La travesía de Artur Mas hacia el independentismo
El recorte del Estatut y el "no" al concierto económico son claves en su conversión soberanista
El independentismo de Artur Mas es, como el de muchos catalanes, un sentimiento advenedizo que se ha fraguado en apenas cinco años. El presidente catalán, primero como consejero de Jordi Pujol, y después como jefe de la oposición, apostaba por profundizar en el autonomismo. No fue hasta el largo camino del recorte del Estatuto de Autonomía de Cataluña en manos del Tribunal Constitucional que el líder de CiU apostó claramente, primero por el "derecho a decidir" y, posteriormente, por el "Estado propio". Todo este trayecto no impidió que CiU apoyara gobiernos y decisiones estratégicas tanto del PP como del PSOE.
El líder del autonomismo. Como discípulo de Jordi Pujol y recién nombrado "delfín" del patriarca del nacionalismo catalán, Artur Mas defendía profundizar en la autonomía en 2002 y rechazaba la independencia. En el libro Qué piensa Artur Mas, editado ese año, el hoy presidente catalán aseguraba: “Yo apuesto por la España plurinacional, que quiere decir un Estado organizado sobre cuatro naciones: Castilla, con toda su área de influencia, Galicia, Euskadi y Cataluña”. En la misma obra vertía críticas a la independencia, un concepto que consideraba “anticuado y un poco oxidado”.
Elaboración del Estatuto. Con el tripartito gobernando en Cataluña, Convergència i Unió, bajo el mando de Artur Mas, comenzó a subir la apuesta por el autogobierno y por lo que comenzaron a denominar "Estado propio". Mas propuso en 2005 que el título preliminar del nuevo Estatuto que se estaba elaborando incluyera "el derecho de Cataluña a decidir libre y pacíficamente su futuro como pueblo". El presidente de la federación nacionalista, Artur Mas, matizaba que no se trataba de reivindicar el derecho a la autodeterminación, pues esta demanda no se incluía en el cuerpo legal de la carta autonómica, sino en el preámbulo.
Crisis de las infraestructuras. En 2007, con el tripatito ya en serios apuros para garantizar su estabilidad y con los primeros síntomas de la crisis económica, el malestar por la mala situación de muchas infraestructuras catalanas sirvió a CiU para explicitar que querían el "derecho a decidir" para aplicar a ámbitos como el de las infraestructuras o la financiación. En diciembre de 2007 miles de catalanes salieron a la calle bajo el lema del "derecho a decidir" aplicado a las vías de comunicación, lo que para muchos fue el embrión del movimiento independentista.
Julio 2010. Recorte del Estatuto. Con el tijeretazo del Tribunal Constitucional al Estatuto votado por las Cortes en 2006 y refrendado por los catalanes el mismo año, el partido de Artur Mas pone rumbo a la concreción del "derecho a decidir". Este discurso evolucionó hasta incluirlo en su programa electoral de 2010, con el que accedió a la presidencia de la Generalitat en diciembre de ese año. Sin embargo, el principal reclamo en aquel momento fue una nueva financiación para Cataluña en la línea del concierto económico vasco. Era lo que Mas llamaba "pacto fiscal".
Mas ganó las elecciones de 2010 pero necesitó apoyos externos para gobernar. Eligió al PP pese a mantener su discurso soberanista y reclamar el pacto fiscal. El cambio llegó con la primera gran manifestación soberanista en la Diada de 2012. Mas optó entonces por subirse a la marea independentista y se reunió con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle el pacto fiscal. Rajoy se negó y Mas convocó elecciones anticipadas.
Elecciones de 2012. CiU acudió a los comicios prometiendo una consulta sobre el "Estado propio". No hablaba todavía abiertamente de independencia por las grandes reticencias de Unió Democràtica. Tampoco Mas se mostró abiertamente independentista. En octubre de 2012, Mas aseguraba: "No vamos a una independencia clásica sino a tener los instrumentos de las naciones, los instrumentos de Estado, porque no nos conviene plantear las cosas en términos de independencia total, ya que desapareceríamos de Europa y del euro".
Pacto con ERC. Las elecciones, a las que Mas acudió pidiendo una "amplia mayoría" para impulsar la consulta fueron en realidad un revés. CiU pasó de 62 diputados a 50. Optó por gobernar con ERC, que impuso concretar la celebración de la consulta para 2014. La doble pregunta y la fecha de la votación se pactaron en diciembre del año pasado. Apenas horas después Convergència, que no Unió, optaban claramente por hacer campaña a favor del "sí" a la independencia.
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