El Parlament allana el camino a la ruptura exprés
Solo Junts pel Sí y la CUP apoyan la reforma del reglamento para aprobar las leyes de desconexión
La secesión por la vía rápida ha allanado este miércoles su camino después de que el Pleno del Parlament haya dado luz verde a la reforma del reglamento de la cámara que permitirá aprobar la ley del referéndum y la ley de transitoriedad jurídica sin apenas debate. Solo Junts pel Sí y la CUP votaron a favor de una reforma que enervó a toda la oposición, al considerar que vulnera los derechos de los diputados y es contraria al Estatuto y la Constitución.
El punto medular de la reforma es que permite que un grupo parlamentario pueda solicitar que una proposición de ley se tramite por el procedimiento de lectura única y no se exija, como hasta ahora, la unanimidad de todos los partidos. Eso implicará que una ley se debatirá sobre la marcha una vez iniciado un pleno y se privará a la oposición de presentar enmiendas y ejercer sus funciones de control. Junts pel Sí y la CUP (72 votos) apoyaron la reforma y los otros 63 diputados votaron en contra.
Se da por hecho que el trámite de urgencia se empleará en el pleno previsto para el 6 de septiembre para aprobar la ley del referéndum que amparará la convocatoria prometida por Carles Puigdemont para el 1 de octubre. para el 1 de octubre. Queda por ver si se emplea también para aprobar la ley de ruptura antes de esa fecha, como pretenden Esquerra Republicana y la CUP, o bien después del referéndum, como defiende el PDeCAT.
En cualquier caso, la reforma del reglamento es fundamental para encajar los planes soberanistas en el apretado calendario que queda hasta el referéndum, con las vacaciones de por medio. Así se explica que se haya habilitado el inicio del período de sesiones a partir del 16 de agosto y no del 1 de septiembre, como sucedía hasta ahora. De esa manera se podrán registrar otras iniciativas parlamentarias con el tiempo suficiente para que se debatan en el pleno del 6 de septiembre.
Rajoy consulta al Consejo de Estado
El Presidente del Gobierno ha dado el primer paso para actuar contra la reforma exprés del Reglamento aprobada por el Parlament de Cataluña. Rajoy ha solicitado dictamen urgente del Consejo de Estado sobre la nueva redacción del artículo 135.2, ante la sospecha de que con ella se pretende acelerar, sin que exista debate ni posibilidad de presentar enmiendas, la normativa encaminada a la celebración de la consulta como la Ley del Referéndum. Las resoluciones del Consejo de Estado no son vinculantes pero sirven para reforzar la legitimidad de actuaciones posteriores. La decisión del Gobierno se suma a la anunciada por el PP de Cataluña de recurrir la reforma del Reglamento, impulsada por las fuerzas independentistas, ante el Tribunal Constitucional.
La vida de la reforma aprobada este miércoles podría ser corta si el Consejo de Ministros aprueba el próximo viernes la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional. Eso implicaría la suspensión inmediata por un plazo máximo de cinco meses, pero los grupos independentistas consideran que nada impediría continuar adelante con sus planes porque, aseguran, existen vías reglamentarias para que la ley de ruptura se vote el 6 de septiembre.
Cualquier otro escenario que no fuera ese desbarataría la promesa de convocar la consulta bajo un paraguas legal antes del 15 de septiembre. Para esa fecha ha de estar todo listo porque se iniciaría la campaña electoral del referéndum, según se prevé en la ley que se ha dado a conocer.
Se da por hecho que el Gobierno de Mariano Rajoy también recurrirá ante el Tribunal Constitucional esa ley del referéndum y que quedará suspendida en 24 horas, por lo que queda por ver cual será la estrategia que seguirá el independentismo. Los escenarios son muy reducidos para el president.
O se convoca el referéndum antes de que el Gobierno recurra la ley, al mismo tiempo que se aprueba esta al cabo de unas horas, o bien Puigdemont firma el decreto pese a que el Constitucional ya haya suspendido la ley. Este escenario no resulta improbable después de las recientes declaraciones del mandatario catalán a Le Figaro en las que aseguraba que, si el alto tribunal le inhabilita, no aceptará la decisión
La oposición censura la reforma con dureza y critica al secesionismo
Todos los grupos de la oposición cargaron con dureza contra la reforma del reglamento del Parlament y acusaron a Junts pel Sí y la CUP de esconder los verdaderos motivos del cambio e ignorar el dictamen del Consejo de Garantías Estatutarias, en el que se advertía que la modificación era contraria a la Constitución y el Estatuto. Así, José María Espejo (Ciudadanos) reclamó a los grupos independentistas que reconozcan que el único móvil es aprobar las leyes de desconexión para situar a Cataluña “en un Matrix” y aseguró que se trataba de una “cacicada”.
Más moderado se mostró Ferran Pedret (PSC), quien consideró que la reforma era “un atropello de los derechos de los diputados”. Los socialistas consiguieron que prosperara una enmienda que, en su opinión, dificultará los planes del independentismo, porque deberá publicarse una proposición de ley antes de votarla. El trámite podría cumplirse con la edición en la versión digital del Boletín Oficial del Parlament apenas unos minutos antes de la discusión, explicaron fuentes de la cámara.
Joan Coscubiela (Catalunya sí que es Pot) explicó que la reforma ataca “la médula de la democracia parlamentaria” y reclamó al independentismo que se lo repensará antes de hacer esta “trastada”. Alejandro Fernández (PP) fue el más afilado en los adjetivos al censurar la “estrategia lunática” del independentismo, al que acusó de actuar “con gran cinismo y desfachatez”
Anna Gabriel (CUP) rechazó las críticas, también con contundencia. “El régimen del 78 no nos dará lecciones de democracia”, dijo. “No veis que vuestro discurso no se aguanta por ninguna parte, porque es incoherente defender el derecho de los diputados y las minorias y no el derecho de autodeterminación de los pueblos”.
Roger Torrent (Junts pel Sí) recordó que la reforma del Tribunal Constitucional también se hizo por el procedimiento de lectura única. “Lo que les da miedo es que los catalanes puedan votar”, aseguró, refiriéndose a los grupos de la oposición.
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