La inversión en obra pública repunta tras cinco años de caída brusca

La curva ha dejado de bajar. Por primera vez desde 2009, se ha roto una tendencia de caída continuada de las inversiones en obra pública en el País Vasco. Tras un lustro caracterizado por un desplome constante del gasto en infraestructuras por parte de las administraciones, el sector de la construcción comienza a dar síntomas de recuperación, aunque de forma tenue. Las últimas estadísticas de licitación pública, referidas al año 2014, reflejan un repunte de las obras que salieron a concurso en Euskadi. Es la comunidad autónoma en el conjunto de España donde más ha aumentado la licitación.

Euskadi tocó fondo en 2013, cuando los Gobiernos central y vasco, las Diputaciones y los Ayuntamientos liberaron en total 617,4 millones, la cifra más baja de las últimas décadas. La obra pública pagó de esta manera las consecuencias de un estancamiento total de la actividad económica y del escaso estímulo que demostraron las Administraciones públicas para darle la vuelta a la situación.

Los datos facilitados por Seopan, la patronal de las grandes constructoras, revelan un cambio de signo. En 2014 se licitaron en el País Vasco obras públicas por un valor total de 1.145,2 millones de euros, un 85% más. Este fenómeno expansivo también se ha dado en la mayoría de las comunidades autónomas, aunque en una proporción inferior.

En el conjunto de España se ha mejorado un 42%, al pasar de los 9.172 millones que se dedicaron en 2013 a los 13.111 millones del pasado ejercicio. Solo hay dos comunidades, Andalucía (2.290 millones) y Cataluña (2.035 millones) que superan a Euskadi en volumen de inversiones. Por detrás le sigue Madrid, con 1.112 millones.

“Son datos positivos, pero la recuperación es moderada”, afirma el viceconsejero Antonio Aiz

El viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz, considera que los datos de 2014 son “positivos” y permiten atisbar una “tímida recuperación”. De los 1.145 millones invertidos en infraestructuras durante el pasado ejercicio, 486,2 millones provinieron de los Ayuntamientos y las Diputaciones, otros 436 millones del Gobierno central y 222 millones del Ejecutivo vasco.

La reactivación del tren de alta velocidad, después de dos ejercicios de congelación presupuestaria para el AVE vasco, justifica que las partidas que destinó Madrid pasaran de 14 millones en 2013 a los 436 del año siguiente. Por lo que se refiere al Gobierno vasco, los expedientes iniciados por Euskal Trenbide Sarea (ETS), el gestor vasco ferroviario, son los de mayor peso de la administración vasca. El año pasado se licitaron obras por casi 107 millones para completar el ramal guipuzcoano que le corresponde ejecutar, frente a los escasos 17,5 millones del año anterior. El nivel presupuestario comprometido por el Ejecutivo autonómico para la Y vasca se ha “mantenido estable en torno a los 300 millones anuales” de promedio, puntualiza el viceconsejero.

Por lo que respecta al resto de instituciones, en Bizkaia solamente se trabaja en la conexión de la variante de Ermua y en Gipuzkoa en el tramo de Descarga de la autovía Beasain-Durango, aunque el pasado mes se acordó parar las obras por “problemas geotécnicos”, según ha esgrimido la Diputación guipuzcoana.

La crisis ha destruido 25.000 empleos directos en la construcción en Bizkaia

Los primeros síntomas de mejoría que está experimentando la economía están teniendo también su reflejo en un “lento” despertar de la obra pública, sostiene el ingeniero de Caminos Raúl García Moreno, de Gain Arquitectura. “No están surgiendo proyectos nuevos, por lo que la subida que se ha dado en 2014 puede quedarse en un pico. No parece que vaya a dispararse de repente en los próximos meses. Ahora solo están surgiendo obras pequeñas y medianas”, añade.

El cemento y el ladrillo parecen haber superado sus peores momentos, tras llegar a mínimos históricos en 2013. Mireia de Diego, presidenta de Eraikune, opina que la situación “aún es delicada” y las empresas “se refugian en la obra privada”. Las regeneraciones urbanísticas degradadas, con ayudas del plan europeo Horizo 2020, es “la solución a la parálisis en las inversiones públicas”. “Ahora fluye el crédito, pero falta que haya demanda”, añade.

“El parón de la inversión en obra pública”, afirma José Duero, directivo de Seopan, “se debió principalmente a las restricciones presupuestarias de las administraciones”. El control del déficit y la decisión de dar prioridad a otras políticas han frenado en seco tanto la ejecución de edificaciones como la obra civil (infraestructuras).

Los números de la obra pública presentan una radiografía más positiva en Euskadi y atestiguan un lento relanzamiento de las inversiones, pese a que no se están proyectando nuevas infraestructuras de gran tamaño.

“Los actuales escenarios presupuestarios de las distintas administraciones no permiten grandes esfuerzos en la construcción de infraestructuras. A corto plazo, la evolución de la obra pública será al alza, pero de forma moderada. Los niveles de inversión se mantendrán”, afirma el viceconsejero Aiz.

El sector de la construcción y promoción tiene una visión pesimista de la situación. La patronal vizcaína Ascobi considera que la cuantía de la obra pública licitada “se mantiene en niveles casi testimoniales” y las adjudicaciones se realizan “con bajas próximas al 50%”, lo que está incidiendo negativamente en el empleo. Con la crisis, se han perdido 25.000 empleos directos en la construcción en este territorio.

Son ya siete años de “depresión”, apunta la guipuzcoana Ascongi: “La edificación continúa a la baja, mientras la obra civil presenta el primer resultado positivo tras cinco años de descenso”. La construcción muestra a pesar de todo “cierta ralentización en el ritmo de deterioro” durante el pasado ejercicio, apunta esta organización.