La adjudicación del túnel de Glòries se fraguó en la sede de Convergència

Las obras del túnel de la plaza de les Glòries no solo acumulan retrasos, deficiencias técnicas y sobrecostes millonarios. También son objeto de investigación en el caso 3%, que ha destapado reuniones previas a la adjudicación entre cargos de Convergència y las empresas que, en febrero de 2015, se hicieron con el contrato público por 60 millones. De la agenda incautada al exconsejero delegado de Copisa, Xavier Tauler, se desprende que la adjudicación se fraguó en la antigua sede de Convergència, en la calle Còrsega de Barcelona. También, que mantuvo encuentros al menos con el extesorero del partido, Andreu Viloca, y con el exconcejal de Urbanismo de CiU Antoni Vives. Copisa supo, según la Guarcia Civil, que había ganado el concurso un mes antes de que se adjudicara.

El 25 de noviembre de 2014 se publicó en el BOE la licitación de las obras. Ese mismo día, Tauler lo apuntó, con buena letra, en su cuaderno de notas. La libreta fue incautada por orden del juez de El Vendrell (Tarragona) que investiga el caso 3% y ha aportado pistas clave sobre los manejos de los empresarios para lograr adjudicaciones de forma fraudulenta. Esas maniobras arrancan, en el caso de las Glòries, cuatro días antes del anuncio de la licitación. Josep Sánchez Llibre —exdiputado de Unió en el Congreso— escribe a Tauler para informarle de que en breve “salen los lotes de construcción” y de que “Copisa está dentro de las empresas”.

En los tres meses que siguen hasta la adjudicación (26 de febrero de 2015), las anotaciones y los mensajes de Tauler revelan contactos en fechas muy significativas. El exdirectivo de Copisa escribe: “Vender la UTE al más alto nivel. President”. Copisa pretendía concurrir al concurso integrada en una unión temporal de empresas junto a Rogasa, Benito Arnó e Hijos y Comsa. En la anotación del mismo día (1 de diciembre) Tauler agrega: “Glòries. Reunión con Còrsega para presentar UTE”. El informe de la Guardia Civil que consta en el sumario concluye que alude a la antigua sede del partido, en el número 333 de la calle de Còrsega.

Los movimientos se suceden. Apenas dos días después, el exconsejero de Copisa alude a una “reunión” con Antoni Vives, entonces hombre fuerte del Ayuntamiento de Xavier Trias y presidente de Bimsa, la empresa municipal encargada de adjudicar las obras. Tauler, entre tanto, crea un grupo de WhatsApp con sus compañeros (“Glòries”) en el que comentan las novedades.

Tauler recibe una “llamada urgente” de Viloca, tesorero de Convergència. La Fiscalía Anticorrupción le considera el puente entre empresarios y políticos: Viloca controla las adjudicaciones de administraciones gobernadas por Convergència y, al mismo tiempo, cobra las presuntas mordidas de las constructoras. Sobre esa llamada, una trabajadora escribe a Tauler: “Audiencia Mas”. El 15 de diciembre, el expresidente Artur Mas recibió formalmente a diversos empresarios en el Palau de la Generalitat; entre ellos, a Tauler, como muestran las fotografías que tomó con su móvil.

Mientras Vives aparece solo citado por terceros, Viloca interviene en persona. El extesorero escribe a Tauler en vísperas de Navidad para adelantar una reunión al 22 de diciembre. Ese día, Copisa ingresa 40.000 euros en una cuenta de CatDem, la fundación vinculada a Convergència. El colofón llega a partir del 12 de enero, el último para presentar las ofertas. Se produce entonces un cruce de mensajes entre Tauler y Viloca, que quedan en verse dos días después. A la mañana siguiente de ese encuentro, Copisa realiza una nueva donación a CatDem, esta vez de 25.000 euros. La compañía asegura que las aportaciones se han declarado y son legales.

Es 20 de enero de 2015 y queda aún un mes largo para que Bimsa adjudique la obra a la UTE que presente la mejor oferta. Tauler, sin embargo, ya lo celebra en una nota de su libreta, según la Guardia Civil: “Nos han dado dos lotes”. Fuentes empresariales, sin embargo, señalan que esos lotes aluden a una adjudicación privada del centro comercial Glòries.