Paraíso tabernero
En Taberna Pedraza, al lado del Retiro, la cocinera Carmen Carro seduce con sus efectivos platos de toda la vida y una fluida tortilla de Betanzos
Taberna Pedraza (Ibiza, 38; www.tabernapedraza.com; unos 40 euros por persona) surgió como un sueño en 2014. Un giro de la trama en la vida de sus fundadores, Carmen Carro y Santiago Pedraza, que para hacer frente a los daños colaterales de la crisis decidieron emprender. Carro se quedó sin trabajo y decidió reinventarse: “Que sea algo relacionado con la cocina”, le dijo su pareja esta apasionada de los fogones y responsable de las cuidadas elaboraciones del local. A Pedraza, que ahora se encarga de la gestión de proveedores, le pareció una idea genial. Inauguraron en 2014 y desde entonces su barra no ha parado.
Primero fue gracias al boca a boca. Luego, consolidándose como un local de referencia de la cocina de producto de Madrid. Un año y medio después de abrir, su taberna original se les quedó pequeña: en octubre de 2016 se mudaron a un local aledaño. En el antiguo espacio, en Ibiza, 40, fundaron Carmen Casa de Cocidos.
En el nuevo local lo cambiaron todo para dejarlo todo igual. Para diseñar la nueva taberna, contaron con el interiorista Lázaro Rosa Violan, que -en su reconocible estilo- le ha dado un toque ecléctico, moderno y muy agradable. Para idear su carta –en la que destacan una frase de Gaudí: “La originalidad consiste en volver al origen”-, Carro mantuvo sus esencias. Lo hizo en forma de fluidas tortillas de Betanzos, de las que venden en torno a un millar al mes según registra un contador en el local; sabrosas carnes cocinadas a su parrilla de carbón; pisto con huevos fritos de gallina de corral; croquetas de jamón o de pollo frito; trigres; ensaladilla rusa de Carmen; cecina de vaca vieja, con 24 meses de curación; flores de alcachofa…
En tres ideas
- Lo mejor… La efectiva y sabrosa carta, cargada de propuestas de toda la vida.
- Lo peor… No es barato y suele estar muy lleno. Pero merece la pena.
- Ideal para ir con… Cualquier amigo que visita la ciudad: si viene de fuera de España quedará encandilado con la forma y el fondo de la taberna.
Sólidas propuestas, perfectas para compartir sentados, en mesas altas o a pie de barra. Esta última la opción más tabernera ya se puede asistir en directo a la elaboración de las tortillas.
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