ERC pacta abaratar los entierros para abstenerse en las cuentas de Colau

En el culebrón de los presupuestos de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a medida que pasan los capítulos, los partidos desvelan su posicionamiento. Si la semana pasada el PDeCAT explicó que se abstendrá a cambio de retirar la partida del tranvía y dar marcha atrás en la tarificación social de las guarderías, este miércoles ha sido ERC quien ha enseñado sus cartas. Su líder en el consistorio, Alfred Bosch, ha revelado que ha pactado una fórmula para abaratar los entierros hasta 1.800 euros sin esperar al proyecto de Colau de crear una funeraria pública.

Los republicanos se suman, con este acuerdo, al alcanzado por el ex alcalde Xavier Trias, con el que los partidos independentistas abren una nueva etapa de colaboración con Colau, cuyo partido facilitó en el Parlament la creación de una mesa con mayoría de PDeCAT y ERC.

La clave de estos entierros low cost está en prescindir de los operadores privados y que todo el servicio lo haga la empresa municipal Cementerios de Barcelona (CSBA). En el precio de 1.800 euros (con IVA) entraría la recogida del cuerpo, el ataúd, el traslado al cementerio y la ceremonia; no incluiría el velatorio en un tanatorio. Si la familia del difunto quisiera velar el muerto, se podría hacer por un coste adicional de 600 euros en salas habilitadas en los propios cementerios. El total sería entonces de 2.400 euros.

Bosch ha explicado que será posible contratar los nuevos entierros a partir de este mismo verano en el cementerio de Montjuïc, donde ya existen velatorios. En el futuro, los cementerios donde se podrían hacer entierros económicos serían los de Sarrià, Les Corts, Sant Andreu, Poblenou y Sants, ha explicado. "La idea es que Colau abandone aquella idea de crear una empresa pública de servicios funerarios a tres o cuatro años vista, para encontrar medidas para bajar el precio de las ceremonias en la ciudad", ha defendido Bosch. "Estamos explorando la fórmula para hacer posible hacer entierros más modestos a través de los cementerios, y que en los mismos espacios de la capilla o velatorios sea posible prestar servicios funerarios".

El republicano no ha aclarado algunos de los interrogantes que se abren, como si Cementerios de Barcelona tiene capacidad técnica para custodiar difuntos, o si tiene personal preparado para hacer ceremonias de despedida. Tampoco ha explicado si todos los cementerios citados tienen capilla o velatorios, o habría que habilitarlos. Ni el Ayuntamiento ni la empresa municipal han respondido a estas preguntas.

La también concejal del grupo de ERC Trini Capdevila ha añadido argumentos a los de Bosch. Ha explicado que la idea de crear una funeraria pública con seis salas "no creaba competencia real" ante las decenas que tienen las operadoras privadas, Memora y Àltima. "Aunque finalmente hubieran sido 20 salas, en los cementerios de Sant Andreu, Poblenou y Montjuïc, no serían realidad hasta 2020 o 2022, nos parecía lejísimos", ha dicho.

Los concejales republicanos han defendido que este servicio podría beneficiar a familias con pocos recursos o también a las que no quieren velar al difunto en un tanatorio. Una idea que han lanzado sería un velatorio breve, de dos o tres horas, en el mismo cementerio. Para hacer realidad el proyecto, el Ayuntamiento, cree Bosch, debería venderse el 15% de la participación que tiene en Memora y modificar las ordenanzas de los cementerios.