Puig propone un fondo para asegurar los servicios públicos en las crisis

El presidente valenciano, Ximo Puig, ha propuesto este martes un nuevo sistema de financiación para el conjunto de España que contempla la creación de un “fondo de contingencia para los servicios públicos esenciales”. Similar al que existe para las pensiones, el fondo crecería durante las épocas de “expansión económica” y sería utilizado durante las crisis “para evitar que sea necesario hacer recortes”.

El modelo de financiación autonómica propuesto por el Gobierno valenciano será expuesto a todos los partidos y requeriría para su aprobación el respaldo de “una amplia mayoría en las Cortes Generales”, ha afirmado Puig. El sistema prevé tres escalones. El primero atañe a los servicios públicos básicos, entre los que se incluyen la “educación, la salud y la protección social”. Estos deberían estar garantizados para todos los españoles “sin importar en qué comunidad autónoma tengan su domicilio”. El criterio básico de distribución de los recursos del Estado para sufragar su mantenimiento sería el de número de habitantes de cada región, con “los ajustes que se acuerden”.

Recaudación al alza

Para asegurar estas prestaciones, los Presupuestos Generales del Estado crearían, además, un fondo de contingencia “al que realizarán aportaciones cuando la recaudación tributaria crezca por encima del PIB con el fin de evitar que las caídas de la recaudación en periodos de recesión pongan en peligro estos servicios fundamentales ofrecidos por las Administraciones”, recoge el documento.

El segundo escalón del sistema incluiría otro bloque de gasto público de las comunidades autónomas “importante, pero no tanto como el anterior”, en palabras del consejero de Hacienda valenciano, Vicent Soler. Se trata de políticas como las de industria, empleo o turismo, en las cuales entraría en juego la “corresponsabilidad fiscal” de las autonomías. Cada Ejecutivo regional podría reforzar o disminuir la cuantía de las partidas con los recursos que obtenga a través de los tributos que gestiona directamente o a medias con el Gobierno.

El último escalón de gasto, que quedaría a expensas de los recursos recaudados por cada autonomía, contempla las mejoras que un territorio quisiera hacer en las prestaciones generales. Por ejemplo, señaló Soler, repartir tabletas a todos los escolares.

El sistema debería incluir también según el Gobierno valenciano, cuyo territorio es el peor financiado de España según el Ministerio de Hacienda, una solución a la "deuda histórica". Esta, proviene según Puig de la "infrafinanciación" y asciende en el caso de la Comunidad Valenciana a 16.000 millones de euros.

El presidente autonómico ha considerado que la solución no debería ser difícil puesto que la mayor parte de la deuda autonómica esta ahora en manos del Estado -después de un proceso que se aceleró con el cierre de los mercados para los Gobiernos regionales-. Y por ello su reestructuración a través de alguna vía, como el alargamiento de los plazos o la minimización de los intereses, no supondría sobresaltos financieros para España.