El ‘president’ pide a la CUP que obvie las supuestas comisiones

Convergència Democràtica está convencida de que el objetivo de la operación de ayer de la Guardia Civil no es otro que torpedear las ya complicadas negociaciones con la CUP para mantener a Artur Mas al frente de la Generalitat. Por este motivo, el propio Mas pidió ayer al partido anticapitalista que “se abstraiga” de las detenciones por el cobro de supuestas comisiones ilegales. La CUP, sin embargo, avisó a Junts pel Sí de que busquen un candidato alternativo al president.

La detención del tesorero de Convergència llegó en un pésimo momento para Mas, quien se encuentra en plenas negociaciones con la CUP para atar su investidura y que ayer tenía que comparecer en una conferencia de prensa tras firmar el decreto de constitución del nuevo Parlament. Lo primero que hizo el president en funciones fue intentar levantar un muro que separe las sospechas de corrupción que pesan sobre su partido de las negociaciones para la gobernabilidad de Cataluña. Para hacerlo recurrió a argumentos ya usados otras veces, como cuando la Guardia Civil registró la sede de CDC el pasado verano.

Mas se comprometió a comparecer en el Parlament esta misma semana, dijo confiar en la inocencia del tesorero de su partido y alegó que en diez años de sospechas sobre financiación irregular no ha habido ninguna sentencia condenatoria contra CDC. “Que busquen lo que quieran; todas las adjudicaciones son absolutamente legales”, sostuvo.

 “Objeto de caza mayor”

El presidente catalán en funciones se quejó por la forma en que se desarrolló la operación, que no dudó en relacionar con el proceso soberanista. “Tanto mi partido como yo somos objeto de caza mayor, como se ha visto los últimos días”, aseveró, vinculando la operación anticorrupción con su imputación por el 9-N.

Ahora toda la presión se sitúa sobre la CUP: el partido del independentismo anticapitalista tendrá que afrontar nuevas presiones si decide apoyar la investidura de Mas. La formación que lidera Antonio Baños optó por insistir en su mensaje de los últimos días e instó a Junts pel Sí a buscar otro candidato a la Generalitat.

El diputado electo Albert Botran no se opuso a que ese nombre alternativo a Mas salga de las filas de Convergència, pero reclamó que “la mochila que aporta CDC con estos casos de financiación ilegal” no afecte al resto del independentismo. Botran pidió a la lista encabezada por CDC y ERC que piense en “otros nombres más adecuados para la presidencia”, teniendo en cuenta las consideraciones de los anticapitalistas, “que pueden ser compartidas”. Este dirigente insistió en que “los hechos no han cambiado y la posición de la CUP tampoco” porque ya hubo registros a CDC en verano y denunció un uso político de la causa.

El resto de formaciones no se contentó con el discurso del president y le pidió más explicaciones sobre el nuevo registro. El portavoz del PP en el Parlament, Enric Millo, dijo que Mas “debe aclarar todo lo que pasa y decir si tiene algo que ver con sus responsabilidades como presidente del partido”.

Eva Granados, del PSC, reclamó a Mas que “asuma responsabilidades” y abandone “todos sus cargos públicos” si se demuestra la financiación irregular de su partido. En la misma línea se expresó el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, quien pidió la renuncia del aspirante a la reelección. Joan Coscubiela, de Catalunya Sí que es Pot, insistió en que Mas debe “dar la cara” y lamentó que en CDC “cierren los ojos y se escuden en persecuciones o cacerías mayores”.