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Andalucía envía a Montoro su lista de agravios por el modelo de financiación

El análisis de la Junta constata que el sistema ha agrandado las desigualdades

Reyes Rincón
La consejera de Hacienda, María Jesús Montero.
La consejera de Hacienda, María Jesús Montero.julián rojas

El diagnóstico que la Junta de Andalucía ha enviado al Ministerio de Hacienda sobre la aplicación del actual modelo de financiación abunda en las las quejas que el Ejecutivo andaluz lleva años presentando: la comunidad está “infrafinanciada” y los ajustes planteados en los últimos ejercicios en vez de favorecer la convergencia han aumentado las diferencias.El documento remitido a Madrid cifra en 2.800 millones de euros el dinero que la Junta ha dejado de ingresar desde 2009 por estar por debajo de la media en la financiación por habitante.

La consejera María Jesús Montero presentó ayer el análisis de la aplicación del sistema de reparto de fondos que el Gobierno se propone cambiar. El documento detalla cinco conclusiones que insisten en el deterioro que, según el Gobierno andaluz,  ha supuesto el modelo actual para las cuentas andaluzas. El sistema no ha permitido garantizar la suficiencia de recursos de las comunidades para financiar sus servicios públicos esenciales porque no tiene en cuenta cuánto cuesta realmente la prestación de esos servicios en cada territorio. Este déficit se ha consolidado en el tiempo y ha obligado a las comunidades a desviar otras partidas para garantizar los servicios básicos.

Para intentar paliar los errores del sistema que estaba vigente desde 2012, en el modelo de 2009 introdujo el criterio de población ajustada, que tiene en cuenta no solo el número total de habitantes sino otras variables como la población menor de 16 años y mayor de 65 (con más necesidades de atención sanitaria, por ejemplo) o la dispersión de la población. Pero este criterio solo se aplica a una parte de los recursos que se reparten (al llamado fondo de garantía) y en vez de corregir las desigualdades ha terminado agrandándolas. Y los datos presentados por la Junta reflejan que a la comunidad que más ha perjudicado esta circunstancia ha sido a Andalucía, que se quedó siempre por debajo de la media y es la única que en los tres años de aplicación del sistema ha perdido puestos en la financiación per cápita tras aplicar los criterios supuestamente correctores.

Montero cifra en 2.800 millones lo que se ha dejado de ingresar desde 2009

En el reparto de 2011 (el último ejercicio cerrado), Andalucía, con 2.106,53 euros per cápita, ocupaba el puesto 11 en financiación por habitante tras el reparto del fondo para servicios esenciales. Tras el segundo reparto, recibió 2.106,53 euros per cápita, pero cayó al puesto 12.

Las cuentas de la Junta son que si Andalucía estuviese en la media de financiación por habitante habría percibido 2.800 millones de euros más: 1.113 millones en 2009; 818 en 2010; y 870 en 2011. Comparada con Cantabria, la comunidad más beneficiada con este sistema, en 2011 Andalucía recibió 651 euros menos por cada habitante.

El diagnóstico de la Junta también constata que las capacidad real de las comunidades para decidir su volumen de ingresos es muy desigual. El único gran impuesto sobre el que los gobiernos autónomos tienen alguna competencia normativa relevante es en el IRPF. Pero al ser un impuesto progresivo, su rendimiento por habitante es mucho más alto en las comunidades con mayores niveles de renta y de actividad económica. “Una subida moderada en el IRPF en Madrid o en Cataluña logra un aumento de ingresos por habitante imposible para otras comunidades como Andalucía, Extremadura o Castilla la Mancha”, advirtió Montero, que expuso un ejemplo real: en enero de 2011, Andalucía subió el IRPF para rentas superiores a los 80.000; Cataluña aplicó también una subida, aunque más moderada y para rentas superiores a 120.000. Los datos de la liquidación de ese año reflejan que la recaudación andaluza se incrementó un euro por habitante y la catalana, 15.

La Consejería de Hacienda confía en que el Gobierno central tenga en cuenta el diagnóstico andaluz al abordar el nuevo modelo de financiación. La infrafinanciación actual, advirtió Montero, no solo supone un esfuerzo mayor para alcanzar el objetivo de déficit, sino que tiene consecuencias en términos de menor crecimiento del PIB y del empleo. “Los datos de este estudio no son consideraciones técnicas”, señaló Montero. “Tienen un fuerte impacto en el día a día de las personas”.

El “espectáculo” de las balanzas fiscales

Hoy acaba el plazo para que las comunidades presenten al Ministerio de Hacienda su análisis del modelo de financiación vigente. El Ministerio de Hacienda se ha comprometido a tenerlos en cuenta para elaborar el nuevo modelo y la consejera andaluza, María Jesús Montero, le pidió ayer que lidere el debate sobre los cambios que necesita el sistema y no sea “un espectador pasivo” de posibles disputas entre territorios ni un “mero árbitro” que dirima las diferencias entre las comunidades.

“El Gobierno es el responsable de velar por los principios constitucionales y garantizar su aplicación de manera justa y eficiente”, afirmó Montero, que instó al Ejecutivo a evitar el “lamentable espectáculo” en el que se ha convertido en las últimas semanas el conflicto entre territorios, con “especulaciones” que, aseguró, no tienen más fundamento que ganar una posición ventajosa ante el próximo debate de financiación.

Andalucía, según Montero, no se encuentra entre estas comunidades que confrontan sino que, en su caso, intenta reivindicar lo que le corresponde y está poniendo de manifiesto una realidad que es “incuestionable”: que la comunidad está siendo “claramente perjudicada” por el actual sistema de financiación.

Montero consideró también “imprescindible” que la reforma del modelo vigente se acompañe de una reforma fiscal que resuelva los problemas de ingresos tributarios de España, que está 10 puntos porcentuales por debajo de la media de recaudación de los países europeos. “Si no mejora sustancialmente nuestra financiación global como país, difícilmente podremos mejorar en serio la financiación de las comunidades”, dijo la consejera.

Sobre la publicación de las balanzas fiscales por parte de algunas comunidades, Montero lamentó que se estén convirtiendo en una especie de arma arrojadiza que parece pensada para “provocar agravios” entre territorios en vez de para buscar soluciones “adecuadas y compartidas” a un problema común. “Hay casi tantas balanzas fiscales como se quiera, lo estamos comprobando estos días”, afirmó.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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