‘Códice Calixtino’, de escondido en un garaje a protegido por la Unesco
Su inclusión en el Registro de la Memoria del Mundo "supone una llamada a continuar trabajando en la conservación de este legado", reconoce la Xunta
La Xunta de Galicia se muestra "satisfecha" por el hecho, conocido ayer, de que la Unesco reconozca "el alto valor y significado" del Códice Calixtino al decidir inscribirlo en el Registro de la Memoria del Mundo. "La declaración supone una llamada a continuar trabajando en la conservación de este legado", defiende en un comunicado el Gobierno gallego en referencia al manuscrito medieval que fue robado en julio de 2011 y recuperado un año después oculto en un garaje de O Milladoiro (A Coruña) propiedad del exelectricista de la Catedral de Santiago. Tras una investigación que descubrió otras cuantas sustracciones del templo, José Manuel Fernández Castiñeiras fue condenado a 10 años de cárcel por hurto, robo continuado y blanqueo.
Después de la recomendación del comité consultivo internacional, el manuscrito que se conserva en el archivo de la Catedral de Santiago entra a formar parte de esta "prestigiosa y trascendental lista" junto a los testimonios documentales "más importantes de la historia de la humanidad", destaca la Xunta, que solicitó la inclusión en la lista de la memoria del mundo después de recibir la propuesta de un comité de expertos en los caminos a Santiago. El pleno del consejo jacobeo celebrado en Compostela en diciembre de 2015, integrado por las comunidades autónomas del Camino y presidido por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, aprobó la iniciativa y fue el departamento de Íñigo Fernández de Vigo el que tramitó la candidatura. La inscripción en el Registro de la Memoria del Mundo "pone de manifiesto la afirmación de la Unesco sobre su valor y significación permanente, y evidencia que su relevancia trasciende los límites del tiempo y de la cultura, por lo que debe preservarse para las generaciones actuales y futuras y ser compartido con todos los pueblos del mundo", subraya la Xunta.
Junto al Códice Calixtino, la Unesco también reconoce las copias medievales que se custodian en bibliotecas y archivos de España y Portugal. De hecho, el nombre completo de la candidatura fue The Codex Calixtinus of Santiago de Compostela Cathedral and other medieval copies of the Liber Sancti Jacobi: The Iberian origins of the Jacobian tradition in Europe, como muestra de la importancia que tuvieron en la Europa medieval todos estos testimonios documentales, en las que se recoge la tradición textual alrededor del culto jacobeo y del Camino de Santiago.
El programa Memoria del Mundo es una de las tres iniciativas complementarias de la Unesco con las que busca incrementar la protección y concienciación del patrimonio cultural mundial. Las otras dos son la Convención para la Protección del Patrimonio Cultural y Natural del Mundo, a la que está adscrita la Lista del Patrimonio Mundial, y la Convención para la Protección del Patrimonio Intangible.
Galicia amplía así su catálogo de bienes en estos programas, en los que ya estaban presentes la ciudad histórica de Santiago de Compostela, el Camino Francés, la Muralla de Lugo, la torre de Hércules de A Coruña, el Camino Primitivo y el Camino del Norte, así como los diferentes bienes asociados a estos itinerarios jacobeos, como es el caso de las catedrales de Lugo y de Mondoñedo o el monasterio de Sobrado.
Este reconocimiento, que potencia el carácter universal del patrimonio jacobeo, se produce en plena conmemoración del 30 aniversario de la declaración del Camino de Santiago como primer itinerario cultural europeo. El Códice Calixtino contribuyó de manera decisiva a afianzar el papel de la ciudad de Santiago de Compostela como meta de los peregrinos que, desde los más remotos lugares de Europa, acudían hasta la tumba del apóstol Santiago.
Los distintos libros que integran este manuscrito iluminado, especialmente el Libro V, definen los fundamentos de la peregrinación y el papel que la Iglesia compostelana, dirigida por el arzobispo Diego Xelmírez, desarrolló en su impulso. De los cinco libros que componen el Códice Calixtino, el primero es lo de mayor extensión. Recoge contenidos litúrgicos: misas, homilías, sermones, cuantos, bendiciones, procesiones y relatos sobre la Pasión de Santiago el Mayor.
El Libro II recopila los milagros del apóstol en diversos lugares de los caminos, entre ellos el mar. En el Libro III se narra la Traslación del cuerpo del apóstol desde Jerusalén a Iria Flavia y su llegada hasta Santiago de Compostela. El Libro IV, también llamado Crónica de Turpín, de gran difusión, relata en clave literaria las aventuras de Carlomagno en Hispania. Por último, el Libro V, el más conocido, recoge una suerte de guía de las rutas jacobeas escrita desde la particular mirada del monje clunaciense Aymeric Picaud. En sus páginas se describen los caminos, los santuarios, las gentes, comidas y costumbres. Contiene recomendaciones y advertencias y describe el aspecto de Santiago de Compostela y su catedral románica en las primeras décadas del siglo XII.
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