El presidente de Infraestructures.cat dimite un mes después del registro

Joan Lluís Quer presentó ayer su dimisión como presidente de Infraestructures.cat, la empresa pública encargada de proyectar y adjudicar la mayor parte de las obras de la Generalitat de Cataluña. En una carta dirigida a la plantilla, el ejecutivo aseguró que abandona la empresa por motivos personales, tras dar por concluida su etapa profesional al frente de la compañía. Con ese argumento, quiso desvincular su decisión del registro en el que se vio implicada la sociedad hace un mes en relación al caso del 3%,en el que se investiga si se utilizó la empresa pública para que Convergència Democràtica (CDC) cobrara comisiones. En aquella operación fue detenido y posteriormente imputado el director general de la compañía, Josep Antoni Rosell, por su presunta participación en la trama. Los registros y la detención de Rosell habrían contribuido al hartazgo de Quer y a su decisión de volver al sector privado, según reconocieron ayer fuentes de su entorno.

“Espero que los últimos acontecimientos ocurridos en la empresa no afecten a su normal funcionamiento. Tengo el firme convencimiento de que la sociedad es ajena a todas esas turbulencias. Sobre eso, deciros que hasta última hora he centrado todos mis esfuerzos en superar y revertir esa situación”, señala uno de los últimos párrafos de la misiva de despedida de Quer, imputado en otro caso que investiga una adjudicación de la Agencia Catalana del Agua (ACA) a una empresa privada de ingeniería que él mismo dirigía.[TEX] Anteriormente Quer había sido gerente de la ACA.

Además del proceso judicial que le afecta, Infraestructures.cat está sometida a una investigación interna para determinar si la adjudicación de obras fue tan limpia como el presidente de la Generalitat ha defendido. Artur Mas dijo en una intervención en el Parlamento catalán que “el sistema de contratación de la Generalitat es transparente, da garantías y no deja margen a la discrecionalidad”, afirmación que ha generado indignación entre exempleados de la compañía pública consultados.

Los investigadores del caso del 3% sospechan que en algunos concursos se modificaron las valoraciones técnicas de las ofertas presentadas para poder adjudicarlos a determinadas empresas a cambio de comisiones.

Es por ese motivo que Josep Antoni Rosell, director general de la sociedad y presidente de la mesa de contratación de la compañía, fue detenido durante unas horas y está imputado en el caso, después de que se registrara la sede de Infraestructures y su propio domicilio. Desde días después a esos hechos, el consejo de administración de la compañía decidió apartarlo de todas sus funciones en la empresa y abrir un expediente.

El sustituto de Quer será Ricard Font, secretario de Infraestructuras de la Generalitat y número dos del Departamento de Territorio. [/TEX]Font asumirá los cargos de presidente y consejero delegado de la compañía, además del de director general del que está apartado Rosell. El nuevo presidente ya formaba parte del consejo de administración y su nombramiento no ha supuesto una sorpresa aunque su cargo dependa del Departamento de Territorio. Infraestructures.cat está vinculada orgánicamente de Economía, que el pasado martes varió su organigrama interno para que la empresa pública colgara de su secretaría general.

La baja de Quer trasciende a la presidencia de Infraestructures, ya que también era el coordinador de la comisión creada por el Gobierno catalán para buscar potenciales activos para privatizar y cubrir así parcialmente sus necesidades de liquidez. En la carta remitida a la plantilla, Quer destaca que durante su presidencia se han hecho “tareas muy importantes” y se refiere a varias: “refinanciar los métodos alemanes (una forma de financiación que permite pagar la obra una vez se ha entregado), reconducir el proyecto del Segarra-Garrigues, optimizar los derechos de superficie pública o reestructurar económicamente la L9 del metro”.

Además de esos objetivos de obra, Quer también ha dirigido un cambio de tamaño de Infraestructures.cat, que surge de la fusión de las antiguas Gisa, Regsa y Regsega. Durante su mandato se han practicado varios expedientes de regulación de empleo, y la plantilla ha pasado de los 236 trabajadores que integraban Gisa en 2010 a 137 que formaban la actual sociedad a finales de 2013.

“El resultado, pienso”, señala Quer en su carta, “que es suficientemente evidente: hemos conseguido entre todos una empresa sostenible y diversificada con el mantenimiento de edificios, preparada para conseguir los nuevos retos que el Gobierno de la Generalitat decida encargarle.”