La caída de la ocupación turística asoma a Barcelona al decrecimiento
Las pernoctaciones y la facturación de hoteles y apartamentos ha caído en lo que va de año
La ocupación y la facturación de los alojamientos turísticos de Barcelona está cayendo este año respecto al pasado, y las previsiones también apuntan a cifras negativas. Los empresarios del sector están preocupados y admiten que la causa del descenso es una suma de factores: el atentado del 17-A, la crisis política de otoño, la recuperación de otros mercados que son competencia, o las políticas de limitación del crecimiento de alojamientos turísticos de la alcaldesa Ada Colau. Hablan incluso de indicios de decrecimiento, el descenso de turistas que piden las voces más críticas con la presión turística.
Las cifras negativas contrastan con las de los últimos años a estas alturas, cuando el crecimiento era de incluso de dos dígitos. Las pernoctaciones en hoteles han caído un 3% de enero a junio, los precios un 4,5% y la facturación un 7%. “La tendencia es preocupante”, afirma el gerente del Gremio de Hoteles, Manel Casals, que subraya que el descenso afecta sobre todo a los hoteles de lujo. “El decrecimiento será poco en ocupación, pero afecta más a la facturación”, señala.
En los apartamentos turísticos la caída de la ocupación ha sido del 7% y la de la facturación entre un 10% y un 15%, informa el presidente de Apartur, Enrique Alcántara. Le preocupan las cifras “en un momento de recuperación y de crecimiento”. “No tiene ningún sentido”, dice, y se pregunta “cómo puede ser que las cifras de ocupación y facturación sean negativas cuando la llegada de turistas al aeropuerto crece”.
La situación también ha afectado a Airbnb. Barcelona es la ciudad donde menos crece el portal de alquiler turístico entre las principales ciudades europeas, tras retirar miles de pisos que operan sin licencia en la capital catalana a instancias del equipo de Colau.
Los restauradores también apuntan, sin cifras, a una caída de la ocupación y la facturación. El director general del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, lamenta que el sector está “lejos de recuperar la normalidad, en plena temporada alta la ocupación es menor y el turista gasta menos”. “Hay gente que apuesta por el decrecimiento y ya estamos en él: menos ingresos y empleo. Es urgente que las administraciones inviertan para recuperar el posicionamiento de Barcelona en el mundo”, considera Pallarols, que apunta que otras ciudades españolas o del resto de la península Ibérica, como Lisboa, “van como un tiro”. “Al consumidor no le podemos dejar espacio para que descubra otros destinos”, alerta.
Entre los expertos, las opiniones son diversas. Asunción Blanco, del grupo de investigación Tudistar de la UAB ve “natural moderar el crecimiento, la ciudad no tiene capacidad ni es adecuado crecer como lo hacíamos”. Cree que “el decrecimiento no ha sido planificado, es una suma de factores”. Y añade: “Habíamos tocado techo, estábamos muriendo de éxito y habíamos superado la capacidad de carga del territorio y del propio turista, tener una experiencia turística es ver lo genuino y ya no queda vida cotidiana”.
Desde la Asociación de Barrios por un Turismo Sostenible (ABTS), Reme Gómez explica que están estudiando los datos, pero adelanta que “como mucho se podría hablar de un enfriamiento” y asegura que al sector “le interesa hablar de decrecimiento para presionar y pedir más promoción”.
Agustín Coccola, geógrafo de la Universidad de Lisboa alerta de que la industria turística necesita mantener altos índices de ocupación para mantener los beneficios, porque las inversiones son a largo plazo”. Y apunta que “es mejor un decrecimiento planificado con alternativas que esperar el colapso, porque las consecuencias serían mucho peores”.
Por último, Macià Blàzquez, activista y profesor de la Universidad de Baleares, cree que “a medio y largo plazo no habrá decrecimiento si no se aplican medidas más serias”. “Porque”, argumenta, “en un escenario global de incremento de las amenazas, los destinos del norte tienen la batalla ganada”.
El consistorio ve “estabilidad” en las cifras
El Ayuntamiento ve "estabilidad" en las cifras, porque la oferta ha seguido creciendo, argumenta el concejal de turismo, Agustí Colom, que recuerda que venimos de crecimientos "enormes". "No es posible pensar en un destino que crezca cada año dos dígitos, cierta estabilidad es buena", afirma. Explica que en el consistorio están "atentos a la evolución, hay cierta ralentización, pero no decrecimiento", considera y señala que Turismo de Barcelona ha hecho más promoción que en 2017. Colom asegura que crece el consenso de que "es mejor crecer en calidad que en cantidad". "No solo hablando de rentas, sino de un turismo con menos efecto sobre el ecosistema", aclara.
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