. No es una crisis catalana, es una crisis europea", remarcó.

Puigdemont aseguró que en ningún momento han cerrado la puerta al diálogo, pero ninguno de los dos dejó resquicios fuera del consabido referéndum de independencia. "Si el precio de defender el derecho a la autodeterminación es mi propia libertad, lo pagaré de la misma manera que lo pagan mis compañeros en prisión o en el exilio", aseguró Torra. "Nunca nos rendiremos. Mi Gobierno lucha por la independencia", añadió.

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La charla, titulada Cataluña y el juicio sobre el referéndum: un reto para la Unión Europea, se alejó en muchos momentos de su enunciado para convertirse en un juicio al Estado español y a las instituciones europeas. Al primero, le recriminaron, entre otras cosas, "violar los valores fundadores" de la UE, y cometer un expolio fiscal "de 16.000 millones de euros" dañino para las infraestructuras o la educación de los catalanes. A Bruselas, Puigdemont le recordó que las fronteras no son inamovibles, dado que hoy forman parte de la UE las repúblicas bálticas —antaño inexistentes como Estados independientes por estar integradas en la Unión Soviética—, así como Eslovaquia y la República Checa, fruto de la división de Checoslovaquia.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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