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El grueso de la reforma de la plaza de España no verá la luz hasta el próximo mandato

El Ayuntamiento espera iniciar las obras en otoño y tener finalizados antes de mayo la peatonalización del lateral de la plaza junto a la torre Madrid y la ampliación de aceras

Recreación de la futura plaza de España tras su reforma.
Recreación de la futura plaza de España tras su reforma.AYUNTAMIENTO DE MADRID

La mayor parte de la reforma de la plaza de España, el proyecto estrella del Gobierno de Manuela Carmena, se ejecutará en el próximo mandato (que arranca en junio de 2019). Así se desprende del proyecto de ejecución de las obras, cuyo presupuesto, 98,6 millones de euros, se reparte entre 2019 (42,5 millones) y 2020 (56 millones). El Ayuntamiento espera iniciar las obras en otoño y tener finalizados antes de mayo una pequeña parte, la peatonalización del lateral de la plaza junto a la torre Madrid (actualmente, con tres carriles para coches) y la ampliación de aceras en la continuación de Gran Vía.

Una portavoz del Área de Desarrollo Urbano Sostenible confirmó ayer a EL PAÍS que las obras que verán la luz antes de las próximas elecciones, previstas para mayo de 2019, serán la peatonalización del lateral de la plaza de España que colinda con la torre de Madrid (actualmente, con tres carriles para el tránsito privado), la ampliación de aceras en el lateral que enlaza las calles de Princesa y Gran Vía (para dar continuidad a la reforma de esta última) y la combinación de un carril bici y un ciclocarril (limitado a 30 por hora pero compartido con los coches) para unir Gran Vía con Madrid Río a través de plaza de España.

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Así, el lateral de la torre de Madrid perderá los tres carriles para el tráfico y se convertirá en un paseo peatonal con un carril bici y nuevo arbolado. La idea es conectar así con un gran paseo la calle de Ferraz con Princesa. Esta actuación supondrá, además, clausurar el túnel para coches que hay en esa vía, y que enlaza a los vehículos que vienen de Princesa con la autovía de Extremadura (A-5) y la calle de Bailén.

Habrá, sin embargo, paso de vehículos en esta calle —como ocurre en vías peatonales como Huertas— tanto para entrar al aparcamiento público de la zona como para acceder a garajes privados. “Será un carril de coexistencia con preferencia peatonal. Podrán acceder únicamente vecinos y usuarios del parking, pero al eliminarse el tráfico de paso, será un volumen de coches muy pequeño”, explica Fernando Porras-Isla, del estudio Porras La Casta Arquitectos, coautor del proyecto junto a Estudio Guadiana.

Mientras, el lateral de plaza de España que enlaza Gran Vía y Princesa verá ampliadas sus aceras, lo que supondrá eliminar un carril para el tráfico privado por sentido (dos en algunos tramos). Está previsto también un carril bici al estilo bulevares (con autobuses circulando por la derecha). Se da así continuidad a la reforma en curso de la Gran Vía, que pasará de tener tres carriles por sentido (uno de ellos, carril bus) a solo dos, uno para el bus y otro para el tráfico privado, más un carril bici de subida. Además, se renovará el pavimento para dar continuidad a este ámbito con la nueva estética de Gran Vía, cuyas obras está previsto que finalicen en Navidad. Otra de las actuaciones que se llevarán a cabo en este mandato es la impermeabilización y refuerzo de la estructura del aparcamiento público subterráneo de la plaza de España. Se hará, eso sí, sin cerrar la instalación.

GRÁFICO: La reforma de la plaza de España
GRÁFICO: La reforma de la plaza de España
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El resto del proyecto, que incluye alargar el túnel de Bailén hasta Ferraz, ampliar las aceras de la cuesta de San Vicente y peatonalizar el tramo de Bailén que une plaza de España y los jardines de Sabatini, finalizará en 2020. Fernando Porras-Isla, coautor del proyecto, considera que “lo importante no es cuándo se inaugure, sino que es una obra que va a transformar la ciudad”.

El Ayuntamiento pretendía que la reforma se iniciara a principios de este año, pero el plan se ha ido enredando entre el proceso participativo —que los madrileños votaron en febrero de 2017—, el desarrollo de una obra tan compleja y las cuestiones técnicas que planteó la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid. El departamento que dirige Paloma Sobrini planteó sus dudas sobre varias cuestiones incluidas en el planteamiento inicial: el derribo del muro que separa los jardines de Sabatini de la cuesta de San Vicente, el giro del monumento a Cervantes en 180 grados y un segundo túnel (“un retúnel”) bajo el actual subterráneo de la calle de Bailén.

El arquitecto Porras-Isla explica que el proyecto de ejecución que acaban de presentar opta por no tirar ese muro porque la rampa hasta los jardines de Sabatini sería muy empinada. “En su lugar, hemos apostado por incorporar una escalera más amplia y unos ascensores para personas con movilidad reducida”, dice. En cuanto al giro de la estatua de Cervantes, no será posible porque la Comunidad la convirtió en bien de interés patrimonial y cualquier cambio exigiría su visto bueno. Respecto al “retúnel”, se ha descartado porque se espera que la entrada en funcionamiento de Madrid Central, el área de tráfico restringido para los vecinos, reducirá el tráfico de paso en el área.

“Este proyecto va a cambiar Madrid”, dice el arquitecto

“Este proyecto va a cambiar Madrid, va a suponer una metamorfosis profunda de la Gran Vía, que se va a relacionar con la naturaleza que viene de la sierra a través del Campo del Moro y los jardines de Sabatini”, cuenta Fernando Porras-Isla, del estudio Porras La Casta Arquitectos, que junto al estudio Guadiana ganó primero el concurso público y luego la votación ciudadana para transformar el ámbito de la plaza de España. “Es la reforma de mayor participación ciudadana que ha habido nunca en España”, añade el arquitecto.

“En la redacción del proyecto hemos tenido en cuenta el aspecto del género, la accesibilidad, la movilidad ciclista, la belleza de los monumentos que se van a integrar”, señala Porras-Isla. “Además, va a relacionar al fin la Gran Vía con el Palacio Real, es decir, la representatividad del Estado y la de la vida urbana. Cualquiera va a poder caminar sin obstáculos de una a otro en tan solo cinco minutos. Es un gran cambio para la ciudad, que contará con una nueva estructura verde que luego se disuelve en la Gran Vía, un tránsito entre lo solemne y lo urbano”. El arquitecto también destaca que se amplían las aceras tanto en la plaza de España como en la cuesta de San Vicente, aumentando el espacio peatonal.

Informe arqueológico

La ampliación del túnel de Bailén, en cambio, sigue en marcha, tal y como confirman el Consistorio y el arquitecto. Se trata de alargar el actual subterráneo, que sale cerca del Palacio Real, para que llegue hasta la cuesta de San Vicente y continúe luego hasta Ferraz, a la altura del templo de Debod. La realización de esta obra requiere de un informe arqueológico que se deberá presentar ante la Comisión Local de Patrimonio, dependiente de la Comunidad. Un portavoz del Gobierno regional señala que todavía no se ha recibido dicho informe. Una vez ejecutados los trabajos, todo el tramo superior —ahora con cuatro carriles para coches— se peatonalizará, enlazando plaza de España con los jardines de Sabatini.

El proyecto de ejecución acaba de salir a licitación por 98,6 millones de euros, de los cuales están presupuestados 100.000 euros este año, 42,5 millones en 2019 y otros 56 millones en 2020. Según fuentes municipales, este tipo de desarrollos suele hacerse así, ya que las obras se pagan una vez que están terminadas y entregadas, cosa que difícilmente pasará antes del año próximo. El plazo para recibir ofertas de constructoras concluye el 5 de septiembre. Si se cumplen las previsiones, los trabajos empezarán el 15 de noviembre y durarán 21 meses, es decir, hasta el verano de 2020, más de un año después de las elecciones municipales.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.

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